En medio del caos de la pandemia, cuando muchas personas estaban preocupadas y no sabían qué hacer, la Dr. Dong Yuhong fue una de las profesionales médicos que ofreció ayuda y aconsejó calma.
«Que no cunda el pánico. Hay salidas».
Eso es lo que Dong decía a menudo a los asistentes que buscaban consejo sobre cómo afrontar el virus. Dong es una experta en enfermedades infecciosas con más de 20 años de experiencia médica y de investigación en enfermedades virológicas. Ocupó puestos como el de experta médico-científica senior en una gran empresa farmacéutica y directora científica en una empresa biotecnológica suiza.
«Si mi discurso y mis artículos pueden ayudar a la gente a calmarse y a encontrar una forma mejor de protegerse durante la pandemia, ésa es la mayor recompensa de mi esfuerzo», declaró Dong, también colaboradora de la publicación, a The Epoch Times.
Inspiración
El pánico pandémico empezó en China. Después, se extendió por todo el mundo.
El 24 de enero del 2020, el régimen impuso el bloqueo en Wuhan, donde surgieron los primeros casos de COVID, junto con varias ciudades de la provincia central china de Hubei, entre ellas Huanggang, donde residen los padres de Dong.
Desde Suiza, a miles de kilómetros de distancia, Dong solo podía contemplar impotente cómo sus padres permanecían encerrados en su apartamento durante semanas, atrapados y temerosos de contraer el virus.
Después, a medida que la epidemia empeoraba, más gobiernos promulgaron estrictas restricciones similares a los movimientos de sus propios ciudadanos, alimentando la preocupación por un enemigo invisible en tiempos difíciles.
No hay por qué temer a los virus si se entiende cómo funciona la inmunidad
Pero el aumento de los sentimientos de incertidumbre, aislamiento y miedo podría empeorar el estado de las personas, se preocupa Dong.
«La gente cree que nuestros pensamientos son intangibles, pero en realidad tienen efectos materiales», afirma.
«La depresión, la ansiedad, el estrés, la ira y el miedo tienen efectos fisiológicos generalizados y bien documentados. Pueden afectar aspectos esenciales de nuestra bioquímica, desde la producción de hormonas hasta nuestra percepción del dolor. Las emociones positivas también tienen efectos, aunque pueden ser mixtos», añadió.
Dong, entonces directora científica de una empresa suiza de biotecnología, se planteó qué podía hacer para ayudar.
En 2021, Dong decidió emplear su tiempo personal en aportar sus conocimientos a «Health 1+1», un programa médico semanal en NTD en chino, medio hermano de The Epoch Times, algo que sentía como su «vocación».
«Quiero pura y sinceramente ayudar a la gente a calmarse, a entender el virus, a comprender los conocimientos básicos de la inmunidad humana y a darles métodos prácticos para protegerse», afirma Dong.
Fue un gran cambio pasar de investigar en laboratorios a hablar delante de una cámara. Aunque al principio fue difícil, los mensajes de agradecimiento de los espectadores la motivaron a continuar.
En 2022, Dong se trasladó a Nueva York y empezó a colaborar con la publicación. Hasta la fecha, publicó más de 100 artículos sobre una amplia gama de temas de salud, incluidos virus, mutaciones, medicamentos, inmunidad, terapias naturales y suplementos dietéticos. Estos análisis han sido vistos 5,6 millones de veces.
Inmunidad «divina»
Cuando Dong habló del sistema inmunitario humano, la experta en enfermedades infecciosas se mostró llena de gratitud. Lo calificó de don «divino», especialmente durante la pandemia.
«Un virus es como una semilla. Solo puede crecer y prosperar cuando hay un terreno adecuado», dijo.
«Nuestra inmunidad humana es un factor interno más fundamental que puede decidir el resultado de un ataque vírico: infectarse o no».
Durante la pandemia, los gobiernos de todo el mundo se centraron en desarrollar y distribuir vacunas a una velocidad sin precedentes para mantener a raya al COVID.
