CHICAGO—Desde que los legisladores de Illinois aprobaron una importante ley de reforma de la justicia penal en enero, cinco sheriffs de Illinois se han jubilado anticipadamente y otros seis se jubilarán este verano, según el director general de la Asociación de Sheriffs de Illinois (ISA), Jim Kaitschuk.
«Es la mayor cantidad que he visto. Están renunciando como resultado directo de la legislación», dijo Kaitschuk a The Epoch Times.
En un año normal, solo uno o dos sheriffs renuncian antes de cumplir su mandato completo, según Kaitschuk. Además de las jubilaciones anticipadas, más de 20 sheriffs de Illinois han decidido no presentarse a la reelección cuando terminen sus mandatos.
«Es triste porque se trata de individuos que han dedicado su vida a una profesión que obviamente aman y les apasiona, y odio verlos partir en las circunstancias en que lo hacen», dijo Kaitschuk.
La Ley SAFE-T, recientemente promulgada, introdujo cambios radicales en el sistema de justicia penal de Illinois, incluyendo la abolición de la fianza en efectivo en dos años, la creación de un programa de certificación estatal para los agentes de policía, la obligación de instalar cámaras corporales para todos los agentes de Illinois para el año 2025 y la posibilidad de presentar denuncias anónimas contra los agentes de policía.
El gobernador J.B. Pritzker (demócrata) elogió la Ley SAFE-T por garantizar «la verdadera seguridad, la verdadera equidad y la verdadera justicia». Pero cinco de las principales organizaciones de fuerzas de seguridad de Illinois, incluida la ISA, se burlaron de ella por ser «un proyecto de ley monstruoso» que permite a los delincuentes campar a sus anchas. También dijeron que el proyecto castiga a los agentes de policía por hacer su trabajo.
Por ejemplo, la Ley SAFE-T convierte en delito grave el hecho de que los agentes se olviden de encender las cámaras corporales mientras están de servicio, prohíbe que los agentes revisen los videos de las cámaras corporales antes de redactar los informes policiales y tiene un lenguaje ambiguo que parece prohibir que los agentes apunten con una pistola eléctrica a la espalda de un delincuente, lo cual es una práctica común recomendada por muchos fabricantes de pistolas eléctricas.
Un proyecto de ley posterior ha abordado algunas preocupaciones de la policía con la Ley SAFE-T, pero Kaitschuk dijo que la intención y la dirección originales permanecen inalteradas. También le preocupan otros proyectos de ley de reforma policial en trámite, incluido uno que pretende abolir la inmunidad cualificada de los agentes de policía.
«Si ese se convirtiera en ley, yo también renunciaría», dijo Kaitschuk a The Epoch Times. Es agente de policía del Departamento de Policía de Leland Grove desde 2009.
La Orden Fraternal de la Policía de Illinois (ILFOP, por sus siglas en inglés), que representa a unos 34,000 policías en activo y retirados de todo el estado, realizó una encuesta entre sus miembros justo antes de que el gobernador Pritzker firmara la Ley SAFE-T en febrero.
Tres de cada cinco agentes dijeron que estaban considerando la posibilidad de jubilarse anticipadamente a causa de la ley. Casi la mitad dijo que estaban buscando puestos en otros estados o trabajos fuera del ámbito policial.
La encuesta fue enviada a todos los miembros de la ILFOP. Cerca de 1500 respondieron.
«No solo estamos perdiendo a algunos de nuestros mejores agentes, sino que también es muy difícil reclutar nuevos agentes», dijo el presidente de la ILFOP, Chris Southwood, a The Epoch Times.
La FOP de Chicago, la mayor agrupación dentro de la ILFOP, vio cómo se jubilaban 230 miembros entre enero y mayo de este año. Durante el mismo periodo, solo acogió a 130 nuevos miembros de la academia de policía, según datos internos facilitados a The Epoch Times por la FOP de Chicago.
