Los Ángeles continuará con la orden de quedarse en casa por 3 meses más y su reapertura será gradual

Las restricciones se "relajarán gradualmente"

Por Katabella Roberts
13 de mayo de 2020 12:45 PM Actualizado: 13 de mayo de 2020 12:45 PM

Los residentes del condado de Los Ángeles esperan estar bajo algún tipo de restricción de quedarse en casa durante los próximos tres meses, en la medida de que ocurra algún cambio importante en la lucha contra el virus del PCCh, anunciaron las autoridades el 12 de mayo.

«El Condado de Los Ángeles continúa su progreso en el camino de la recuperación, con la reapertura planificada de las playas para la recreación activa y una expansión de las actividades minoristas permitidas que se realizaran mañana», dijo salud pública en un comunicado.

«Si bien las órdenes de seguridad de quedarse en casa seguirán vigentes durante los próximos meses, las restricciones se irán relajando gradualmente bajo nuestra Hoja de Ruta hacia la Recuperación en cinco etapas, al tiempo que nos aseguramos de mantener nuestras comunidades lo más seguras posibles durante esta pandemia», continuó.

«Nos estamos guiando por la ciencia y los datos que nos harán avanzar con seguridad por el camino de la recuperación de una manera mesurada, una que nos permita asegurar que las medidas de distanciamiento y control de la infección sean efectivas. Contamos con que el público siga cumpliendo las órdenes para poder relajar las restricciones, y nos comprometemos a asegurarnos de que el condado de Los Ángeles esté en la mejor posición para proporcionar a sus 10 millones de residentes el mayor nivel de bienestar posible a medida que volvemos progresivamente a la normalidad».

El anuncio se produjo después que la Directora de Salud Pública del Condado, la Dra. Barbara Ferrer, mencionara el martes que con toda seguridad «la orden de quedarse en casa, que expira el 15 de mayo, se extenderá hasta agosto», lo que provocó el pánico entre los residentes del condado.

Aclarando los anteriores comentarios de Ferrer, la supervisora Kathryn Barger, presidenta de la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles, señaló en un comunicado que los comentarios fueron «sacados de contexto» y «comprensiblemente causaron gran preocupación en el público».

«La relajación de las restricciones de la orden de quedarse en casa es un punto importante para el condado, que se hará gradualmente en los próximos meses», escribió.

«Estoy ansiosa por reabrir más del condado de Los Ángeles tan pronto como sea seguro hacerlo, en colaboración con nuestros expertos en salud, líderes comunitarios, negocios y residentes, con las mejores prácticas para asegurar nuestra salud y bienestar general. Estas decisiones serán guiadas por la última ciencia y datos recogidos. Confío en que cuanto más cumplan nuestras comunidades, más pronto podremos volver a la normalidad».

El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, comentó a la CNN que la extensión de la orden de quedarse en casa es «solo un recordatorio de lo delicado y frágil que es este momento, pero no se asuste cuando escuche a un científico decir que seguirá estando aquí y que seguiremos viviendo bajo las órdenes de la salud», y señaló que es posible que algunos grupos de población vulnerables tengan que seguir permaneciendo en sus hogares para evitar que el virus se propague.

El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, habla en una conferencia de prensa del Departamento de Salud del Condado de Los Ángeles sobre el virus del PCCh en Los Ángeles, California, el 4 de marzo de 2020. (Robyn Beck/AFP vía Getty Images)

El condado de Los Ángeles alberga a 10 millones de residentes y es ahora el epicentro de California, del virus del PCCh, con 33,180 casos confirmados y 1613 muertes hasta ahora, según las estadísticas de salud pública.

El martes, el gobernador de California, Gavin Newsom, anunció una medida para reducir aún más las restricciones del virus del PCCh, y los condados del norte de California Butte, El Dorado, Lassen, Nevada, Placer y Shasta fueron de los primeros del estado en recibir permiso para reabrir más rápidamente los negocios, incluidos los restaurantes que sirven comidas, después de demostrar que fueron mínimamente afectados por el brote.

Sin embargo, esos restaurantes que vuelven a abrir deben reequipar sus comedores para acomodarse al distanciamiento social, cerrando las áreas donde los clientes se congregan o tocan la comida, y dejando de poner mesas con condimentos compartidos como los recipientes de mostaza. Los menús deben ser desechables y ya no se permite la preparación de alimentos en la mesa.


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