Imagine poder mantenerse sano no tanto vigilando lo que come, sino más bien cuándo lo come.
El ayuno intermitente, un antiguo ritual convertido en moderna tendencia dietética, ofrece una forma de comer que se aleja drásticamente de los planteamientos tradicionales.
Este patrón periódico de banquetes y ayunos ha ganado popularidad en la última década como método eficaz para perder peso, pero también puede proporcionar una serie de beneficios que son una clave potencial para mejorar la salud.
Cuándo empezó
El ayuno intermitente no es nada nuevo, y abarca múltiples culturas y épocas.
El ayuno era un componente integral de varias culturas y religiones antiguas, aunque principalmente con fines espirituales. En muchas tradiciones religiosas, el ayuno era -y sigue siendo- un medio de purificación y autodisciplina que se observa habitualmente durante la Cuaresma en el cristianismo, el Ramadán en el islam y el Yom Kippur en el judaísmo.
Los fines medicinales del ayuno ya se pregonaban en la antigua Grecia, cuando Hipócrates, a menudo conocido como el «padre de la medicina», creía que abstenerse de comer podía ayudar al cuerpo a curarse y prescribía el ayuno como terapia para diversas dolencias.
A principios del siglo XX, el interés científico por el ayuno y sus beneficios empezó a despegar con investigadores como Otto Buchinger, pionero del ayuno médico, y Herbert Shelton, famoso defensor de la medicina alternativa, que exploraron los posibles beneficios médicos del ayuno.
Más recientemente, Krista Varady, destacada experta internacional en ayuno intermitente y profesora de nutrición de la Universidad de Illinois en Chicago, reavivó el interés por el ayuno de días alternos para perder peso en la década de 2000.
Desde entonces, varios médicos y dietistas han publicado libros sobre el ayuno intermitente. En ellos se exploran diversos métodos, pruebas científicas y directrices prácticas para incorporar el ayuno a la vida cotidiana. También abordan los beneficios para la salud, la pérdida de peso y la sostenibilidad a largo plazo, atendiendo a las distintas necesidades de los lectores con enfoques personalizados.
Cómo funciona
El ayuno provoca cetosis, un estado metabólico que se produce cuando una persona reduce significativamente su ingesta de carbohidratos, haciendo que el cuerpo recurra a la grasa para la producción y el uso de energía, lo que conduce a una mayor pérdida de peso junto con otros supuestos beneficios.
El ayuno intermitente es un término genérico que engloba la alimentación restringida en el tiempo, y quienes se adhieren a esta dieta pueden adoptar varios enfoques diferentes:
Lo que dice la ciencia
Aunque la investigación sobre los beneficios para la salud del ayuno intermitente muestra muchos más allá de la pérdida de peso, algunos estudios concluyen que cualquier beneficio es más atribuible a la reducción general de calorías y a la calidad de los nutrientes que al tiempo de ayuno, aunque el ayuno intermitente a menudo resulta en una reducción de la ingesta de calorías.
Quién no debería hacerlo
En general, el ayuno intermitente es seguro para los adultos sanos que desean mejorar su salud metabólica o perder peso. Sin embargo, ciertos grupos deben evitarlo o consultar antes a un médico:
— Mujeres embarazadas o en período de lactancia, ya que puede privar al bebé en desarrollo de una nutrición adecuada.
— Niños y adolescentes con necesidades nutricionales diferentes.
— Las personas con antecedentes de trastornos alimentarios, ya que puede desencadenar una alimentación desordenada.
— Personas con enfermedades crónicas, como diabetes o tensión arterial baja.
— Quienes no se adapten bien al estilo de vida o a las exigencias del horario.
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