El presidente de la FOP de Chicago, John Catanzara, dijo a The Epoch Times: «Ese proyecto de ley hace insostenibles para siempre las condiciones de trabajo de la policía en todo el estado. Si tienes tiempo para irte, no hay razón para estar en las fuerzas de seguridad».
En cuanto a los cada vez más escasos nuevos reclutas, Catanzara dijo: «Lo primero que les digo es: ‘No tengo ni idea de por qué queréis estar sentados en esas sillas ahora mismo, pero gracias por uniros al circo. Estáis locos por querer ser policías en este ambiente pero estaremos aquí para protegeros'».
La FOP de Chicago representa a unos 8000 miembros de la policía activos y retirados. El Departamento de Policía de Chicago (CPD) es el segundo departamento de policía metropolitano más grande del país, con unos 10,000 agentes en activo.
Según los registros obtenidos por The Epoch Times a través de una solicitud de la Ley de Libertad de Información, el CPD perdió unos 330 agentes en los primeros cuatro meses de 2021, en su mayoría debido a jubilaciones. Durante el mismo periodo, el CPD incorporó unos 100 nuevos reclutas.
Los departamentos de policía más pequeños del sur de Illinois también se enfrentan a problemas de contratación. En el Departamento de Policía de Bloomington, en el ciclo de contratación más reciente, unos 50 aspirantes pasaron la prueba escrita. En un año normal, habría unos 130, según el funcionario de información pública del Departamento de Policía de Bloomington, John Fermon.
De esos 50 solicitantes, Fermon predice que unos 30 se presentarán a las pruebas físicas de seguimiento y que unos 15 pasarán las pruebas y procederán a la comprobación de antecedentes, tras lo cual unos siete pasarán las comprobaciones y se dirigirán a la academia de policía. La mitad de los siete candidatos renunciarán durante la academia, estima Fermon.
«La antigua forma de reclutar era eliminar a toda la gente que se pudiera y encontrar a los mejores candidatos, ahora solo hay que tomar lo que se tiene», dijo Fermon a The Epoch Times.
Dijo que una de las principales razones detrás de las bajas solicitudes de empleo es la opinión pública negativa sobre los agentes de policía, que, en su opinión, se afianzó tras el incidente de Michael Brown en Ferguson en 2014, y se intensificó con cada uno de los incidentes publicados por los medios de comunicación nacionales.
«Estamos hablando de una profesión en la que si ocurre algo con un agente de policía en California, entonces todo el mundo en Estados Unidos te juzga. Cuando un profesor en California abusa de un niño, ¿piensa que un profesor en Bloomington también es esa persona? No es justo», dijo Fermon.
Algunos policías de Illinois han empezado a buscar trabajo en estados cercanos donde el ambiente social y político es más tolerante. Varios se fueron hasta Gulf Shores, Alabama, según el jefe del Departamento de Policía de Gulf Shores, Edward Delmore.
Antes de trasladarse a Alabama, Delmore había trabajado en las fuerzas de seguridad de Illinois durante 30 años, siendo su último puesto el de jefe de policía en la ciudad de Fairview Heights.
«Las dos personas que contraté el mes pasado para las dos únicas vacantes que tenía venían de Illinois», dijo Delmore a The Epoch Times.
Uno es un agente de policía de 34 años de un suburbio de Chicago, y el otro un recién graduado de la universidad que habría servido en Illinois si no fuera por el reciente proyecto de ley de justicia penal, dijo Delmore. Varios otros policías también presentaron su solicitud, pero no tiene más vacantes.
Dijo que conocía a algunos jefes de policía de Indiana y Misuri que también recibieron solicitudes de agentes de Illinois.
Los que permanecen en el cuerpo de policía de Illinois simplemente se retirarán y dejarán de realizar una labor policial proactiva, dijo Delmore.
«Cada comunidad recibe el tipo de fuerzas de seguridad en el que insiste», dijo Delmore. «La sociedad debe llegar a comprender que el precio que pagarán por un policía más pasivo es un delincuente más agresivo».
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