Google ordenó pruebas semanales para COVID-19 y mascarillas quirúrgicas para los empleados en sus instalaciones a medida que aumentan las infecciones de la variante ómicron, que representa más del 98 por ciento de los casos en Estados Unidos.
“Para ayudar a prevenir una mayor propagación de COVID-19 durante este período de mayor riesgo, estamos implementando nuevas medidas temporales de salud y seguridad para cualquier persona que acceda a nuestros sitios en EE.UU.”, dijo un portavoz de Google, según Reuters.
Para los trabajadores remotos, Google ofrece kits de prueba caseros y gratuitos para todos los miembros del hogar. Los trabajadores de tiempo completo tendrán acceso a kits que brindan resultados instantáneos de Cue Health, mientras que los contratistas recibirán las pruebas BioIQ por correo, según una serie de publicaciones críticas en Twitter del Sindicato de Trabajadores de Alphabet.
Ómicron se ha extendido rápidamente por todo el país, pero la variante altamente transmisible es característica de síntomas leves que requieren significativamente menos hospitalizaciones que la variante Delta.
Varias organizaciones destacadas, incluidos médicos, han sugerido que la pandemia de COVID-19 se volvería endémica y que la enfermedad podría tratarse de forma estacional, como el resfriado común. Ómicron sería el comienzo de esa transición.
El cofundador de Microsoft, Bill Gates, se pronunció recientemente a favor de este argumento.
En Estados Unidos, los casos aumentaron más del 568 por ciento desde el 14 de diciembre, cuando el promedio de siete días fue de 119,379, a 798,335 el 14 de enero. Sin embargo, el número de muertes registró un cambio mucho menor desde un promedio de 1148 el 1 de diciembre 14 a 1784 el 14 de enero.
Google es una de las corporaciones Big Tech más estrictas en el cumplimiento de los mandatos. El mes pasado, la compañía exigió que todos los empleados se vacunaran o enfrentarían la pérdida de salario. Quien incumpliera la orden podría ser despedido. Sólo unos meses antes, la empresa dijo que no aplicaría los mandatos.
A diferencia de otras empresas de tecnología que se han vuelto completamente remotas, Google ha mostrado que desea seguir haciendo uso de las oficinas. La empresa invirtió recientemente alrededor de USD 1000 millones en la compra de un edificio en el centro de Londres.
Los representantes de Google no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios de The Epoch Times.
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