Los ingresos Huawei—el gigante tecnológico de China—disminuyeron en el primer semestre de 2021 tras la caída en ventas de sus smartphones debido a las sanciones impuestas de EE. UU. contra el régimen chino por cuestiones de seguridad nacional.
La ganancia de la empresa china cayó en un 29.4 por ciento, lo cual significa en una reducción de los USD 70,200 millones reportados en la primera mitad del 2020, comparados a los USD 49,600 millones registrados en el mismo período de 2021, según datos de AP.
Huawei fue incluido en una lista negra de exportación por el entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en 2019 y luego se le prohibió acceder a tecnología crítica de origen estadounidense, lo cual afectó su capacidad para diseñar sus propios chips y componentes de origen de proveedores externos.
La prohibición puso el negocio de celulares móviles de Huawei bajo una inmensa presión, y la compañía vendió su unidad de smartphones económicos a un consorcio de agentes y distribuidores en noviembre de 2020 para mantenerlo vivo.
La unidad de consumo, que incluyen smartphones, cayó un 47 por ciento en contraste a las cifras registradas en el primer semestre de 2020, según AP. Esta unidad representó el 42 por ciento de los ingresos totales, mientras que las ventas de equipo y otras tecnologías de telefonía e Internet cayeron un 14.2 por ciento.
Ahora, el fabricante chino de teléfonos inteligentes Xiaomi, que fue retirado de la lista negra por la administración Biden en mayo, se convirtió en el segundo mayor fabricante de smartphones del mundo en el segundo trimestre de 2021, superando a Huawei a nivel nacional y a Apple a nivel mundial.
Xiaomi se está expandiendo rápidamente en América Latina, África y Europa Occidental, con envíos que aumentaron un 300 por ciento, 150 por ciento y 50 por ciento, respectivamente, en comparación con el mismo período del año pasado.
Sin embargo, en China no es ningún secreto que las leyes chinas obligan a las empresas del país a cooperar con las agencias de seguridad del Partido Comunista Chino (PCCh) cuando se les solicita.
La administración Trump adoptó una línea dura contra Huawei y otras compañías tecnológicas chinas, diciendo que su equipo podría ser utilizado por el PCCh para espiar a los estadounidenses o interrumpir las redes de comunicaciones.
Huawei ha negado sistemáticamente tener vínculos con el PCCh, diciendo que es una empresa privada de propiedad casi total de los empleados. Un organismo sindical posee el 99.1 por ciento de la empresa y sirve como plataforma para más de 121,000 empleados que poseen acciones. Sin embargo, un estudio de 2019 concluyó que las acciones, que no son como acciones normales, no otorgan a los empleados derechos reales de propiedad.
El año pasado también hubo una serie de países que impidieron a Huawei el despliegue de su red 5G en medio de un esfuerzo de la administración Trump que advirtió a los países sobre las amenazas a la seguridad que plantean las empresas de tecnología con sede en China.
En junio, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de Estados Unidos votó a favor de limitar las compras de equipos de varias empresas chinas, incluyendo a Huawei, porque son consideradas una “amenaza para la seguridad nacional”.
Esta medida, que la FCC aprobó por unanimidad, prohibirá que los equipos de telecomunicaciones y videovigilancia de cinco compañías chinas sean autorizadas en EE.UU., además de revocar las autorizaciones ya existentes.
Con información de EFE y Cathy He.
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