La evidencia de la sustracción forzada de órganos a gran escala ha ensombrecido el sistema del trasplante de órganos en China durante más de una década.
Ahora, un documento interno que analiza la asignación de órganos y los datos de trasplantes en una provincia china ha revelado abusos sistémicos de informes por parte de los hospitales. Los abusos arrojan serias dudas sobre la credibilidad del sistema oficial del registro de órganos de China, que podría apuntar aún más a la sustracción de órganos autorizada por el estado y realizada a prisioneros en contra de su voluntad, según el análisis de un experto sobre los hallazgos del informe.
El informe, obtenido de una fuente confiable, fue compilado por el Sistema de Respuesta al Trasplante de Órganos de China (COTRS), un organismo creado por la Comisión Nacional de Salud (NHC) en 2011 para registrar y asignar órganos. Bajo este régimen, los órganos registrados en el COTRS son emparejados y se asignan a pacientes que los necesitan.
El documento reveló que desde el 1 de enero de 2015 hasta el 13 de abril de 2018, se registraron 3130 órganos a nivel nacional en el COTRS luego de que se realizara el trasplante.
«Esto es realmente ridículo», dijo en un correo electrónico el Dr. Torsten Trey, director ejecutivo del grupo de defensa de la ética médica Médicos Contra la Sustracción Forzada de Órganos. Esta gran cantidad de órganos que se ingresan en el COTRS luego del trasplante indica “negligencia sistemática”, agregó.
Desde 2015, el régimen chino ha afirmado que los órganos para la cirugía de trasplante provienen solo de donantes voluntarios. En un programa ordinario de asignación de órganos, los posibles donantes de órganos deben ser informados al sistema de asignación (en este caso, el COTRS), el cual posteriormente empareja los órganos con los receptores adecuados.
“Pero aquí los órganos [fueron] asignados sin el COTRS”, dijo Trey.
«Esto podría ser un fuerte indicio de que los órganos se sustraen a pedido», luego de lo cual los órganos se asignan a pedido, dijo.
En 2019, un tribunal independiente concluyó, después de una investigación de un año, que el régimen chino ha sustraído por la fuerza los órganos de presos de conciencia para el mercado de trasplantes «en una escala sustancial», una práctica que continúa actualmente.
El tribunal concluyó que las principales víctimas son los practicantes de Falun Gong detenidos. Los practicantes de Falun Gong, una práctica espiritual, han sido perseguidos por el Partido Comunista Chino durante más de dos décadas, y millones han sido detenidos en prisiones, campos de trabajo y otras instalaciones, según el Centro de Información de Falun Dafa.
Trey dijo que dado que miles de órganos parecen haber eludido el proceso de asignación, no se puede confiar en el sistema completo.
«Si no se ingresan 3000 órganos, ¿cómo podemos garantizar que no se ingresen 30,000 órganos?», dijo. “Quizás tuvieron 30,000 trasplantes y luego decidieron registrar 3000 de ellos en el COTRS”.
«Una vez que se incumple el proceso, cualquier cosa puede suceder».
Trey sugirió que el COTRS podría ser simplemente una «cáscara vacía» o un «endulzante para los médicos occidentales».
«Los médicos occidentales están siendo engañados de que el COTRS es similar a otros programas de asignación de órganos», dijo.
Informando brechas
El informe del COTRS analizó la asignación de órganos y los datos de trasplantes en la provincia de Zhejiang, al este de China, desde el 1 de enero de 2015 hasta el 13 de abril de 2018. Junto con los datos del COTRS, el informe se basa en data de bases de datos complementarias de la NHC, el Registro de Trasplantes de Hígado de China, y el Registro Científico Chino de Trasplante de Riñón, así como información de las oficinas de obtención de órganos de los hospitales.
El informe dijo que a nivel nacional, 2036 órganos fueron registrados en el COTRS sin especificar una fuente. Trey dijo que esto demuestra una vez más la lentitud en la presentación de informes «no al nivel de los programas de asignación occidentales».
El documento también descubrió que 104 órganos fueron asignados a hospitales en Zhejiang, pero finalmente no fueron utilizados para trasplantes. Esta cifra representó el 2,6 por ciento de los órganos registrados en el COTRS en la provincia durante el período de tiempo, según datos citados en el informe.
