En un esfuerzo por proteger las instituciones de educación superior de Estados Unidos de la explotación extranjera, un grupo bipartidista de representantes de la Cámara de Representantes está alentando al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos a que vuelva a crear un foro de debate entre los funcionarios de seguridad nacional y los expertos académicos.
En la carta del 11 de febrero dirigida al Secretario de Seguridad Nacional en funciones, Chad Wolf, 13 legisladores republicanos y 38 demócratas dijeron que el DHS debería «ampliar el alcance del departamento» a los colegios y universidades estadounidenses a través del Consejo Asesor Académico de Seguridad Nacional (HSAAC), un foro para que el DHS y la comunidad de educación superior discutan intereses comunes.
Reestablecido por la Administración Trump en 2018, HSAAC tiene como objetivo ayudar a los funcionarios del DHS a discutir con los representantes de la educación superior cuestiones como protección de la investigación académica, resiliencia de los campus y la comunidad, seguridad y preparación, al igual que la ciberseguridad. Sin embargo, no ha celebrado una sola reunión pública desde julio de 2017, y la membresía del consejo ya no incluye a las principales asociaciones de educación superior.
En la carta dirigida por los representantes Raja Krishnamoorthi (D-Ill.) y Ralph Norman (R-SC), los legisladores sostienen que el «diálogo mejorado» entre el DHS y la comunidad académica sería mutuamente beneficioso, especialmente porque los colegios y universidades estadounidenses están tratando de protegerse contra «la influencia extranjera o el acceso ilícito a la investigación» y tienen problemas para atraer talento extranjero debido a «retrasos en la tramitación de visados».
«Es imperativo que nuestras comunidades académicas y los funcionarios de seguridad nacional tengan fácil acceso entre sí—para aumentar la seguridad nacional a largo plazo de los Estados Unidos, para involucrar a los expertos de todo el espectro y para apoyar a nuestros estudiantes», dijo el representante Krishnamoorthi en un comunicado de prensa.
«Es para proteger este gran activo nacional que estamos haciendo un llamado a una mayor colaboración entre nuestras instituciones de aprendizaje y nuestras instituciones de seguridad nacional», dijo el representante Norman. «La intensa presión de la creciente competencia mundial y la escalada de operaciones de inteligencia extranjeras hostiles expone las vulnerabilidades que plantean los entornos de investigación abiertos a nuestra seguridad económica nacional».
Roman añadió que el robo de propiedad intelectual (PI) le había costado a los Estados Unidos hasta 600,000 millones de dólares cada año, probablemente haciendo referencia a un informe de la Comisión de PI de 2017, que estima que el país pierde entre 225,000 y 600,000 millones de dólares anuales en productos falsificados, software pirata y robo de secretos comerciales.
A principios de enero, un juez federal culpó a un ciudadano chino de intentar contrabandear material biológico para la investigación del cáncer desde un laboratorio médico de la Universidad de Harvard a instancias del gobierno chino. Zaosong Zheng, que tenía un visado patrocinado por Harvard para estudiar en los Estados Unidos, fue detenido desde que fue sorprendido en el aeropuerto internacional Logan de Boston con 21 recipientes de muestras en un calcetín que llevaba en su equipaje. También fue acusado Charles Lieber, un prominente nanocientífico del Departamento de Química y Biología Química de Harvard, por mentir sobre su participación en el «Thousands Talents Plan», un programa internacional del régimen chino para atraer a expertos de alto nivel para que aporten sus conocimientos y experiencia a China y recompensarles por robar información patentada.
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