El gobernador de Tennessee, Bill Lee, firmó el viernes una amplia ley que prohibirá en gran medida los pasaportes de vacunación COVID-19 y restringirá la aplicación de órdenes de mascarilla en todo el estado.
La medida, HB 9077/SB 9014, fue aprobada por la legislatura estatal el mes pasado en una sesión legislativa especial de tres días.
La nueva ley (pdf) entrará en vigor inmediatamente, prohibiendo que las entidades gubernamentales, las escuelas públicas y muchas empresas privadas exijan una prueba de vacunación COVID-19 como condición de entrada, o que obliguen a su personal a vacunarse.
Las empresas que contratan con el gobierno federal —y que por tanto reciben fondos federales, incluidas las universidades públicas— podrán exigir vacunas y mascarillas después de solicitar y obtener la aprobación de la oficina del contralor del estado, si pueden argumentar que no hacerlo podría hacerles perder la financiación federal.
Algunas empresas e instituciones de enseñanza superior ya han solicitado la exención de los requisitos. El contralor tendrá un formulario en línea para las solicitudes de exención para el lunes, dijo el portavoz John Dunn, informó The Associated Press.
«Creo que la mayoría de las empresas no quieren la intervención que se dio primero por el gobierno federal», dijo Lee a los periodistas el miércoles, informó el Chattanooga Times Free Press. «Tuvimos un gobierno federal que exigió a las empresas, en contra de su voluntad, que exigieran a sus empleados, en contra de su voluntad, que tomaran una decisión de salud personal, lo cual es una extralimitación atroz del gobierno federal».
La nueva ley también permite a las escuelas públicas y a las entidades gubernamentales exigir mascarillas si hay al menos 1000 casos de COVID-19 por cada 100,000 residentes en un periodo de 14 días. Ningún condado de Tennessee ha alcanzado esa cifra desde el inicio de la pandemia del virus del PCCh. Incluso si se aplica una orden de mascarilla, solo se permitiría que permaneciera durante 14 días.
La medida también permitirá que las personas que dejen su trabajo por negarse a recibir la vacuna COVID-19 en medio de las ordenes en el lugar de trabajo, tengan derecho a las prestaciones de desempleo.
The Epoch Times informó anteriormente sobre otros puntos de la amplia legislación de Tennessee con más detalle.
La nueva medida se produce después de que el 4 de noviembre el gobierno de Biden emitiera una norma a través de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) de su Departamento de Trabajo, por la que se exige a las empresas con 100 empleados o más que se vacunen contra COVID-19 antes del 4 de enero de 2022, o que se sometan a pruebas semanales y usen una mascarilla.
Un tribunal federal de apelaciones suspendió temporalmente la orden federal de vacunación el 6 de noviembre, mientras se libran múltiples batallas legales sobre la legalidad de la orden. El tribunal reafirmó su decisión el viernes.
Los legisladores republicanos habían citado la orden federal de vacunación como la principal razón por la que convocaron la sesión especial de tres días, informó The Associated Press.
Según la agencia de noticias, la Cámara de Comercio e Industria de Tennessee y la Federación Nacional de Empresas Independientes de Tennessee dijeron que la nueva ley estatal pondría a las empresas en riesgo de ser demandadas mientras tratan de navegar por los requisitos estatales y federales en conflicto sobre los requisitos de vacunación.
El presidente republicano de la Cámara de Representantes de Tennessee, Cameron Sexton, que impulsó la sesión especial, elogió la firma de la nueva legislación por parte de Lee.
«¡Una gran victoria para defender los derechos constitucionales de todos los ciudadanos!» dijo Sexton en Twitter. «Orgulloso de que hayamos protegido los derechos de los padres y la capacidad de los habitantes de Tennessee para tomar decisiones de salud libres de la intrusión y coerción del gobierno, al tiempo que trazamos una línea en la arena contra la extralimitación inconstitucional de Biden».
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