Javier Milei, el nuevo presidente electo de Argentina, envió cartas a los líderes de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, integrantes del BRICS, formalizando su decisión de que el país no se uniría a la alianza económica.
La carta, fechada el 22 de diciembre y publicada por el gobierno de Argentina el 30 de diciembre, afirmaba que “no se consideraba apropiado en este momento” que Buenos Aires se convirtiera en miembro pleno de la organización compuesta por los principales mercados emergentes.
Milei, de 53 años, señaló que su política exterior “difiere en muchos aspectos de la del gobierno anterior”.
“En este sentido, se revisarán algunas decisiones tomadas por la administración anterior”, dijo.
La carta proponía «intensificar los lazos bilaterales» y reforzar «los flujos comerciales y de inversión», y agrega que está dispuesto a mantener reuniones con cada uno de los líderes del BRICS.
Durante la campaña electoral y después de las elecciones, el economista libertario defendió con frecuencia el alineamiento con las “naciones libres de Occidente”, incluyendo a Estados Unidos e Israel. También prometió que su gobierno “no se aliaría con los comunistas”.
Sin embargo, Milei y su gabinete han adoptado un tono más amigable con China y Brasil, dos de los mayores socios comerciales del país.
En la cumbre del BRICS en agosto, el bloque anunció que invitaría a Argentina, Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) a unirse a la coalición como parte de los esfuerzos por frenar la hegemonía occidental en el escenario mundial. Se esperaba que la membresía entrara en vigor a partir del 1 de enero de 2024.
El expresidente argentino, Alberto Fernández, calificó la invitación de los BRICS como una «gran oportunidad» para la economía de la nación, ya que establecería un «nuevo escenario» para un país que atraviesa una crisis monetaria e inflacionaria.
«Abrimos posibilidades de incorporar nuevos mercados, de consolidar los mercados existentes, de aumentar la inversión que llega, de crear empleo y aumentar las importaciones», afirmó el verano pasado.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sostuvo que era “muy importante para Argentina estar en el BRICS”, principalmente por los “asfixiantes” préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI). Argentina actualmente le debe a la institución global aproximadamente 43 mil millones de dólares.
Sin embargo, poco después de su victoria electoral, Milei celebró una reunión virtual con la directora del FMI, Kristalina Georgieva. Ambos adoptaron un tono conciliador y reiteraron “cooperación para financiar las soluciones estructurales que Argentina necesita”.
Con las reformas vienen las protestas
Semanas después de jurar como presidente, Milei implementó una serie de reformas para transformar la economía argentina a las que él llama una forma de “terapia de shock”.
En un discurso del 20 de diciembre flanqueado por su gabinete, Milei propuso más de 300 reformas para reducir el tamaño del gobierno.
Algunas de estas propuestas consisten en eliminar muchas leyes laborales, abolir los controles de precios, eliminar los aumentos automáticos de las pensiones, reducir los topes de precios para los servicios de salud privados y rescindir miles de contratos de servicios públicos. Su gobierno ya despidió a miles de trabajadores gubernamentales, anunció recortes presupuestarios masivos e introdujo una devaluación del peso del 54 por ciento.
Milei, que se describe a sí mismo como un anarcocapitalista, también busca liberalizar los mercados petroleros internos y abolir la intervención gubernamental en la industria energética del país, rica en esquisto.
Todo esto es parte de los esfuerzos más amplios del gobierno para controlar la inflación y frenar la pobreza.
Durante la última semana, miles de personas salieron a las calles para protestar contra las políticas de Milei. Según se informa, los manifestantes, entre los que había activistas y trabajadores sindicales, corearon: “¡El país no está en venta!”.
“No cuestionamos la legitimidad del presidente, pero queremos un presidente que respete la división de poderes, que entienda que los trabajadores tenemos la necesidad de defendernos individualmente y en el marco de la justicia cuando hay inconstitucionalidad”, dijo Gerardo Martínez, secretario general del sindicato de trabajadores de la construcción de Argentina, en un comunicado .
Mientras tanto, no está claro cuándo Milei implementará dos de sus mayores promesas de campaña: erradicar el banco central y hacer la transición al dólar estadounidense.
Acuerdo de París
Muchos de los partidarios de Milei (dentro y fuera de su país) se sorprendieron cuando Argentina se comprometió con el Acuerdo de París sobre el cambio climático, alegando que se trataba de un cambio radical del nuevo presidente basado en sus comentarios anteriores.
Marcia Levaggi, la nueva máxima diplomática climática del país, anunció en el evento climático COP28 de las Naciones Unidas en Dubai que la nación sudamericana “honrará todos nuestros acuerdos ambientales».
“Es por eso que vine a esta COP, para asegurarles a las partes interesadas de nuestro partido y a las personas que están siguiendo el proceso, que Argentina seguirá comprometida con el Acuerdo de París”, dijo.
Milei ha sido muy crítico con los científicos y activistas del clima, calificando la cuestión del cambio climático como una “mentira socialista”.
“Todos estos políticos que culpan a la raza humana por el cambio climático son falsos y sólo buscan recaudar dinero para financiar a vagabundos socialistas que escriben periódicos de cuarta categoría”, dijo en noviembre.
En una entrevista televisiva , Milei aludió a las muchas veces que los ecologistas se han equivocado sobre el cambio climático durante los últimos 50 años.
«Tienen un historial muy pobre», dijo en un programa de noticias local.
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