La gobernadora de Oregon, Kate Brown, dijo el viernes que no envió tropas de la Guardia Nacional a Portland para sofocar los continuos disturbios en la región, porque cree que no están entrenados para el trabajo o no es necesario.
El alcalde de Portland y comisionado de policía dijo la semana pasada que le pidió a Brown ayuda de la Guardia Nacional en varias ocasiones, pero ella se negó a enviarla.
«Hubo múltiples razones en ese momento por las que rechacé esa petición», dijo Brown en una conferencia de prensa.
«A, nosotros no necesitamos a la Guardia Nacional en este momento y, B, ellos no están capacitados para este trabajo», añadió más tarde. «Lo que necesitamos sobre el terreno es una policía entrenada. Y por eso creé el plan uniforme de aplicación de la ley para reunir a los funcionarios locales y estatales en un plan para mantener a la gente segura y proteger los derechos de libre expresión».
Brown reveló el plan a finales del mes pasado tras el asesinato de un hombre en el centro de Portland durante una noche en la que hubo confrontaciones entre los partidarios del presidente Donald Trump y contramanifestantes.
Brown envió tropas de Oregon de vuelta a Portland, varias semanas después que las tropas se retiraran por la frustración de una nueva política de enjuiciamiento que permite a los fiscales negarse a presentar cargos contra las personas arrestadas durante las protestas y disturbios.
También pidió a varios organismos de las fuerzas de seguridad que enviaran personal. Los jefes de esos organismos dijeron que no lo harían.
La constante negativa de Brown de enviar fuerzas de la Guardia Nacional contrasta con la de otros gobernadores. El gobernador de Wisconsin, Tony Evers, un colega demócrata, envió rápidamente fuerzas a Kenosha para sofocar los disturbios del mes pasado.
Trump y el jefe de Seguridad Nacional en funciones, Chad Wolf, reiteraron regularmente ofertas de ayuda federal para el orden público en Portland, pero fueron rechazadas cada vez por Brown, quien llamó a una de las últimas ofertas de Trump «teatro político».
Los funcionarios federales y de Oregon se culpan mutuamente de los disturbios que vienen sacudiendo a la ciudad desde el 28 de mayo sin que se vislumbre el final.
Wheeler dijo a Trump en una carta reciente que enviar agentes federales para ayudar a proteger la Corte de EE. UU., «empeoró mucho la situación».
En respuesta, Wolf le dijo a Wheeler que «su inacción fomentó un ambiente que alimentó la violencia sin sentido y la destrucción noche tras noche».
Trump dijo el miércoles que el gobierno federal está revisando la financiación de los gobiernos estatales y locales que «están permitiendo la anarquía, la violencia y la destrucción en las ciudades estadounidenses», incluyendo a Portland.
Los agentes del FBI en Portland recientemente se enfocaron más en las revueltas nocturnas que terminan en crímenes. Las investigaciones del FBI dieron lugar a cinco cargos por desorden civil esta semana.
Durante la conferencia de prensa, se le preguntó a Brown sobre Michael Forest Reinoehl, el miembro de Antifa que presuntamente asesinó a tiros a Aaron «Jay» Danielson, partidario de Patriot Prayer, en el centro de Portland el 29 de agosto.
Los agentes de las fuerzas de seguridad asesinaron a Reinoehl durante un intento de detenerlo el jueves.
«No tengo más información específica sobre el Sr. Reinoehl», dijo.
«En cuanto a la violencia en las calles de Portland, sigo preocupada. Por eso, a petición de los líderes de la comunidad, hemos hecho una petición colectiva para poner fin a la violencia, a la destrucción de la propiedad, a los incendios provocados y a la violencia entre personas en las calles», añadió.
«Esta violencia es una distracción del trabajo críticamente importante que necesitamos hacer para erradicar el racismo y construir un Oregon mejor para todos».
Presionada sobre por qué denunció a los supremacistas blancos, pero no a Antifa tras el tiroteo de Danielson, Brown se negó a responder directamente.
Veintisiete personas fueron arrestadas durante un motín el viernes en Portland.
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