El juez de la Corte Suprema, Samuel Alito, dijo que habló con el presidente electo Donald Trump por teléfono el 7 de enero para recomendar a un exasistente legal para un puesto en el gobierno, pero no discutió una próxima moción de emergencia ni ningún otro asunto presentado a la corte.
La llamada telefónica de Alito con Trump tuvo lugar justo un día antes de que los abogados del presidente electo presentaran el 8 de enero una petición de emergencia ante la Corte Suprema para tratar de aplazar su sentencia en el caso de Nueva York, prevista para el 10 de enero en Manhattan.
«William Levi, uno de mis exasistentes jurídicos, me pidió que atendiera una llamada del presidente electo Trump en relación con sus cualificaciones para servir en un cargo gubernamental», dijo Alito en una declaración a ABC News. «Yo acepté discutir este asunto con el presidente electo Trump, y él me llamó ayer por la tarde. No discutimos la solicitud de emergencia que presentó hoy y, de hecho, ni siquiera era consciente en el momento de nuestra conversación de que se presentaría tal solicitud».
Alito agregó que no discutieron «ningún otro asunto que esté pendiente o que pueda llegar en el futuro ante la Corte Suprema o cualquier decisión anterior de la Corte Suprema que involucre al presidente electo».
Los abogados de Trump pidieron a la corte que suspendiera la sentencia hasta que se resolvieran las cuestiones en torno a la inmunidad presidencial.
Ellos argumentaron que seguir adelante con la sentencia podría causar «una grave injusticia y daño a la institución de la Presidencia y las operaciones del gobierno federal».
«El presidente Trump está actualmente ocupado en las tareas más cruciales y delicadas de prepararse para asumir el Poder Ejecutivo en menos de dos semanas, todas las cuales son esenciales para la seguridad nacional y los intereses vitales de Estados Unidos», escribieron los abogados de Trump. «Obligar al presidente Trump a prepararse para una sentencia penal en un caso de delito grave mientras se prepara para liderar el mundo libre como presidente de Estados Unidos en menos de dos semanas le impone una carga intolerable e inconstitucional que socava estos intereses nacionales vitales».
Los abogados de Trump presentaron la petición de emergencia ante la Corte Suprema después de que una corte de apelaciones de Nueva York denegara el martes una solicitud anterior para retrasar la sentencia del viernes.
La Corte Suprema pidió a los fiscales de Nueva York que presenten una respuesta antes del 9 de enero.
Incumplimiento inequívoco del protocolo
Aunque no es inusual que los magistrados recomienden a sus exsecretarios para altos cargos en el Gobierno y bufetes de abogados, el momento de la llamada de Alito a Trump suscitó algunas críticas.
Gabe Roth, director ejecutivo del grupo no partidista Fix the Court, indicó que la llamada equivalía a «una inequívoca violación del protocolo».
«Ninguna persona, sea quien sea, debería entablar una comunicación extrajudicial con un juez o magistrado que está considerando el caso de esa persona», dijo Roth.
Carrie Severino, presidenta del grupo de defensa conservador JCN, señaló en una declaración posteada en la plataforma de redes sociales X que la llamada fue un «escándalo “ético” que fue fabricado sobre una simple comprobación de referencias», el que fue amplificado para «desprestigiar» a la justicia.
Trump fue condenado en mayo de 2024 por 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales.
En julio, la Corte Suprema dictaminó que los expresidentes gozan de amplia inmunidad frente a los procesos penales por ciertos actos oficiales fundamentales realizados mientras son presidentes.
El dictamen de la corte se derivó de un caso separado contra Trump, pero sus abogados dicen que apoya su argumento de que su condena de Nueva York debe ser anulada.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con un portavoz de Trump para pedir sus comentarios.
Con la colaboración de Chase Smith e información de The Associated Press
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