El gobernador de Idaho, Brad Little, activó el lunes la Guardia Nacional de su estado debido a la escasez de personal en varias agencias estatales.
Los cerca de 75 miembros de la Guardia se utilizarán para ayudar a Salud Primaria y al Departamento de Correcciones de Idaho, que están experimentando una escasez de personal debido a la COVID-19, dijo su oficina en una declaración. Little dijo que aseguró unos 500 efectivos adicionales para ayudar a los hospitales estatales que se ocupan de los casos de COVID-19.
«La tensión en la atención médica, las escuelas, las empresas y el gobierno por la propagación de la COVID-19 es un recordatorio de que no estamos fuera de la pandemia, y tenemos que estar atentos para mantenernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos sanos», dijo Little, un republicano, en una declaración.
En la actualidad, Idaho no emplea la vacunación obligatoria para ninguno de sus organismos y se unió a una coalición de estados liderados por el Partido Republicano que presentó una demanda contra el mandato de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) de Biden para las empresas con 100 o más empleados.
La Corte Suprema bloqueó la aplicación de esa norma, pero el alto tribunal dejó en vigor una norma que permite a los Centros Federales de Servicios de Medicare y Medicaid retirar los fondos a los establecimientos si sus empleados no están vacunados contra la COVID-19. A diferencia de la desaparecida norma de la OSHA, los centros sanitarios y los trabajadores no pueden optar por no hacerlo sometiéndose a pruebas semanales.
«Estoy orgulloso de nuestros hombres y mujeres de la Guardia Nacional de Idaho, que han dado un paso adelante una y otra vez para ayudar a nuestro estado y a nuestras comunidades a atravesar un momento difícil y sin precedentes», dijo también Little el lunes. «La tensión en la atención médica, las escuelas, las empresas y el gobierno por la propagación de la COVID-19 es un recordatorio de que no estamos fuera de la pandemia, y tenemos que estar atentos para mantenernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos sanos».
En el Grupo de Salud Primaria, el mayor proveedor independiente de medicina familiar y de atención urgente de Idaho, el personal de la Guardia Nacional ayudará a las clínicas a realizar las pruebas de la COVID-19 a un mayor número de pacientes, dijo el Dr. David Peterman, director general, a The Associated Press.
Al menos 48 estados y 3 territorios han recurrido a los soldados de la Guardia Nacional para cubrir las carencias de personal, según la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, o FEMA. Las tropas han conducido autobuses escolares, han dotado de personal a cocinas de hospitales, han ayudado a atender residencias de ancianos, han clasificado a pacientes de salas de urgencias y han construido clínicas de vacunación contra la COVID-19.
En Oregón, la gobernadora Kate Brown ha enviado a unos 1200 efectivos de la Guardia Nacional para ayudar a más de 50 hospitales que, según ella, están bajo presión debido a un aumento de las hospitalizaciones provocado por la variante ómicron. El gobernador de Washington, Jay Inslee, desplegó recientemente a 100 efectivos de la Guardia Nacional en varios hospitales de todo el estado para establecer sitios de prueba y ayudar en tareas no médicas.
Con información de Associated Press.
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