Horas antes de partir hacia Estados Unidos, la vicepresidenta Kamala Harris repitió sus críticas a Beijing por socavar el orden internacional basado en reglas, durante una conferencia de prensa el 26 de agosto.
Sin embargo, la vicepresidenta no ofreció detalles sobre las medidas que el gobierno de Joe Biden podría tomar para rechazar la agresión de Beijing en el mar de China Meridional y la que ejerce en contra de Taiwán.
«Creo que este viaje señala el comienzo del siguiente capítulo en la relación entre Estados Unidos y Vietnam», dijo Harris, quien llegó a Vietnam el martes por la noche, tras concluir una visita de tres días a Singapur.
«A lo largo de mi visita aquí, también reafirmé el compromiso que tiene Estados Unidos con nuestra visión común de un Indo-Pacífico libre y abierto», dijo a continuación.
«Nosotros seguiremos trabajando con Vietnam para hacer frente a las amenazas a la libertad de navegación y al orden internacional basado en normas», añadió.
A lo largo de su viaje por Asia, Harris se mostró abiertamente contra Beijing. El martes, en Singapur, dijo que Beijing «sigue coaccionando, intimidando y reclamando la mayor parte del mar de China Meridional».
Durante una reunión bilateral con el presidente de Vietnam, el miércoles, Harris dijo que era necesario «aumentar la presión» sobre Beijing y «desafiar su intimidación» en el mar de China Meridional. También habló de elevar los lazos bilaterales en una «asociación estratégica».
El viaje de Harris a Asia —destinado a profundizar los lazos con Singapur y Vietnam y a mostrar el compromiso de Estados Unidos con la región— se produce en un momento en que el régimen chino intenta erosionar el liderazgo de Estados Unidos en todo el mundo. El régimen ha aprovechado la caótica retirada de Estados Unidos de Afganistán para lanzar una agresiva campaña propagandística para etiquetar a Estados Unidos como un aliado poco fiable.
El medio estatal chino de línea dura, Global Times, en un artículo publicado el 25 de agosto, dijo que Vietnam y Singapur «tienen claro» que la diplomacia estadounidense consiste en «hacer que los aliados se sacrifiquen» por Estados Unidos.
En 2016, una sentencia de un tribunal arbitral rechazó las reclamaciones territoriales de Beijing sobre una zona demarcada por una «Línea de las Nueve Rayas». Haciendo caso omiso de la sentencia, Beijing adoptó como contraparte tácticas agresivas —incluyendo la construcción de vías e instalaciones militares en islas de los mares en disputa— para ejercer su afirmación territorial.
Otras tácticas agresivas consisten en negar a los pescadores de otros países el acceso a los recursos pesqueros de las aguas en disputa.
Brunei, Malasia, Filipinas, Taiwán y Vietnam tienen disputas territoriales marítimas con China.
Las agresiones de Beijing contra Taiwán consisten sobre todo en la incursión de aviones militares chinos en la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ) de la isla. En lo que va del mes, estas incursiones se han producido en 11 días diferentes, siendo la última el 25 de agosto, cuando un avión de guerra antisubmarina entró en la ADIZ, según el ministerio de Defensa Nacional de Taiwán.
El régimen chino también amenazó con entablar una guerra contra Taiwán y ha realizado ejercicios militares cerca de la isla.
Taiwán, una nación independiente de facto, es una democracia autogestionada con su propio ejército, constitución y moneda. Sin embargo, el Partido Comunista Chino considera a la isla como una parte de su territorio que debe reunirse con el continente, por la fuerza si es necesario.
«Si China continúa su agresión en la región, particularmente en Taiwán, ¿qué está dispuesta a hacer la administración Biden de manera diferente para disuadirla, dado que nada parece estar funcionando hasta ahora?», preguntó un reportero a Harris. El periodista también preguntó si el gobierno consideraría aumentar su presencia militar en el mar de China Meridional o imponer sanciones a funcionarios chinos.
Harris no comentó nada sobre Taiwán, la posibilidad de aumentar la fuerza militar estadounidense o las posibles sanciones de Estados Unidos.
«Vamos a alzar la voz cuando Beijing emprenda acciones que amenacen el orden internacional basado en normas», dijo Harris en respuesta a la pregunta del periodista.
«Vamos a seguir haciendo lo que podamos para asegurarnos de que seguimos comprometidos con nuestros socios y aliados en este tipo de cuestiones importantes», añadió.
El 4 de agosto, el gobierno de Biden aprobó su primera venta de armas a Taiwán, que en su conjunto incluía 40 obuses autopropulsados y 20 vehículos de apoyo a la munición de artillería de campaña. En marzo, el almirante estadounidense Philip Davidson, entonces jefe del Comando Indo-Pacífico, dijo durante una audiencia en el Congreso que Beijing podría invadir Taiwán «en los próximos seis años».
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
