El 15 de febrero, el presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, el republicano Jim Jordan, citó a los ejecutivos de las principales empresas tecnológicas en el marco de la investigación que los republicanos están llevando a cabo sobre el uso del gobierno federal como arma.
En noviembre, los republicanos de la Cámara de Representantes dieron a conocer un informe de 1050 páginas en el que se detallaban los descubrimientos de los agentes del FBI.
Desde entonces, la mayoría de la Cámara autorizó la creación del Subcomité Selecto de la Cámara sobre el Uso del Gobierno Federal como Arma, que celebró su audiencia inaugural el 9 de febrero.
Ahora, Jordan ha enviado solicitudes de comparecencia a varios importantes ejecutivos del sector tecnológico para pedirles documentos y testimonios.
«Hoy, el presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jim Jordan, ha citado a los directores ejecutivos de Alphabet, Amazon, Apple, Meta y Microsoft para pedirles documentos y comunicaciones relacionados con la presunta colusión del gobierno federal con las grandes empresas tecnológicas para suprimir la libertad de expresión», anunció la oficina de Jordan en un comunicado de prensa enviado por correo electrónico a The Epoch Times.
«El Comité Judicial de la Cámara de Representantes ha intentado en repetidas ocasiones ponerse en contacto con las cinco empresas desde el pasado mes de diciembre», continúa el comunicado. «Lamentablemente, las empresas no han atendido adecuadamente nuestras peticiones».
Jordan se refería aquí a una serie de cartas que su oficina envió el 14 de diciembre a varios ejecutivos tecnológicos.
En extractos de la carta publicados en su sitio web, Jordan escribió: «Las grandes empresas tecnológicas van por los conservadores, y están cada vez más dispuestas a socavar los valores de la Primera Enmienda cumpliendo las directivas de la Administración Biden que suprimen la libertad de expresión en Internet».
«Este enfoque socava los principios fundamentales estadounidenses y permite a poderosos actores gubernamentales silenciar a los oponentes políticos y sofocar los puntos de vista opuestos», continuó. La información disponible públicamente sugiere que el tratamiento que sus empresas dan a determinados oradores y contenidos puede derivarse de directivas u orientaciones gubernamentales diseñadas para suprimir las opiniones discrepantes».
«El papel de las grandes empresas tecnológicas en la configuración del discurso público nacional e internacional es bien conocido. En algunos casos, la «fuerte censura» de las grandes empresas tecnológicas se ha «utilizado para silenciar voces prominentes» y para «sofocar opiniones que discrepan del consenso progresista imperante», continuó Jordan.
«Debido a su amplio alcance, las grandes tecnológicas pueden actuar como un poderoso y eficaz brazo partidista de la ‘policía del discurso woke’. Aunque se desconoce el alcance total de la colusión de las grandes empresas tecnológicas con la Administración Biden, existen ejemplos destacados y fuertes indicios de censura por parte de las grandes tecnológicas siguiendo directivas o presiones de entidades del poder ejecutivo. Estos ejemplos plantean serias dudas sobre cómo y por qué las empresas tecnológicas suprimen, silencian o reducen el alcance de determinados discursos y oradores políticos. La colusión de las grandes empresas tecnológicas y el gran gobierno para promover la censura socava innegablemente la libertad y pone en peligro los valores y las protecciones de la Primera Enmienda de nuestro país».
Jordan se refiere aquí a la preocupación de larga data entre los conservadores de que sus puntos de vista sean sofocados de manera desproporcionada en las plataformas de redes sociales a través de prohibiciones absolutas, eliminación de ciertos posteos y el «shadow banning», lo que reduce drásticamente el alcance de una persona en la mayoría de las plataformas de redes sociales.
Ya en 2019, el presidente Donald Trump consideró este asunto un motivo de preocupación e intentó, al final de su presidencia, recortar las protecciones de responsabilidad legal de las que gozan actualmente las plataformas de las grandes empresas tecnológicas.
Con la adquisición de Twitter por parte de Elon Musk y la publicación de documentos de la anterior dirección, ha quedado claro que estas preocupaciones estaban bien fundadas, y ahora se ha demostrado sin lugar a dudas que las plataformas estaban ejerciendo la censura de ciertos puntos de vista.