Pero es probable que un sistema inmunitario innato que funcione bien ofrezca una protección más dinámica y holística que estos medicamentos innovadores, según Dong.
Por qué algunas personas no se infectan ni siquiera tras exponerse al COVID
La experta se refirió a un «ensayo de desafío humano» de COVID que se inició en el Reino Unido en 2021. Al administrar el virus a cada uno de los voluntarios, adultos sanos de entre 18 y 30 años que no habían sido vacunados, los científicos esperaban tener una mayor comprensión del desarrollo de las infecciones y acelerar el descubrimiento de tratamientos.
Entre los 36 participantes a los que se administró el virus por goteo en la nariz, solo la mitad del grupo desarrolló una infección.
«Este es un experimento excelente para que la gente empiece a reconocer la existencia y el papel fundamental de la inmunidad humana», dijo Dong. «Cuando se expone a distintas personas a la misma cantidad de virus en sus narices, no todos se infectan».
«¿Por qué? Porque cada persona tiene una inmunidad diferente. La inmunidad de algunas personas es más fuerte, por lo que no se infectan. La inmunidad de otros es más débil, por lo que son más susceptibles al virus. «dijo.
Dong forjó su carrera en enfermedades infecciosas. Acumuló casi 20 años de experiencia clínica e investigadora en la comprensión de la batalla entre la inmunidad y los virus.
Tras doctorarse en enfermedades infecciosas en la elitista Universidad china de Pekín en 2002, trabajó como experta médica senior en la farmacéutica Novartis.
Aunque se dedicó a encontrar tratamientos antivirales innovadores, Dong advirtió que la innovación tecnológica científica actual no siempre era un bien universal.
«La gente tiende a buscar tecnología innovadora. Parece haberse convertido en una idea ampliamente aceptada que cuanto más avanzada es la tecnología, mayor beneficio puede tener».
«Sin embargo, hay deficiencias e inconvenientes ocultos tras estas altas tecnologías. Se generan superbacterias. La resistencia a los antivirales es un problema inevitable tarde o temprano. Las vacunas de ARNm parecen producir más problemas que sus beneficios».
Valores morales y salud
Mantener sano el sistema inmunitario de las personas cobró nueva importancia desde la pandemia, y Dong compartió sus ideas sobre el tema.
Desde una buena nutrición, ejercicio regular y sueño de calidad, dijo Dong, son algunos pasos simples y fáciles para mantener a la gente sana. Pero señaló que los pensamientos positivos y los valores morales también contribuyen al bienestar.
«La investigación científica demostró que las personas con valores tradicionales o que siguen valores morales tendrán un sistema inmunitario antiviral más potente, lo que les ayudará a defenderse de los virus», afirmó la experta en inmunología.
Tomando la honestidad como ejemplo. «Los investigadores descubrieron que la respuesta al cortisol de los mentirosos es significativamente mayor que la de los que dicen la verdad, lo que conduce a una disminución de la capacidad antiviral», dijo, refiriéndose a una hormona liberada por las glándulas suprarrenales que afecta al sistema inmunológico.
Por qué algunas personas nunca se infectan con COVID-19
En un trabajo del 2013 publicado en la revista médica de primer nivel PNAS, los investigadores descubrieron que «las personas inclinadas a perseguir la justicia y objetivos nobles (más altruistas) tenían una mayor expresión génica de antivirales, una mayor capacidad para producir anticuerpos y una expresión significativamente menor de genes inflamatorios crónicos», explicó, en referencia a una proteína que ayuda al sistema inmunitario a combatir infecciones y otras enfermedades.
Por eso «cito a menudo este estudio para promover la bondad y el pensamiento de los demás, ya que esa mentalidad puede, en efecto, protegerse mejor contra el virus desde un nivel genético microscópico, que tiene efectos más fundamentales y profundos», añadió.
«La salud humana es un concepto holístico que incluye la salud física, mental y espiritual. La ciencia moderna está muy avanzada a nivel físico, pero todavía es un poco ingenua a nivel mental y espiritual».
«Aún nos queda mucho camino por recorrer».
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