El Partido Comunista Chino (PCCh) ha intensificado sus esfuerzos para influir en los medios de comunicación de Estados Unidos como parte de una campaña global multimillonaria para moldear la opinión pública a su favor, según un nuevo informe.
Freedom House, en su informe «Beijing’s Global Media Influence», publicado el 8 de septiembre, descubrió que el régimen chino y sus delegados estaban utilizando «tácticas más sofisticadas, encubiertas y coercitivas» para propagar narrativas favorables a Beijing, difundir desinformación y eliminar noticias desfavorables.
«Beijing está redoblando su campaña para controlar su imagen en el mundo y someter a los medios de comunicación extranjeros a su voluntad», dijo Michael J. Abramowitz, presidente de Freedom House, en un comunicado de prensa.
«Estos esfuerzos buscan silenciar las críticas al régimen y convertir a los medios de comunicación independientes en cómplices del Partido Comunista Chino».
Las áreas que experimentaron la influencia china más intensa fueron: Taiwán, Estados Unidos y el Reino Unido, y Freedom House calificó de «muy altos» los esfuerzos de manipulación de Beijing en esos países.
Pagar por la influencia
En Estados Unidos y en otros países, los medios de comunicación estatales chinos han pagado a medios de comunicación de renombre para que publiquen contenidos que retratan al régimen de forma positiva, detallaba el informe.
En la revista Time, Los Angeles Times, USA Today, CNN y Foreign Policy han aparecido suplementos pagados en internet y en papel de los medios de comunicación estatales China Daily o Xinhua News Agency.
Según los archivos del Departamento de Justicia, China Daily ha pagado al menos 7 millones de dólares a varias publicaciones para que publiquen sus inserciones desde enero de 2019 hasta octubre de 2021, según el informe.
Dos estaciones de radio en Washington y en el área de la ciudad de Nueva York, según el informe, también han sido pagadas para transmitir la programación de la emisora estatal china China Radio International.
Campañas en las redes sociales
El régimen chino también ha seguido aprovechando las redes sociales para amplificar los argumentos a favor del PCCh.
En Estados Unidos, el consulado chino en Nueva York pagó a influencers de las redes sociales para promocionar los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing de 2022 y «cualquier cosa buena en las relaciones entre Estados Unidos y China», según una presentación federal de diciembre.
El impulso de las relaciones públicas se produjo en medio de una creciente reacción internacional antes de los Juegos por la represión de Beijing en la región de Xinjiang, que varios gobiernos y parlamentos han calificado de genocidio.
«Muchos de estos esfuerzos estaban relacionados con la presión del gobierno chino para socavar la credibilidad de la documentación que mostraba las detenciones masivas y las atrocidades cometidas contra los uigures y los miembros de otros grupos minoritarios musulmanes en Xinjiang», afirmaba el informe.
Desde 2019, el PCCh ha intensificado drásticamente sus campañas de desinformación en las plataformas de redes sociales de todo el mundo, utilizando redes de cuentas falsas para difundir narrativas falsas, descubrió Freedom House.
A lo largo de los años, se han detectado miles de cuentas falsas en Twitter, Facebook y YouTube, y se han retirado por manipular el debate sobre una serie de temas relacionados con China, según el informe. Entre ellos, las protestas prodemocráticas en Hong Kong, las violaciones de los derechos humanos en Xinjiang y las relaciones de Estados Unidos con Taiwán.
El informe señala que las redes de desinformación vinculadas a China también se inmiscuyeron en los debates sobre cuestiones internas de Estados Unidos, alimentando la confusión sobre temas candentes como la respuesta del gobierno a la pandemia, las tensiones raciales y las divisiones políticas durante las elecciones presidenciales de 2020.
Los intentos del régimen de influir en los canales de comunicación de los países democráticos han sido objeto de un creciente escrutinio.
En mayo, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que Estados Unidos estaba «profundamente preocupado» por los esfuerzos del PCCh para reprimir las libertades de prensa en la China continental, mientras que simultáneamente explota los medios de comunicación libres en otras naciones para difundir mensajes a favor de Beijing.
«Tenemos un desequilibrio total, porque estos líderes en Beijing están utilizando los medios de comunicación libres y abiertos que aseguramos y están protegidos en los sistemas democráticos para difundir propaganda, para difundir información errónea», dijo Blinken.
«En última instancia, esa es una propuesta insostenible».
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