El hecho de que más de 100 órganos–o incluso cualquier órgano–se asignen a un hospital y no se utilicen sería «100 por ciento imposible» en otras regiones con sistemas de trasplante desarrollados como Estados Unidos y Europa, dijo Trey.
En el caso de que un paciente falleciera antes de la cirugía de trasplante, entonces el hospital tendría que informar al COTRS para suspender la transferencia del órgano o reasignarlo, dijo, y señaló que era poco probable que más de 100 pacientes murieran antes del trasplante.
«Si esos órganos no se usaran y no se reasignaran, eso sugeriría una organización lenta o una abundancia de órganos que realmente a nadie le interesa», dijo Trey.
En el informe, el COTRS también identificó varios problemas en el sistema que indicaban que los hospitales de Zhejiang podrían haber «falsificado datos médicos, manipulado la distribución de órganos, y engañado [al sistema COTRS] para obtener órganos donados».
El documento descubrió más de 1400 casos en los que se cambiaron los datos del donante o receptor dentro de una hora antes del trasplante, o en los que se agregaron nuevos receptores a la lista de espera justo antes de recibir el trasplante.
«Esto es terrible», dijo Trey, y agregó que esto demuestra prácticas fraudulentas por parte de los hospitales.
«Si esto se hace público para la comunidad occidental de trasplantes, debería causar indignación por las malas prácticas».
The Epoch Times descubrió que uno de los hospitales identificados en el informe como un hospital de trasplantes autorizado y que realizaba operaciones de trasplante, el Hospital Shulan, no está en la lista oficial de hospitales de trasplantes del régimen chino.
«Si este hospital no es oficialmente un hospital de trasplantes, ¿qué otro hospital está realizando trasplantes [sin autorización]?» preguntó Trey.
El COTRS descubrió que cinco hospitales que no estaban autorizados para realizar trasplantes de órganos habían realizado 43 operaciones de trasplante durante el período estadístico.
Esta no es la primera vez que los datos oficiales de trasplantes de órganos de China generan alarma.
Un estudio de 2019 publicado en la revista científica BMC Medical Ethics encontró que había «evidencia muy convincente» de que el régimen chino estaba falsificando sistemáticamente sus datos de donación de órganos. Se descubrió que las cifras oficiales se ajustaban casi con precisión a una fórmula matemática, una ecuación cuadrática.
Ambiciones crecientes
A pesar de un mayor escrutinio sobre las prácticas de trasplante de órganos en China, Beijing se está preparando para expandir la industria.
Incluso cuando el virus del PCCh devastó China en la primera mitad de 2020, la industria de trasplantes de órganos de China siguió funcionando como de costumbre, sin «demoras evidentes en el tiempo de espera de órganos», según una investigación realizada en julio por la Organización Mundial para Investigar la Persecución de Falun Gong, una organización sin fines de lucro basada en Estados Unidos. Una enfermera de la región de Guangxi les dijo a los investigadores que, a pesar de los temores de la infección por el COVID-19, ellos «hacen la cirugía siempre que hubiese una», solamente que «no se vuelven locos como durante los tiempos previos a la pandemia».
Huang Jiefu, exviceministro de salud de China y director del Comité Nacional de Donación y Trasplante de Órganos de China, se jactó en una conferencia en octubre de 2020 de que China se había convertido en el segundo país más grande de trasplantes de órganos del mundo.
“Durante esta pandemia del COVID-19, la donación y el trasplante de órganos se desarrollaron de una manera muy fluida y altamente eficiente en nuestro país”, dijo Huang.
El funcionario añadió que China podría convertirse en el país de trasplantes de órganos más grande en tres años si pudiera resolver tres «problemas de cuello de botella», que son «el alto costo, la escasez de capacidad de trasplante, y la falta de órganos».
La NHC cambió las reglas de trasplantes en agosto del año pasado para facilitar que los médicos y hospitales estén autorizados a realizar trasplantes de órganos.
En diciembre, los legisladores estadounidenses presentaron proyectos de ley que sancionarían a los funcionarios extranjeros involucrados en la sustracción forzada de órganos.
«Existe una creciente evidencia de que el Partido Comunista de China ha sustraído y continúa sustrayendo órganos de prisioneros y miembros de grupos religiosos chinos», dijo en ese momento el copatrocinador del proyecto de ley, el senador Tom Cotton (R-Ark.).
«Ya es hora de responsabilizar a Beijing por estos actos atroces».
Con información de Eva Fu.
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