Otro autobús que transportaba inmigrantes ilegales llegó a la puerta de la casa de la vicepresidenta Kamala Harris en Washington, la mañana del 17 de septiembre, según las imágenes de video. Además, otra oleada de autobuses también llegó a la ciudad de Nueva York.
El autobús del Distrito de Columbia transportaba al parecer a hombres, mujeres y niños, incluidos recién nacidos, procedentes en su mayoría de Venezuela y Nicaragua, según indicó en Twitter un reportero de la NBC que filmó al grupo de inmigrantes que bajaba del autobús.
El suceso de la madrugada del sábado es ya el tercer autobús que llega a la casa de Harris en el Distrito de Columbia esta semana.
Alrededor de 50 inmigrantes ilegales se bajaron del autobús, y el personal de ayuda recogió rápidamente a las personas y las llevó a un refugio local, según Fox News, que fue el primero en reportar de la llegada del 17 de septiembre.
Mientras tanto, las imágenes y fotos de la cadena de noticias muestran también que otros tres autobuses llegaron a la terminal de autobuses de la Autoridad Portuaria de Nueva York la mañana del sábado. Según las imágenes, no estaba inmediatamente claro cuántas personas iban en los autobuses.
En un comunicado de la semana pasada, el gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo que el estado ha transportado en autobús a más de 7,900 inmigrantes ilegales a la capital estadounidense desde abril, y a más de 2200 a la ciudad de Nueva York desde principios de agosto. También se ha dejado a varios cientos de inmigrantes en Chicago como parte de una misión para proporcionar «un alivio muy necesario a nuestras abrumadas comunidades fronterizas».
A principios de esta semana, Abbott anunció que dos autobuses con «más de 100 inmigrantes» que habían sido recogidos por las autoridades en Eagle Pass (Texas) llegaron al Observatorio Naval de Estados Unidos, que es la residencia de la vicepresidenta.
Abbott dijo entonces que los autobuses fueron enviados como represalia al reciente comentario de Harris, en el que la vicepresidenta —que fue designado el año pasado por el presidente Joe Biden para supervisar la seguridad fronteriza de Estados Unidos— afirmó que la frontera de Estados Unidos con México es «segura».
El gobernador republicano no ha confirmado aún si los autobuses del 17 de septiembre también fueron enviados por él, aunque el jueves dijo que el estado «seguirá enviando migrantes a ciudades santuario como Washington, D.C. hasta que el presidente Biden y la zar de la frontera Harris den un paso adelante y hagan su trabajo para asegurar la frontera».
Esta semana, la Casa Blanca criticó duramente a Abbott y al gobernador de Florida, Ron DeSantis, por transportar inmigrantes ilegales a la residencia de Harris y a Martha’s Vineyard.
Otros, incluyendo un expresidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, han dicho que los transportes han expuesto la hipocresía de los demócratas, que apoyan las políticas de ciudades santuario.
«¿Cómo puede quejarse la vicepresidenta Kamala Harris si le entregan dos autobuses llenos de inmigrantes ilegales en su casa? Después de todo, ella dijo a todo el país … ¡’la frontera es segura’! ¡Tal vez se equivocó!», escribió en Twitter Newt Gingrich, que fue el 50º presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Durante meses, el gobierno de Abbott ha enviado a Nueva York, Chicago y Washington decenas de autobuses llenos de personas que cruzaron ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México. Argumentando que las ciudades fronterizas de Texas están inundadas y desbordadas por un aumento significativo de la inmigración ilegal, el gobernador dijo que los responsables políticos de esas ciudades y estados gobernados por los demócratas deberían afrontar la realidad de las normas de inmigración que apoyan.
El gobernador republicano también dijo que esas zonas se autoproclaman «ciudades santuario», lo que significa que no cumplen con los funcionarios de la Oficina de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, y que son un lugar más adecuado para los extranjeros ilegales que Texas.
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