La administración Trump redirigirá los fondos que se destinaban a la Organización Mundial de la Salud (OMS) hacia otras organizaciones. La OMS perdió su credibilidad por no alertar al mundo sobre una posible emergencia de salud causada por la propagación del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como nuevo coronavirus.
«Gastamos casi 500 millones de dólares con la OMS», dijo Robert O’Brien, asesor de seguridad nacional del presidente Donald Trump, en una entrevista con NPR.
“Lamentablemente, China, que controla la OMS, (la OMS se ha convertido en una herramienta de propaganda para los chinos) gasta allí alrededor de USD 40 millones. Al menos eso es lo que gastan con la organización abiertamente. Cómo pueden gastar otro dinero para influir en la organización, eso es algo que estamos investigando con mucho cuidado», continuó O’Brien.
«Simplemente no sabemos, eso es algo que estamos investigando», si el dinero chino ayudó a influir en la OMS y en sus juicios médicos y de salud, dijo O’Brien, «Obviamente hay mucha corrupción en las organizaciones internacionales, y vamos a examinar detenidamente esa cuestión».
Si el presidente no puede obtener «las reformas necesarias» en la OMS, la administración dará el dinero directamente a organizaciones sin fines de lucro como la Cruz Roja, Médicos sin Fronteras u otras, dijo. «En realidad están ayudando a las personas, pacientes con COVID-19, y están ayudando a detener la propagación del virus», agregó O’Brien.
El presidente Donald Trump suspendió los fondos para la Organización Mundial de la Salud, a principios de este mes, porque la organización no investigó informes creíbles que entraban en conflicto con la narrativa oficial china sobre la propagación del virus del PCCh, lo que condujo a una expansión del brote que no habría ocurrido si hubieran aceptado las advertencias. Mientras la financiación está en pausa, la respuesta de la OMS al brote de COVID-19 estará bajo revisión por parte de la administración Trump, entre 60 y 90 días.
Sin embargo, el dinero que ya se ha entregado a la OMS no será devuelto; solo se suspendió el financiamiento nuevo, explicó John Barsa, administrador interino de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) en una sesión informativa el 22 de marzo.
Dado que la «pandemia no puede esperar la revisión», Estados Unidos continuará ayudando a otros países del mundo. Nuevamente, USAID seleccionará el mejor canal, según las circunstancias, y puede usar varias organizaciones internacionales, organizaciones sin fines de lucro, organizaciones religiosas o contratistas, dijo Jim Richardson, director de asistencia extranjera en el Departamento de Estado, en la misma sesión informativa.
Cómo respondió la OMS al brote del virus del PCCh
Después del primer brote de SARS en 2003, las normas de la OMS sobre cómo los países deben informar las amenazas a la salud pública se reformaron en una iniciativa liderada por Estados Unidos, dijo el secretario de estado Mike Pompeo en la misma sesión informativa. Las nuevas reglas, que entraron en vigencia en 2007, regulan en detalle cómo cada país participante debe divulgar información sobre amenazas a la salud en su territorio que podrían comprometer la salud pública y plantear una emergencia de salud en otros países.
«Creemos firmemente que el Partido Comunista Chino no informó oportunamente a la Organización Mundial de la Salud sobre el brote del nuevo coronavirus», dijo Pompeo, «Incluso después de que el PCCh notificara a la OMS sobre el brote de coronavirus, China no compartió toda la información que tenía».
El régimen comunista chino «no informó una transmisión sostenida de persona a persona durante un mes hasta que esta transmisión se dio en todas las provincias dentro de China», dijo Pompeo, «ordenó detener las pruebas de nuevas muestras y destruyó las muestras existentes». También suprimió a los denunciantes que intentaron advertir al mundo sobre esa amenaza potencial para la salud, dijo.
«El PCCh aún no ha compartido muestras del virus que se originaron en el interior de China y se extendieron al mundo exterior, por lo que es imposible rastrear la evolución de la enfermedad», dijo Pompeo.
Las nuevas reglas otorgan al jefe de la OMS la autoridad para informar al público cuando un país miembro no cumple con estas reglas, pero no sucedió en el caso COVID-19.
La OMS ha dicho que las autoridades chinas le informaron por primera vez sobre el brote el 31 de diciembre de 2019, pero la OMS no transmitió su información al mundo ese día.
La OMS también permaneció en silencio cuando la epidemia se extendió ampliamente en Wuhan, y cuando el régimen chino silenció a los médicos y a otros denunciantes que intentaron advertir al público sobre el brote.
La organización también informó retardadamente al mundo sobre la posible transmisión de persona a persona de COVID-19 entre los trabajadores de la salud, lo que permitió que el virus del PCCh se propagara internacionalmente, al parecer, actuando de forma contraria a las conclusiones de los expertos médicos de Taiwán que realizaron sus evaluaciones del brote de COVID-19 en Wuhan.
El modelado estadístico, los relatos de testigos presenciales y los documentos proporcionados a La Gran Época han demostrado que las autoridades chinas ocultaron la verdadera escala del brote en Wuhan y en otras partes de China.
Petr Svab contribuyó a este informe.
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