El líder de los derechos civiles, el reverendo Jesse Jackson–quien está completamente vacunado–y su esposa, Jacqueline Jackson, fueron hospitalizados con COVID-19, según un comunicado el sábado.
Jesse Jackson, de 79 años, recibió su primera dosis de una vacuna contra COVID-19 en enero de 2021 durante un evento publicitado e instó a otros a vacunarse lo antes posible. No está claro si su esposa, que tiene 77 años, también recibió la vacuna.
Ambos están siendo tratados en el Northwestern Memorial Hospital en Chicago, según un comunicado de la organización sin fines de lucro de Jackson, Rainbow/PUSH Coalition. No se proporcionó una actualización sobre su estado.
«No hay más actualizaciones en este momento», dijo el comunicado. «Proporcionaremos actualizaciones a medida que estén disponibles».
Los médicos, dijo el grupo, están «monitoreando actualmente la condición de ambos» y agregó que «cualquier persona que haya estado cerca de alguno de ellos durante los últimos cinco o seis días debe seguir» las pautas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. en torno a las pruebas y el distanciamiento social.
La COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino.
A principios de este año, Jackson se sometió a una cirugía luego de ser hospitalizado por dolor abdominal. En 2017, le diagnosticaron la enfermedad de Parkinson, un trastorno neurológico.
“Oremos todos por el Rev. y la Sra. Jesse Jackson. Ellos necesitan nuestras oraciones sinceras e intensas. ¡La oración cambia las cosas!», escribió el presentador de MSNBC Al Sharpton en Twitter.
Como Jackson estaba completamente vacunado, su hospitalización seguramente generará más preguntas sobre la eficacia de las vacunas a la luz de las nuevas variantes de COVID-19. La semana pasada, la directora de los CDC, Rochelle Walensky, dijo durante una conferencia de prensa que hay «evidencia preocupante» de que la protección de la vacuna de ARNm está «menguando» contra la denominada cepa Delta.
En un estudio publicado por los CDC y citado por Walensky, la eficacia contra la infección se ha desplomado al 53.1 por ciento para las vacunas Pfizer y Moderna. Como resultado, Walensky dijo que debido a la disminución de la efectividad, el gobierno federal está «planeando que los estadounidenses reciban dosis de refuerzo a partir del próximo mes», y dijo que su iniciativa está diseñada para «adelantarnos a este virus».
Pero el impulso para proporcionar dosis de refuerzo generó fuertes críticas de la Organización Mundial de la Salud, que dijo que el plan privaría de vacunas a las naciones más pobres. Algunos científicos e investigadores médicos que fueron vacunados previamente escribieron en Twitter que no recibirían la dosis de refuerzo a la luz del anuncio de los CDC.
A principios de este mes, uno de los principales desarrolladores de vacunas de AstraZeneca, el profesor Andrew Pollard, dijo que «no es una posibilidad» obtener inmunidad colectiva con las vacunas, y que los investigadores y los gobiernos deben, en cambio, cambiar hacia los métodos de tratamiento.
En declaraciones al Parlamento del Reino Unido, Pollard dijo que lo que el virus del PCCh «arrojará a continuación es una variante que quizás sea incluso mejor para transmitir en poblaciones vacunadas», y agregó que es «una razón aún más importante para no realizar un programa de vacunación en torno a la inmunidad colectiva».
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la Coalición Rainbow/PUSH para solicitar comentarios adicionales.
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