Un juez federal rechazó una solicitud presentada de forma anónima por un grupo de 188 trabajadores para bloquear las órdenes de vacunación COVID-19 de sus empleadores.
Luego de una audiencia de casi tres horas, la jueza federal de distrito, Nancy Brasel, dijo el martes que quienes están detrás de la demanda tendrían que revelar sus identidades a sus empleadores, quienes son los acusados en este caso.
La demanda acusa a unas 20 instituciones de salud en Minnesota, incluidas la Clínica Mayo, el Hospital Regions y los Médicos de la Universidad de Minnesota. Un abogado que representa a los trabajadores le dijo a Star Tribune que sus clientes deseaban permanecer en el anonimato debido a la «presión para vacunarse».
«Se trata de personas que tomaron de la mano a pacientes que murieron de COVID», le dijo el abogado a la Radio Pública de Minnesota. «¿Estas personas arriesgaron sus vidas para ayudar a estos pacientes y ahora se les da de baja porque sus creencias religiosas no les permiten tomar la vacuna? Eso es realmente triste».
Si bien Brasel no desestimó la denuncia por completo, negó la solicitud de los trabajadores de una orden judicial temporal, lo que habría impedido que los proveedores de atención médica involucrados en la demanda hicieran cumplir sus políticas de vacunación.
La demanda de Minnesota se produjo poco después de que la administración de Biden exigiera la vacunación para COVID-19 a todo el personal dentro de las instalaciones que reciben fondos de Medicare y Medicaid, una decisión que se espera que afecte a más de 17 millones de estadounidenses que trabajan en hospitales, hogares de ancianos y otras instituciones que participan en programas financiados por el gobierno.
En la demanda (pdf), los trabajadores de la salud de Minnesota dijeron que sus empleadores, en un supuesto intento de aumentar las estadísticas de vacunación para darles derecho a más dinero en subsidios federales, estaban imponiendo los requisitos de vacunación a todos los empleados, incluidos aquellos con objeciones religiosas y sobrevivientes de COVID-19 que tienen inmunidad natural.
«Los empleadores de los demandantes están imponiendo una carga sustancial a sus empleados para que no practiquen su objeción religiosa a la vacunación COVID-19 o vivan bajo la amenaza de que se les retire su exención religiosa en cualquier momento», se lee en la denuncia.
La denuncia también describió cómo los trabajadores de la salud alguna vez fueron catalogados como «héroes», pero ahora son «castigados y ridiculizados como ‘antivacunas’ o algo peor».
“Los mismos trabajadores de la salud de ‘primera línea’ aclamados como héroes por los medios de comunicación tras atender a los pacientes antes de que las vacunas estuvieran disponibles, e incluso meses después de que las vacunas estuvieron disponibles, incluidos los empleados que presentan esta demanda, ahora son vilipendiados por los medios de comunicación como parias que deben ser apartados de la sociedad hasta que sean avergonzados, amenazados o ahora obligados a vacunarse”, afirmó.
En una demanda similar, un grupo de 51 empleados de la salud en Detroit, Michigan, demandó al Sistema de Salud Henry Ford, buscando una orden de restricción temporal para detener los requisitos de vacunación COVID-19 del sistema hospitalario. Los demandantes, que dijeron que el requisito de la vacuna era una violación a su autonomía y al derecho constitucional de rechazar un tratamiento médico no deseado, abandonaron el caso antes de que se programara una audiencia judicial.
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