«Los republicanos de la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes están investigando el compromiso de las grandes empresas tecnológicas con la libertad de expresión en Internet y la colusión de la Administración Biden con las grandes empresas tecnológicas para censurar, silenciar o reducir el alcance de determinadas informaciones y puntos de vista. El Congreso tiene un importante interés en proteger y promover los principios fundamentales de la libertad de expresión, incluso examinando cómo los actores privados se coordinan con el gobierno para suprimir la expresión protegida por la Primera Enmienda», prosiguió Jordan.
En el comunicado de prensa en el que anunciaba las citaciones, Jordan las calificó de «primer paso para que las grandes empresas tecnológicas rindan cuentas».
«El Congreso tiene un papel importante en la protección y el avance de los principios fundamentales de la libertad de expresión, incluyendo el examen de cómo los actores privados se coordinan con el gobierno para suprimir el discurso protegido por la Primera Enmienda», dice el comunicado.
Los republicanos afirman que sus cartas a los ejecutivos de las grandes empresas tecnológicas recibieron una respuesta inadecuada.
Colusión entre las grandes empresas tecnológicas y el gobierno
La preocupación por la colusión entre las grandes empresas tecnológicas y el gobierno ocupó un lugar destacado en la primera audiencia de la armamentización.
En su discurso de apertura de esa audiencia, Jordan transmitió un testimonio según el cual el FBI acepta datos personales de usuarios de Facebook «sin el consentimiento del usuario».
Los testimonios de los denunciantes indican, entre otras cosas, que el FBI había actuado en colusión con las plataformas de las grandes empresas tecnológicas para suprimir ideas e historias que se salían de la narrativa oficial.
Esta colusión fue más prominente durante las consecuencias de la historia del New York Post sobre la laptop de Hunter Biden, que parecía mostrar al joven Biden cometiendo una serie de delitos, incluida la posesión de cocaína crack, y una foto de Biden de pie junto a una chica que parecía menor de edad vestida con un atuendo similar al de una prostituta. Los descubrimientos de los informantes revelaron que el FBI desempeñó un papel en la supresión de la historia.
La historia fue descubierta por el New York Post, un medio de comunicación de tendencia conservadora fundado por Alexander Hamilton. Tras publicar la historia en su página de Twitter, el New York Post fue suspendido por la plataforma a la espera de que eliminara la historia. Una supresión similar siguió con otros medios de comunicación que informaron sobre el contenido de la laptop.
Parte de ello, según muestran las investigaciones de los republicanos, puede no haber sido un comportamiento orgánico por parte de las plataformas de redes sociales.
Los republicanos del Poder Judicial señalaron que, durante una aparición en agosto en el podcast de Joe Rogan, el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, reconoció que Facebook había suprimido la historia a instancias del FBI.
Además, justo antes de las elecciones de 2020, 51 exfuncionarios de inteligencia afirmaron que la historia de la laptop era desinformación rusa, una afirmación que luego se demostró falsa.
En su testimonio ante el panel, el senador Ron Johnson (R-Wis.) sostuvo que el efecto de esta afirmación falsa «fue una operación de información que interfirió e impactó en las elecciones presidenciales de 2020 en un grado mucho mayor que cualquier cosa que Rusia pudiera haber esperado lograr».
Los firmantes de la carta han rechazado repetidamente las peticiones de los medios de comunicación para conocer su contenido.
Según la legislación estadounidense, el partido mayoritario en la Cámara de Representantes tiene la potestad de citar a particulares para obtener documentos y datos. El incumplimiento de una citación del Congreso puede suponer penas de prisión para los infractores.
Los republicanos están aprovechando al máximo su poder ahora que han recuperado la mayoría en la Cámara.
El partido planea continuar sus investigaciones sobre incidentes en los que el gobierno federal está siendo «usado como arma» contra los ciudadanos.
La investigación de Jordan se está llevando a cabo simultáneamente con varias otras investigaciones que los republicanos han iniciado y planean iniciar, incluyendo investigaciones sobre los negocios de los Biden, una investigación sobre la gestión del secretario Alejandro Mayorkas en la frontera sur, y otras sobre el trato a los acusados en relación con la irrupción en el Capitolio del 6 de enero de 2021.
No está claro si los ejecutivos de las grandes empresas de tecnología tratarán de luchar contra la citación.
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