Las negociaciones entre Israel y el grupo terrorista Hamás para un alto el fuego y un intercambio de rehenes podrían estar cerca de llegar a un acuerdo, según fuentes de ambas partes.
«Habrá una mayoría abrumadora para el acuerdo que está actualmente sobre la mesa. Es mejor no hablar de ello», declaró el 16 de diciembre el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ante la Comisión de Asuntos Exteriores y Seguridad de la Knesset.
Ese mismo día, un alto cargo de Hamás declaró a un medio de comunicación saudí: «Estamos más cerca que nunca de un acuerdo de intercambio de prisioneros y de un alto el fuego, siempre que [el primer ministro israelí, Benjamin] Netanyahu no lo obstaculice».
Una delegación israelí de trabajo, que incluye representantes de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), el Mossad y la agencia de contrainteligencia Shin Bet, llegó a Doha, Qatar, el 16 de diciembre para avanzar en las negociaciones.
Katz dijo también que Hamás ha mostrado una mayor flexibilidad en la cuestión de la permanencia de las IDF en los corredores Philadelphi y Netzarim, eliminando un obstáculo para el acuerdo. El primero discurre a lo largo de la frontera de Gaza con Egipto y el segundo atraviesa la Franja Central de Gaza desde Israel hasta el Mediterráneo.
«La otra parte comprende que no vamos a poner fin a la guerra», declaró Katz. «Estamos manteniendo conversaciones con muchas partes sobre el día después, pero la condición es que Hamás [no] controle Gaza».
El informe saudí dice que Hamás está de acuerdo en que los combates terminen sólo gradualmente, en base a un calendario fijado de antemano y respaldado por garantías de los actores internacionales.
Netanyahu se reunió con el enviado especial entrante del presidente electo de Estados Unidos Donald Trump para asuntos de rehenes, Adam Boehler, en la noche del 16 de diciembre durante la visita de Boehler a Israel, dijo la oficina del primer ministro.
Netanyahu dijo el 15 de diciembre que había hablado con Trump la noche anterior sobre el asunto. Anteriormente, Trump había dicho que habría «un infierno que pagar» en Medio Oriente si los rehenes no eran liberados antes de su toma de posesión.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que, cuando estuvo en Turquía el 13 de diciembre para mantener conversaciones con el ministro de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, sobre Siria, también habló de la necesidad imperiosa de que Hamás acepte un acuerdo de alto el fuego.
El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, dijo en la embajada de Estados Unidos en Jerusalén el mismo día que «la postura de Hamás en la mesa de negociaciones se adaptó tras el anuncio del alto el fuego entre Israel y Líbano».
Sullivan se había reunido con Netanyahu el día anterior en Jerusalén en un encuentro en el que participaron altos cargos diplomáticos y de seguridad de ambas partes.
Hamás había creído previamente que otras fuerzas «acudirían en su rescate, en su ayuda», dijo Sullivan.
«Y cuando conseguimos ese alto el fuego, quedó claro que el Frente Norte se había desvinculado de Gaza», afirmó.
Desde entonces, dijo, ha habido «un carácter diferente en las negociaciones».
«El equilibrio de poder en Medio Oriente cambió significativamente, y no de la forma que Sinwar o Nasrallah o Irán habían planeado», afirmó.
Sullivan se refería al difunto jefe militar de Hamás Yahya Sinwar, muerto por las FDI el 16 de octubre, y al difunto líder del grupo terrorista Hezbolá Hassan Nasrallah, muerto en un ataque aéreo israelí selectivo el 27 de septiembre. Irán ha respaldado, armado y subvencionado a Hamás y a Hezbolá.
«Ahora nos enfrentamos a un Medio Oriente radicalmente remodelado en el que Israel es más fuerte, Irán más débil, sus representantes diezmados y un alto el fuego nuevo y duradero en Líbano que garantiza la seguridad de Israel a largo plazo», afirmó.
En más de un año de guerra tras el ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre de 2023, que dejó 1200 muertos y más de 250 secuestrados, Israel ha eliminado a la mayoría de los dirigentes de ambos grupos.
La guerra de Israel en Gaza, con los objetivos explícitos de eliminar a Hamás y liberar a los cerca de 100 rehenes restantes, vivos o muertos, que aún retiene el grupo terrorista, ha devastado el enclave costero y acabado con la vida de más de 44,000 personas, según las autoridades sanitarias de Gaza, que controla Hamás. Las FDI afirman que aproximadamente la mitad eran miembros de Hamás.
El fuego de cohetes de apoyo de Hezbolá en el norte de Israel expulsó de sus hogares a más de 60,000 residentes. La ofensiva terrestre de Israel en Líbano, iniciada a finales de septiembre, y la intensificación de los ataques aéreos dañaron significativamente la capacidad de Hezbolá para hacer la guerra.
Hezbolá, cuyos líderes habían prometido no detenerse hasta que Israel se retirara de Gaza, firmó un acuerdo de alto el fuego con Israel que comenzó el 27 de noviembre.
La derrota de Hezbolá contribuyó, a su vez, a la agitación de Siria. Hezbolá había desempeñado un papel importante en la defensa del régimen del líder sirio Bashar Assad durante su guerra civil de más de una década. Su derrota fue uno de los factores que animaron a los rebeldes a iniciar su avance sobre las principales ciudades del régimen, que culminó con su entrada en Damasco el 8 de diciembre, el mismo día en que Assad huyó a Moscú.
Con información de The Associated Press y Reuters
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