Los principales representantes republicanos del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Estados Unidos pidieron que las autoridades sanitarias del país presten atención a los «sospechosos» grupos de infecciones virales e informes de neumonía que afectan a los niños chinos, advirtiendo que sería «una abdicación» de su deber permitir que el régimen chino «repita sus fechorías de la pandemia del COVID-19».
En una carta emitida el 29 de noviembre, dirigida a la directora de los Centros para el Control y la Protección de Enfermedades (CDC), Mandy Cohen, que testificará el jueves ante el subcomité de supervisión del comité, los legisladores subrayaron los repetidos esfuerzos del régimen chino por suprimir información sobre la incipiente crisis de COVID-19, desde que empezó a propagarse en China hace tres años. Estas acciones de China han suscitado críticas hacia los organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), que, según señalaron los legisladores, «ha sido criticada durante mucho tiempo por ser excesivamente complaciente con el Partido Comunista Chino (PCCh)».
Las infecciones de los niños chinos con enfermedades respiratorias y neumonía han abrumado a los hospitales y alarmado a la OMS, la cual está instando a China a compartir datos sobre el brote. La información relativa al tema también indica que los niños transmiten la enfermedad a otros miembros de su familia, incluidos los adultos.
Las autoridades chinas respondieron diciendo que no habían detectado “patógenos inusuales o nuevos ni presentaciones clínicas inusuales”, sino que un “aumento general de enfermedades respiratorias debido a múltiples patógenos conocidos”, según una declaración de la OMS del 23 de noviembre, que citó a las autoridades chinas afirmando además que “el aumento de las enfermedades respiratorias no ha dado lugar a que la carga de pacientes exceda las capacidades hospitalarias”.
Tres legisladores republicanos —los representantes Cathy McMorris Rodgers (R-Wash.), Brett Guthrie (R-Va.) y Morgan Griffith (R-Va.)— expresando su escepticismo sobre la OMS, están pidiendo a los CDC que den un paso al frente.
“El pueblo estadounidense no debería tener que depender de la OMS, que no rinde cuentas y no es confiable, para comunicar información sobre las amenazas chinas a la salud pública. Además, no podemos permitir que el PCCh impida que los CDC accedan a la información que necesitan para proteger a los estadounidenses y presten ayuda en los esfuerzos apropiados de respuesta de salud pública”, escribieron los congresistas en la carta.
También solicitaron a los CDC que informen al comité quincenalmente sobre el tema y respondan a una lista de preguntas sobre la ola de enfermedades respiratorias en China antes del 13 de diciembre, incluyendo si los CDC se han comprometido con sus homólogos chinos con respecto al tema del brote, relativo a los detalles y su plan de acción.
“No hay duda de que deberíamos analizarlo detenidamente y no contar con ellos para que nos brinden los hechos reales”, dijo el representante Griffith, presidente del Subcomité de Supervisión e Investigaciones, a NTD, medio asociado a The Epoch Times. «Necesitamos descubrir qué debemos hacer para protegernos de que llegue aquí, si podemos, de una enfermedad que está en China».
Desde los primeros días de la pandemia, los CDC habían intentado ofrecer asistencia a China. Las cartas obtenidas por The Epoch Times muestran que el Dr. Robert Redfield, quien era jefe de los CDC en ese momento, había intentado organizar que un equipo de expertos volara a China para ayudar a identificar el virus. Estados Unidos y sus aliados hicieron casi 100 solicitudes a China para ofrecer asistencia en la crisis de salud, pero el régimen las rechazó todas, según David Asher, exinvestigador principal de COVID-19 en el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Ahora, las preocupaciones sobre los hospitales superpoblados y las largas filas para ver a un médico han llevado al principal organismo de salud de China, la Comisión Nacional de Salud, a pedir que las clínicas locales aumenten su capacidad.
El pueblo chino en primera línea
Las autoridades chinas no han proporcionado ningún dato sobre el brote actual, pero muchas escuelas están diciendo a los estudiantes que se queden en casa debido al gran número de niños enfermos.
Una mujer de la provincia de Yunnan, en el suroeste de China, declaró que sus cuatro hijos tienen fiebre. Uno de ellos tiene fiebre desde hace medio mes, le salen granos en la cara y la garganta se le hincha y supura.
“El médico no nos dijo mucho y nos recetó algunos medicamentos. Los hemos estado tomando, pero no ha habido mucho efecto”, dijo a The Epoch Times.
La Sra. Lin, residente de Beijing, indicó que sus dos hijos se infectaron primero, antes de contagiar la enfermedad a ella y a su marido.
En su escuela, pidieron a los padres que si sus hijos se enferman, envíen solicitudes digitales de permiso de ausencia a un chat grupal monitoreado por maestros.
“Todos los días hemos visto a algunos niños explicar por qué no pueden venir a la escuela”, dijo la Sra. Lin a The Epoch Times, añadiendo que la mayoría de los estudiantes enfermos están tosiendo, e incluso días después de que sus síntomas desaparecieran, algunos de los niños han comenzado a toser nuevamente o tienen fiebre poco después de regresar a la escuela.
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