El representante Michael McCaul (R-Texas), el principal republicano de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, ha expresado su alarma por el fortalecimiento de los lazos entre Moscú y Beijing.
La relación entre ambos países alcanzó nuevos niveles en febrero, cuando el líder chino Xi Jinping y el presidente ruso Vladimir Putin se reunieron al margen de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing y anunciaron una asociación «sin límites». La medida se produjo apenas unas semanas antes de que Rusia invadiera Ucrania.
«Este fue el comienzo de la alianza nefasta, en la que empezaron a hablar de una asociación sin límites», dijo McCaul a The Epoch Times el 24 de marzo en una entrevista en el retiro republicano de Florida.
McCaul, líder del grupo de trabajo republicano para la rendición de cuentas sobre China, calificó esta nueva asociación de «muy preocupante».
Tras la reunión en Beijing, los dos líderes publicaron un comunicado de más de 5000 palabras, mostrando un frente unido contra Occidente. El régimen chino respaldó la oposición de Rusia a la expansión de la OTAN y el Kremlin afirmó su apoyo a la postura de Beijing sobre Taiwán. El Partido Comunista Chino (PCCh) considera a Taiwán como su propio territorio y no ha renunciado al uso de la fuerza para anexionar la isla autogobernada.
Desde la invasión, Beijing se ha negado a denunciar la agresión de Moscú y ha reafirmado que Rusia es el «socio estratégico más importante de China».
«Me preocupa mucho que Putin siempre haya querido Ucrania y el presidente Xi siempre haya querido Taiwán», dijo McCaul.
Sin embargo, observar cómo se desarrolla la guerra de Putin en Ucrania y sus errores de cálculo puede tener un impacto negativo en el cálculo de Xi, señaló.
El presidente Joe Biden dijo al líder chino el 14 de marzo que habría «consecuencias» si Beijing daba apoyo material a Rusia en su ataque a Ucrania. La advertencia de Biden se produjo después de que funcionarios estadounidenses dijeran que Beijing había dado señales de estar dispuesto a proporcionar ayuda militar y económica a Rusia. Ambos países lo han negado.
A pesar de las advertencias de Estados Unidos, Beijing sigue participando en actividades de propaganda y desinformación rusas, y ayudando a Moscú a eludir las sanciones económicas, dijo McCaul.
«Son muy engañosos. Van a jugar el juego para tener a Rusia de su lado en caso de que decidan invadir Taiwán», dijo.
Taiwán ha estado en alerta máxima desde que Rusia lanzó una invasión a gran escala de Ucrania el 24 de febrero, temiendo que China siga su ejemplo.
Taiwán es vital para los intereses económicos y de seguridad nacional de Estados Unidos, según los expertos. La isla democrática es un líder inigualable en la industria de los semiconductores, con el 92 por ciento de la capacidad de fabricación de chips más avanzada del mundo.
Los republicanos de la Cámara de Representantes creen que Estados Unidos debería aprender de la invasión de Ucrania y utilizar esas lecciones para salvaguardar a Taiwán de un ataque chino.
Durante una conferencia de prensa en el retiro republicano, el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, identificó «dos grandes amenazas» para Estados Unidos: la deuda nacional y China. Aumentar la venta de armas a Taiwán fue una de las propuestas que se discutieron en el retiro.
Taiwán, según McCaul, tiene que mejorar sus capacidades de guerra asimétrica, ya que su poder militar es desproporcionado con respecto al de China. Esto significa invertir en más minas antibuque y antiaéreas. Además, Estados Unidos y sus aliados deben disuadir el uso de la fuerza por parte de China en la región del Indo-Pacífico, dijo.
Los orígenes del virus
Uno de los temas políticos clave tratados en el retiro del GOP de este año fue la «responsabilidad de China». Si los republicanos de la Cámara de Representantes recuperan el control de la misma en las elecciones de mitad de mandato de este año, prometen hacer que China rinda cuentas sobre una serie de asuntos, incluido el origen de COVID-19.
Cuando los republicanos recuperen la mayoría, tendrán poder de citación para solicitar una investigación completa sobre los orígenes de COVID-19, dijo McCaul, criticando la reticencia de los demócratas a tomar medidas en este asunto.
«No vamos a cambiar el pasado. Pero es importante, tenemos transparencia para cambiar el futuro. No queremos que esto se repita. Y creo que hay una cuestión de responsabilidad aquí», dijo McCaul.
En septiembre de 2020 McCaul y sus colegas publicaron un informe de 90 páginas en el que se detallaba una investigación sobre los orígenes del virus y el encubrimiento del PCCh.
El informe se tradujo al chino y pudo atravesar el cortafuegos de China, donde se hizo viral, dijo McCaul.
La investigación del GOP se centró en si el virus se originó en un laboratorio de Wuhan.
«Queremos llegar al fondo de lo sucedido, no para ser vengativos, sino que necesitamos saber la verdad sobre lo que sucedió y que ha matado a millones de personas en todo el mundo», dijo McCaul.
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