Hong Kong vio el mayor arresto masivo en meses, luego de que las autoridades trataron de frustrar las protestas prodemocracia planeadas para el Día de la Madre.
El 11 de mayo, la policía de Hong Kong detuvo a unos 230 manifestantes entre 12 y 65 años de edad, por delitos que incluían reunión ilegal, asalto a la policía y por no proporcionar pruebas de identidad, según un comunicado policial.
Las manifestaciones masivas, desencadenadas por el temor a la creciente influencia de Beijing en la ciudad, estallaron el pasado mes de junio. Aunque las protestas se calmaron en medio de la pandemia, los manifestantes se prepararon para regresar a las calles este fin de semana, luego de los recientes arrestos de activistas prodemocracia y la renovada interferencia del régimen comunista chino en la política local.
Cientos de personas se reunieron en centros comerciales de toda la ciudad el domingo por la tarde para corear eslóganes y canciones de protesta luego de que la policía se negara a conceder permiso para una marcha en el Día de la Madre, citando las nuevas normas que prohíben las reuniones públicas para evitar la propagación de COVID-19.
La policía antidisturbios apareció para dispersar a las multitudes.
Otras 19 personas fueron multadas por violar una regulación sanitaria que prohíbe las reuniones públicas de más de ocho personas. La policía usó gas pimienta dentro de un centro comercial para dispersar a los manifestantes que se negaban a salir y rodeaban a los oficiales, según el comunicado de la policía.
Entre los detenidos se encontraba el legislador del Partido Demócrata Roy Kwong, quien fue empujado al suelo por la policía antidisturbios. Un oficial presionó su rodilla contra la cabeza de Kwong, según las imágenes de las escenas en las redes sociales. Kwong, fue acusado de alteración del orden público y es una de las 18 personas hospitalizadas este lunes por las lesiones recibidas el domingo, según la Autoridad Hospitalaria de Hong Kong.
Gary, un residente del barrio de Tsim Sha Tsui, declaró en una entrevista que vio lo que estaba pasando en la televisión y salió de su edificio de apartamentos para comprobar la situación. Él dijo que las acciones del gobierno han hecho enojar a la gente, obligándola a protestar en las calles.
Habiendo estado en varias protestas masivas en 2019, Gary manifestó que tenía un profundo respeto por la persistencia y la manera civilizada de los jóvenes manifestantes. «Ellos han sacrificado su carrera por Hong Kong y por nuestra sociedad, para luchar por la justicia que de otra manera Hong Kong no tendría», dijo en una entrevista.
Jenny, una manifestante, señaló que vio a muchas madres participando en las protestas del domingo. Ellas «se preocupan por la próxima generación», dijo, añadiendo que su fe cristiana les dio el coraje para salir. «Tengo que decir la verdad y dejar que el mundo lo sepa».
El trato duro y a veces violento de la policía con los manifestantes, el cual provocó un escrutinio internacional el año pasado, causó un nuevo torrente de quejas luego de los acontecimientos del domingo.
Un manifestante de mediana edad en Tsim Sha Tsui, dijo que la policía amenazó con darle una paliza mientras comprobaba su identidad. «Él no provocó a la policía, pero le pidió a la gente del frente que tuviera cuidado», declaró su amigo a The Epoch Times.
Mientras las protestas continuaban por la noche en la zona de Mong Kok, la policía disparó ráfagas de gas pimienta a los miembros de la prensa y llevó a cabo operaciones de detención y registro de los periodistas en el lugar de los hechos.
Una reportera del periódico local Apple Daily se desplomó luego de que un policía la sacara y la pusiera en un lugar asfixiante durante unos 20 segundos, según la agencia.
TMHK, un periodista local de la televisión, declaró que los policías obligaron a su fotógrafo a arrodillarse durante más de una hora y lo inmovilizaron en el suelo por el cuello. Fue retenido allí mientras el líquido del spray de pimienta disparado por las armas de los oficiales, se filtraba en el suelo.
La Asociación de Periodistas de Hong Kong, junto con media docena de otras asociaciones de medios de comunicación locales, emitieron una declaración conjunta el 11 de mayo en la que condenaron a la fuerza policial por «atacar» y «humillar» a los periodistas.
«A finales del año pasado, la fuerza policial había cambiado su lema en ‘servir a Hong Kong con honor, deber y lealtad’ (…) pero su comportamiento durante el año pasado y lo que ocurrió anoche han ido completamente en contra de estos valores declarados», dijeron.
Shelly, quien sostenía una pancarta de protesta en Canton Road, una de las principales vías de comunicación, criticó al gobierno por suprimir los derechos de reunión del pueblo en nombre de la lucha contra el brote epidémico.
Ella había «salido por su amor a Hong Kong», dijo a The Epoch Times. «Pensé que cuando un ciudadano más sale, es un poco más seguro para los estudiantes [jóvenes manifestantes]», dijo.
El Sr. Chen, quien venía de visita desde Beijing, vio cómo se desarrolló las protestas. Él dijo que es poco probable que los hongkoneses abandonen sus esfuerzos. «¿Recuerdan por qué las generaciones mayores vinieron a Hong Kong? Todos vinieron aquí para escapar del Partido Comunista Chino [después de que el Partido tomara el poder en China en 1949]», dijo.
La edición de Hong Kong de The Epoch Times contribuyó a este informe.
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