Las empresas constructoras de China siembran el caos en todo el mundo

Por ShareAmerica
10 de septiembre de 2020 8:10 PM Actualizado: 10 de septiembre de 2020 8:14 PM

Las empresas constructoras de la República Popular China (RPC) están dañando el medioambiente y amenazando las economías y la soberanía de países de todo el mundo.

La Compañía de Construcción de Comunicaciones de China (CCCC) está impulsando la expansión militar de la República Popular China en el mar de la China Meridional mediante el dragado a gran escala, la construcción y la militarización de islas artificiales y puestos de avanzada en disputa. Además, la CCCC impulsa la iniciativa “la Franja y la Ruta” de Beijing, que promete nuevas infraestructuras a países en desarrollo, pero que en su lugar ofrece construcción de mala calidad, abusos laborales, deuda insostenible y daños ambientales.

“CCCC y sus subsidiarias han participado en corrupción, financiamiento predatorio, destrucción medioambiental y otros abusos en todo el mundo”, dijo el secretario de Estado Mike Pompeo el 26 de agosto (en inglés). “No se debe permitir que la RPC use a CCCC y otras empresas estatales como armas para imponer su agenda expansionista”.

Subsidiarias de la CCCC sancionadas por posicionamientos militares

CCCC lleva a cabo megaproyectos de infraestructura a través de sus 34 subsidiarias. Según su sitio web, la compañía es la mayor empresa de construcción y diseño de puertos de China, así como la mayor empresa de dragado. También es una empresa líder en la construcción de ferrocarriles, así como en el diseño y la construcción de carreteras y puentes.

Cinco subsidiarias de CCCC están entre las dos docenas de empresas estatales de la RPC que el Departamento de Comercio de Estados Unidos sancionó el 26 de agosto por construir puestos militares en el mar de la China Meridional que afectan a la soberanía y dañan el medio ambiente.

El Departamento de Comercio añadió las subsidiarias de la CCCC a su lista de entidades, lo que impide a las empresas comprar componentes de fabricación estadounidense sin permiso del gobierno de Estados Unidos.

Estados Unidos ha dicho que las reclamaciones marítimas de la RPC en el mar de la China Meridional infringen los derechos de otros países. El Departamento de Estado empezará a bloquear la entrada a los ejecutivos de las empresas estatales responsables de la militarización de la región por la RPC.

La CCCC cumple la dañina estrategia de ‘la Franja y la Ruta’

La devastación causada por la CCCC se extiende más allá del mar de la China Meridional. Como contratistas principales de la Franja y la Ruta, los afiliados de la CCCC han enfrentado acusaciones de todo tipo, desde sobornos y construcción de baja calidad hasta explotación de trabajadores. Respaldada por el Partido Comunista Chino, la CCCC regularmente presenta más bajas cotizaciones que todos sus competidores y no está sujeta a las normas internacionales de transparencia o responsabilidad de la RPC.

En 2009 el Banco Mundial prohibió a la CCCC participar en sus proyectos de carreteras y puentes durante ocho años tras descubrir un fraude en el proceso de licitación de un proyecto de carreteras en Filipinas.

Es una historia conocida. En 2018 Bangladés prohibió trabajar con la empresa “China Harbour Engineering Company” , una subsidiaria de la CCCC, por tratar de sobornar a un funcionario del gobierno para obtener condiciones favorables en un proyecto importante de carreteras.

Ese mismo año, el gobierno de Malasia detuvo un proyecto ferroviario de la CCCC a causa de investigaciones de corrupción y sobrefacturación, según la agencia de noticias Bloomberg.

Los representantes de los trabajadores en Kenia han acusado a otra filial de la CCCC, la empresa “China Road and Bridge Corporation”, de pagar a los operadores de locomotoras keniatas menos de un tercio de lo que ganan sus homólogos chinos. La empresa está operando un ferrocarril con un contrato de 10 años.

En Ecuador, una filial de la CCCC fue contratada para construir un centro de educación de tecnología avanzada en 2014, pero los medios de comunicación locales informaron que después de años de construcción, más del 80 por ciento de las instalaciones del recinto están inutilizadas debido a fallos estructurales.

Las empresas estatales de la República Popular China también han invertido miles de millones en puertos de todo el mundo para ganar acceso a vías navegables críticas, según el informe 2017 de C4ADS, una organización sin fines de lucro con sede en Washington que se dedica a estudiar cuestiones de seguridad.

Una filial de la CCCC construyó el puerto de Hambantota en Sri Lanka. Cuando el gobierno de Sri Lanka no pudo pagar los préstamos que debía a Beijing, el gobierno transfirió el control del puerto a una empresa de la RPC en un arrendamiento de 99 años.

En entrevistas recientes, Pompeo ha dicho que los países están despertando a los riesgos de hacer negocios con el Partido Comunista Chino y sus empresas estatales.

Muchos proyectos de “la Franja y la Ruta” pueden parecer buenos al principio, dijo Pompeo durante una conferencia de prensa el 9 de julio. Pero los países pronto descubren que “el compromiso que el Partido Comunista Chino hizo para cumplir, ya fuera una carretera o un puente o un proyecto de infraestructura como una presa, a menudo resulta en que se les vendió una auténtica factura”.


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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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