Para reducir la delincuencia juvenil en la Costa Dorada de Australia, la policía está empleando el novedoso enfoque de usar caballos para abrirse paso entre los jóvenes e iniciarlos en un viaje que mejore su trayectoria de vida.
El agente principal de la unidad de investigación y protección infantil (CPIU, por sus siglas en inglés), Craig Andrew, dijo que si bien este programa no enseña a los participantes a montar a caballo, requiere que aprendan habilidades de equitación, como acicalar, cuidar y guiar a los caballos a través de una serie de maniobras.
“Después de completar el curso, los padres, los cuidadores y las escuelas informaron menos conflictos en el hogar y una mejor asistencia y compromiso escolar”, dijo.
Andrew, que dirige el programa Horses Helping Humans desde octubre de 2021, dijo que “hay muchos estudios que muestran que los animales pueden ser útiles para la terapia y, en algunos casos, pueden enseñar importantes lecciones de vida de manera más efectiva que los humanos”.
La personalidad de cada participante se combina con el temperamento y el estilo de comunicación de un caballo para mejorar su enseñanza sobre lo que necesitan aprender como individuos.
“Estos caballos provienen de entornos desafiantes, al igual que muchos de nuestros participantes, y cada uno ha desarrollado sus propios rasgos de personalidad en respuesta a eso”, dijo.
“Unos tienen una personalidad dominante, algunos siguen a otros, otros son volubles y tienen problemas para mantener el enfoque».
«Algunos de nuestros jóvenes siguen a otros jóvenes en el crimen. Algunos son dominantes y se involucran en conductas de intimidación, mientras que otros sufren de TDAH y pueden tener dificultades para mantener la concentración”, explicó.
Los caballos enseñan habilidades para la vida
Dado que convencer a los caballos de que escuchen requiere una combinación adecuada de paciencia y asertividad, los adolescentes aprenden a lidiar con la ansiedad y a desarrollar el autocontrol.
“Ellos comienzan cada sesión con ejercicios de respiración para ayudarlos a concentrarse. Desarrollan empatía y aprenden a ajustar su lenguaje corporal para que los caballos confíen en ellos lo suficiente como para seguir sus órdenes”, dijo Andrew.
“Nos dirigimos a jóvenes de alrededor de 11 años que se están desconectando de la escuela y están llamando la atención de la policía”.
“A menudo se trata de niños que se encuentran en un período de transición de la escuela primaria a la secundaria. Sus cuerpos están cambiando, se están volviendo más independientes y son vulnerables a la presión de sus compañeros, especialmente si se mezclan con la gente equivocada”.
Vidas cambiadas
Andrew dijo que la intervención adecuada en el momento adecuado en la vida de un joven puede ser fundamental para prevenir la delincuencia juvenil.
Una participante, una joven de 15 años, fue acusada de 12 delitos durante unos meses, en su mayoría relacionados con violencia hacia otros. No iba a la escuela con regularidad y estaba bajo fianza por robo cuando la invitaron a participar en el programa.
Desde que completó tres sesiones, se ha reincorporado a sus estudios y no ha cometido más delitos.
Otra niña de 13 años estuvo involucrada con otros reconocidos delincuentes juveniles y fue amonestada por dos delitos contra la propiedad bajo la presión de sus compañeros, unos jóvenes de mayor edad. Después de completar el programa, ya no se asocia con otros delincuentes juveniles y no ha cometido más delitos.
“Sin embargo, nunca es una solución simple. Por lo general, hay múltiples problemas involucrados, incluida la violencia doméstica, el abuso de sustancias y la salud mental, y nunca se abordarán todos estos problemas solo con un programa”, dijo Andrew.
“Es un lado diferente de la policía. Puedes arrestar a la gente, pero hay otras formas de trabajar con niños. Es más holístico pero es más difícil de hacer y yo disfruto el desafío”.
“Puede ser frustrante porque no siempre obtienes el apoyo de los padres y también es difícil medir con precisión el éxito porque estás evitando que suceda algo”.
“Las recompensas vienen cuando sabes que has logrado cambiar la vida de una persona joven. Sucede con suficiente frecuencia como para mantenerte en marcha”.
Las aventuras dan esperanza a los adolescentes para su futuro
Otra forma novedosa en que Queensland ha estado ayudando a los jóvenes desconectados a volver a comprometerse con sus familias, comunidades y educación, es a través de un programa de capacitación en resiliencia y aprendizaje basado en aventuras.
Más de 100 adolescentes comenzaron recientemente el programa de tutoría de 16 semanas que incluye una variedad de actividades de aventura, como rappel, carreras de obstáculos con cuerdas altas y ciclismo de montaña.
El gerente estatal de la iniciativa, James Steginga, dijo que el programa pone atención en las fortalezas y habilidades existentes del joven en lugar de enfocarse en el problema.
“Al comienzo del curso, a menudo experimentamos comportamientos desafiantes, pero es gratificante ver cuánto cambia su comportamiento y cómo aumenta la confianza en sí mismos cuando se gradúan”, dijo Steginga.
“Apreciamos los desafíos que enfrentan estos niños en el hogar, en sus comunidades o en sus grupos de compañeros”.
“Nuestro deseo es verlos retomar la educación superior o el empleo y trabajamos con ellos hasta que esa sea su realidad”, concluyó.
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