Un año después de que Hong Kong fuera testigo de la dramática escalada de las protestas en curso contra el Partido Comunista Chino (PCCh) y en favor de la democracia, la dirigente de la ciudad, Carrie Lam, pidió que los hongkoneses dejaran atrás el caos del año pasado para convertirse en buenos ciudadanos de China para ser dirigidos por el PCCh en el poder.
«La cuestión inmediata es demostrar que ‘un país, dos sistemas’ funcionan bien en Hong Kong», dijo Lam en su conferencia de prensa semanal el 9 de junio. «Demostrar que la gente de Hong Kong son ciudadanos razonables y sensatos de la República Popular China, en que nosotros podríamos confiar que continuaremos teniendo nuestro propio modo de vida, y nuestro propio modo de sistemas dentro de todo el país».
Lam respondió a la pregunta de un periodista sobre las observaciones hechas por Zhang Xiaoming, el director adjunto de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao, la principal agencia de Beijing, que se ocupa de las políticas de esos territorios.
En un seminario en línea sobre la miniconstitución de Hong Kong, conocida como la Ley Básica, Zhang sugirió el 8 de junio, que los manifestantes de Hong Kong debían comportarse si Beijing consideraba la posibilidad de extender el acuerdo de «un país, dos sistemas» con Gran Bretaña más allá de 2047.
En virtud del acuerdo de traspaso —la Declaración Conjunta Chino-Británica— firmada en 1984, se redactó la Ley Básica, que tiene por objeto garantizar a la ciudad un alto grado de autonomía durante al menos 50 años después de 1997.
En respuesta a los comentarios de Zhang, el representante estadounidense Ted Yoho (R-Fla.) dijo que las recientes acciones de Beijing ya han comprometido la autonomía de Hong Kong.
«Aparte de que Hong Kong ya no es autónomo de la China continental debido a las acciones unilaterales del PCCh, sugerir que Hong Kong ‘se comporte’ después de que fueran despojados de sus libertades y su gente enfrentara la brutalidad policial, está más allá de lo insultante», escribió el congresista en Twitter.
Hace exactamente un año, más de un millón de hongkoneses salieron a las calles para protestar contra el proyecto de ley de extradición pro-Beijing del gobierno de Lam, ahora completamente eliminado, lo que marca una importante escalada en el vigente movimiento contra el PCCh. El fin de semana siguiente, unos dos millones de hongkoneses continuaron pidiendo que se protegieran sus libertades contra los abusos del PCCh.
En ese momento, la gente había salido a las calles por temor a que la autonomía judicial de la ciudad se viera erosionada, ya que las personas que vivían y viajaban pasando por Hong Kong podían ser extraditadas a China y ser juzgadas en sus tribunales, que están subordinados al Partido Comunista gobernante.
La demanda de los manifestantes evolucionó lentamente en llamados para asegurar la autonomía de Beijing, incluyendo el sufragio universal. Recientemente, los manifestantes locales añadieron una nueva demanda, la oposición a la ley de seguridad nacional propuesta por Beijing para Hong Kong, que convertiría cualquier crítica al PCCh dentro la antigua colonia británica en un delito.
Lam habló de sus opiniones sobre la forma en que los ciudadanos de Hong Kong deberían actuar: deberían apoyar la ley de seguridad nacional de Beijing; todos, incluido su gabinete y los legisladores locales, deberían «aprender algunas lecciones» del «caos» que se ha producido en Hong Kong durante el último año; y la gente no debería participar en ningún referéndum propuesto, ya que no existe una base jurídica para tales acciones en virtud de la Ley Básica de Hong Kong. También aconsejó que no se hicieran huelgas generales en contra de la ley de seguridad nacional.
Una coalición de más de 20 sindicatos y un grupo estudiantil anunciaron el sábado que celebrarán un referéndum interno para sus miembros el 14 de junio, informó el medio local RTHK. El referéndum determinará si harán una huelga general contra la ley de seguridad nacional.
El lunes por la noche, Lam defendió de nuevo la necesidad de la ley de seguridad nacional de Beijing, diciendo en un posteo de Facebook que la ley proveería un «ambiente social estable y seguro en la ciudad».
El Frente de Derechos Humanos Civiles (CHRF), organizador de la manifestación del 9 de junio del año pasado, emitió una declaración de aniversario, diciendo que el día marcó «el comienzo de nuestra unión en la defensa de nuestra amada ciudad».
«En el último año, hemos estado resistiendo firmemente a la brutalidad policial, la tríada (organización criminal), las leyes malignas y al terror blanco».
La CHRF también anunció que presentará una solicitud para realizar una manifestación masiva el 1 de julio, para resistir la «maligna» ley de seguridad nacional y «luchar duro» por Hong Kong y su futuro. El 1 de julio del año pasado, unos 550,000 hongkoneses marcharon en una manifestación organizada por la CHRF contra el proyecto de ley de extradición.
«Nosotros luchamos contra el proyecto de ley de extradición entonces, nosotros luchamos contra la ley de seguridad nacional ahora. El régimen [chino] es cada vez más agresivo y represivo, el mundo sabe más claramente cómo es el PCCh», dijo Lo Kin-hei, concejal de la ciudad y vicepresidente del Partido Demócrata local, en su cuenta de Twitter, después de la rueda de prensa de Lam.
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