El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo que el octavo autobús lleno de inmigrantes ilegales que fueron liberados en su estado se dirige a Washington, D.C.
Abbott, un republicano, dijo que seguirá enviando autobuses con extranjeros ilegales a la capital del país porque está «llevando la frontera» al presidente Joe Biden, a quien ha culpado de un aumento de la inmigración ilegal desde el año pasado.
«Continuaremos el proceso de envío de autobuses todos los días por la razón que creo que ha mencionado antes. Y es que el gobierno de Biden ha estado vertiendo a estos inmigrantes por centenares en comunidades locales que no tienen la capacidad de atender o lidiar con ellos», dijo el gobernador a los periodistas el martes por la noche.
Esos inmigrantes ilegales, añadió, «están siendo abandonados, y en lugar de que estén allí en estas pequeñas comunidades o de que las pequeñas comunidades tengan que gastar dinero para ocuparse de ello, hemos decidido llevarlos en autobús a Washington, D.C.».
Esta semana Abbott también sugirió que también enviaría autobuses a Delaware, el estado natal de Biden. Biden representó a Delaware en el Senado durante décadas, y tiene una casa en Rehoboth Beach.
“Este proceso de envío de autobuses va a continuar. Quiero que ustedes y el público sepan exactamente por qué estamos haciendo lo que estamos haciendo”, dijo el gobernador de Texas a Sean Hannity de Fox News el lunes por la noche. “La Administración de Biden, estaban dejando a los inmigrantes ilegales solo [en] los pueblos pequeños en la frontera … no vamos a permitir que eso suceda”.
Si su plan de enviar inmigrantes ilegales a Washington no funciona, Abbott añadió que «Delaware parece una gran ubicación».
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a los periodistas hace varias semanas que la estrategia de autobuses de Abbott es un «truco publicitario». También cuestionó su autoridad.
“Creo que está bastante claro que esto es un truco publicitario”, dijo a los periodistas. Su propia oficina admite que un migrante tendría que ser transportado voluntariamente, y él no puede obligarlos a hacerlo porque, de nuevo, la aplicación de las leyes de inmigración de nuestro país corresponde al gobierno federal, no a un estado”.
Esto se produce cuando algunos congresistas demócratas han intentado distanciarse cada vez más de las políticas fronterizas de Biden. A principios de este mes, la Casa Blanca anunció que a finales de mayo pondría fin al Título 42, una norma sanitaria federal que rechazaba a los inmigrantes ilegales debido a la pandemia del COVID-19.
Pero varios demócratas vulnerables señalaron que no apoyan la rescisión de la política, o al menos, han exigido que la administración presente un reemplazo adecuado.
“Ahora mismo, tenemos una crisis en nuestra frontera sur. Ahora mismo, esta administración no tiene un plan. Se los advertí hace meses”, dijo el senador Mark Kelly (D-Ariz.), que se presenta a la reelección, en una reciente entrevista a Fox News. “Va a ser, para ser honesto, va a ser una crisis sobre una crisis”.
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