El ayuntamiento de Portland, Oregón, decidió no avanzar esta semana con un boicot planificado a Texas a causa la nueva ley estatal que prohíbe la mayoría de los abortos.
El alcalde de Portland, Ted Wheeler, un demócrata que forma parte del consejo, anunció el miércoles que se posponía la votación.
«El Consejo Municipal está trabajando para comprender mejor el impacto de la resolución de emergencia en relación a nuestros negocios con Texas. Hemos decidido posponer este punto para que el ayuntamiento pueda trabajar conjuntamente con el fin de comprender mejor el impacto de esta importante decisión», dijo Wheeler en un comunicado.
Los funcionarios de Portland anunciaron la semana pasada la intención de votar para aprobar la resolución, que prohibiría a las agencias de la ciudad la futura adquisición de bienes y servicios de Texas.
La resolución también le prohibiría a los empleados de la ciudad viajar al estado sureño.
La prohibición permanecería en vigor hasta que Texas derogara la ley, el Proyecto de Ley 8 del Senado, o fuera revocada por un tribunal, dijo la oficina de Wheeler.
La ley, que entró en vigor el 1 de septiembre, obliga a los médicos a intentar detectar un latido fetal antes de realizar un aborto.
Si se detecta un latido, los médicos tienen prohibido realizar un aborto, a menos que exista una emergencia médica.
Los proveedores de abortos dicen que hasta nueve de cada 10 abortos están prohibidos por la nueva ley.
Heather Hafer, portavoz de la Oficina de Administración y Finanzas de Portland, le dijo a The Oregonian que la ciudad había acordado casi USD 35 millones en contratos con empresas establecidas en Texas en los últimos cinco años. Mientras tanto, los empleados de Portland han realizado 19 viajes a Texas desde 2019.
El vicegobernador de Texas, Dan Patrick, un republicano, dijo en las redes sociales esta semana que el boicot planificado de Portland «es una completa broma» antes de mencionar las políticas que la ciudad, dirigida por los demócratas, ha promulgado en los últimos años.
“Una ciudad dirigida por funcionarios depravados permite la anarquía, poniendo a sus ciudadanos en grave peligro. Un boicot los perjudicará a ellos, no a nosotros. La economía de Texas está más fuerte que nunca. Valoramos a los bebés y a la policía, ellos no”, escribió.
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