Un estudio sobre la hidroxicloroquina que atrajo la atención mundial y provocó la suspensión de múltiples ensayos, se retractó y se retiró de una importante revista después de que tres de sus investigadores admitieran que no podían dar fe de los datos utilizados.
En el estudio de observación se afirmaba que se incluían los expedientes médicos de casi 100,000 pacientes que tomaban hidroxicloroquina o la cloroquina estrechamente relacionada con ella. Los cuatro investigadores dijeron que su análisis mostraba una mayor tasa de mortalidad en los pacientes de COVID-19 que tomaron el fármaco en comparación con los que no lo hicieron.
Pero Surgisphere, una empresa poco conocida con sede en Chicago donde trabaja uno de los autores, se negó a compartir el conjunto de datos que supuestamente contenía los registros, lo que llevó a los otros tres autores a solicitar una retractación.
«Nuestros examinadores independientes nos informaron que Surgisphere no transferiría» información relevante, incluyendo el conjunto de datos completo «a sus servidores para su análisis, ya que dicha transferencia violaría los acuerdos con los clientes y los requisitos de confidencialidad», escribieron los investigadores en un comunicado del 4 de junio (pdf).
«Como tal, nuestros examinadores no pudieron realizar una revisión independiente y privada por pares y, por lo tanto, nos notificaron su retiro del proceso de revisión por pares».
«Basándonos en este desarrollo, ya no podemos dar fe de la veracidad de las fuentes de datos primarias. Debido a este desafortunado desarrollo, los autores solicitan que el artículo sea retirado», añadieron más tarde.
«Todos entramos en esta colaboración para contribuir de buena fe y en un momento de gran necesidad durante la pandemia de COVID-19. Nos disculpamos profundamente con ustedes, los editores y los lectores de la revista por cualquier vergüenza o inconveniente que esto pueda haber causado».
El estudio original sacudió al mundo científico, lo que llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a las autoridades francesas a suspender los ensayos clínicos en los que se probaba la hidroxicloroquina contra el COVID-19, la nueva enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Sin embargo, más de 100 profesionales médicos plantearon 10 problemas principales con el estudio, que culminaron con la retractación unos días después de que The Lancet, que publicó el artículo, dijera que había «serias preocupaciones» con los datos.
The Lancet dijo el jueves que «toma los temas de integridad científica extremadamente en serio, y hay muchas preguntas pendientes sobre Surgisphere y los datos que supuestamente se incluyeron en este estudio».
Se retiró el artículo a petición de los investigadores: Mandeep Mehra de la Facultad de Medicina de Harvard, Frank Ruschitzka del Centro Universitario del Corazón en el Hospital Universitario de Zurich y Amit Patel del Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Utah.
Sapan Desai, de Surgisphere, fue el cuarto autor que figura en el artículo original, que fue financiado por el Hospital Brigham and Women’s de Boston (Massachusetts).
Si bien algunos estudios han demostrado que los pacientes de COVID-19 tienen problemas cardíacos cuando toman hidroxicloroquina o cloroquina, los fármacos fueron aprobados hace décadas y han sido utilizados por cientos de miles de personas con poca preocupación. Los fármacos han demostrado su eficacia en algunos estudios, incluso en la India y Estados Unidos, y se están realizando grandes ensayos clínicos para examinar su seguridad y eficacia.
Los funcionarios de la OMS dijeron a principios de esta semana que su ensayo de hidroxicloroquina se estaba reiniciando sobre la base del asesoramiento de expertos y algunos grupos, incluidos los investigadores británicos que realizan un gran ensayo analizando el fármaco que nunca interrumpieron su trabajo.
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