El gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo este lunes en una rueda de prensa que tomará en breve una acción ejecutiva de emergencia contra la idea de que los estadounidenses necesiten un pasaporte de vacunas para poder viajar a nivel nacional e internacional.
«No apoyamos eso. Creo que es algo sobre lo que la gente tiene ciertas libertades y libertades individuales para tomar decisiones por sí mismos», dijo el gobernador.
«Es completamente inaceptable que el gobierno o el sector privado le impongan el requisito de mostrar una prueba de la vacuna para simplemente poder participar en la sociedad normal».
DeSantis dijo que la gente no debería necesitar mostrar una prueba de la vacuna contra el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) para ir a un partido, al cine, a los parques de atracciones o a otros eventos sociales.
«¿Quieres que el zorro vigile el gallinero? Quiero decir, dame un respiro», dijo. «Entiendo, más o menos, cómo algunas personas pueden aceptar la idea, y no digo que todo se haga necesariamente con malos propósitos, pero creo que a la larga crearía problemas en el estado».
También instó a la legislatura estatal a tomar medidas más permanentes.
La Administración de Biden «proporcionará orientación» sobre los esfuerzos del sector privado para desarrollar pasaportes de vacunas y sistemas similares, dijo el lunes la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, a los periodistas en Washington.
Anteriormente este mes, DeSantis ya había expresado su desaprobación por la idea, diciendo que estaba «totalmente fuera de la mesa de negociación».
«El pasaporte de vacunas es una idea terrible. Definitivamente no vamos a exigir nada desde la perspectiva del estado. Eso está totalmente fuera de la mesa de negociación», dijo DeSantis a los periodistas el 18 de marzo. «Si tengo negocios que quieren hacer eso en Florida, creo que eso es más una decisión privada».
La exasesora de Clinton, Naomi Wolf, dijo el domingo a Fox News que la obligatoriedad de los pasaportes con la vacuna COVID-19 sería el «fin de la libertad humana en Occidente si este plan se desarrolla como está previsto».
La semana pasada, DeSantis criticó a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) por haber anunciado la semana pasada que la orden de no zarpar en los cruceros seguiría vigente hasta el 1 de noviembre.
El 26 de marzo, el gobernador se sentó con funcionarios estatales para discutir la importancia de la industria, calificando la orden como «sin fundamento».
Durante la reunión, DeSantis pidió a los CDC que revirtieran la orden de no navegar que está vigente desde el 14 de marzo de 2020.
«Si hay algo que hemos aprendido en el último año, es que los cierres no funcionan, y los floridanos merecen el derecho a ganarse la vida», dijo DeSantis. «La industria de los cruceros es esencial para la economía de nuestro estado y mantenerla cerrada hasta noviembre sería devastador para los hombres y mujeres que dependen de las líneas de cruceros para mantenerse a sí mismos y a sus familias. Insto a los CDC a anular inmediatamente esta orden sin fundamento de no navegar para permitir que los floridanos de esta industria vuelvan a trabajar».
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