El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien se encuentra en Estados Unidos desde diciembre, afirmó que regresará a Brasil en marzo para liderar la oposición contra el gobierno de Lula da Silva, en una entrevista con el Wall Street Journal.
Bolsonaro viajó a Orlando, Florida, dos días antes de la investidura de Lula, el 30 de diciembre. Su viaje ocurrió poco tiempo después de haberse dirigido a los brasileños, rompiendo así el silencio que mantuvo desde los comicios de octubre. En ese momento, Bolsonaro no dijo que saldría del país.
“El movimiento de derecha no está muerto y vivirá”, dijo el mandatario al WSJ el 14 de febrero.
Sobre los resultados electorales, Bolsonaro dijo que “perder es parte del proceso electoral”.
“No digo que hubo fraude, pero el proceso estuvo sesgado”, añadió.
Lula obtuvo el 50.87 % de los votos frente al 49.13 % de Bolsonaro del Partido Liberal (PL), según datos del Tribunal Superior Electoral (TSE).
Bolsonaro dijo haberse sorprendido por los resultados de las elecciones, dado el desempeño de su partido en los comicios.
“La gente estaba conmigo, la agroindustria estaba conmigo, la mayoría de los evangélicos estaban conmigo, la industria estaba conmigo, los dueños de armas estaban conmigo”, dijo al WSJ.
Los resultados electorales generaron una gran revuelta nacional, donde miles de brasileños salieron a las calles a manifestarse durante más de un mes cuestionando las elecciones y rechazando el comunismo que se instauraría en el país tras la victoria de Lula.
En una mayor escalada durante las protestas, un grupo de manifestantes irrumpió el 8 de enero en la sede de los tres poderes en Brasilia.
Ahora Bolsonaro está siendo investigado en al menos en cinco procesos abiertos por el magistrado Alexandre de Moraes, miembro del Supremo Tribunal Federal, en el que se le acusa de “crímenes” como difundir “noticias falsas” o incentivar la irrupción de enero pasado.
Ante ello, el exmandatario–quien ya se encontraba en Florida cuando ocurrieron los hechos–se declaró inocente de cualquier delito.
“¡Ni siquiera estaba allí, y me quieren culpar!”, dijo.
Durante las protestas de noviembre, Bolsonaro dijo que “los movimientos populares son fruto de indignación y sentimiento de injusticia por cómo se dio el proceso electoral”.
Agregó que “las manifestaciones pacíficas siempre serán bienvenidas”, pero reforzó que sus métodos “no pueden ser los de la izquierda, que siempre perjudicaron a la población, como la invasión de propiedades, la destrucción de patrimonio” y no permitir “el derecho de ir y venir”.
En la entrevista con WSJ dijo que sería un error considerar sus comentarios como un intento de golpe de estado a Lula.
«¿Golpe? ¿Qué golpe?, ¿Dónde estaba el comandante?, ¿Dónde estaban las tropas, dónde estaban las bombas?”, cuestionó.
Lula, por su parte, lo responsabilizó de los hechos.
“Ustedes saben que hay varios discursos del expresidente alentando esto y esto también es responsabilidad suya y de los partidos que lo apoyaron”, dijo el mandatario de izquierda.
Bolsonaro dijo que se considera el “líder nacional de derecha”, según el medio, y que seguirá apoyando a más políticos conservadores. A inicios del mes, Bolsonaro afirmó de que confía en el nuevo Parlamento y que se mantendría activo en la política.
Con información de EFE y de Mimi Nguyen Li.
Siga a Alicia Márquez en Twitter: @AliceMqzM
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.