Los legisladores demócratas exigen respuestas del presidente de la Corte Suprema, John Roberts, sobre la supuesta filtración de una decisión en 2014.
Los jefes de los comités del Senado y la Cámara de Representantes en las cortes, en una carta fechada el 20 de noviembre y publicada el lunes, le pidieron respuestas a Roberts luego de que un clérigo se presentara y dijera que recibió información secreta sobre la inminente decisión de Burwell vs. Hobby Lobby años atrás.
El reverendo Rob L. Schenck, un antiguo líder provida, dice que se enteró del resultado del caso tres semanas antes de que se hiciera público por una activista, Gayle Wright, que había cenado con su marido, el juez Samuel Alito, y la esposa de éste en la casa de Alito. Schenck envió una carta a Roberts en julio en la que resumía la acusación y se ofrecía a cooperar plenamente con los funcionarios de la Corte Suprema.
El senador Sheldon Whitehouse (D-R.I.) y el representante Hank Johnson Jr. (D-Ga.) le preguntaron a Roberts si la corte había investigado las afirmaciones de Schenck y, si lo había hecho, qué había averiguado.
Whitehouse preside el Subcomité Judicial del Senado sobre cortes federales y Johnson encabeza el subcomité Judicial de la Cámara sobre cortes. Ambos apoyan los esfuerzos para ampliar la corte suprema de la nación, que no han captado popularidad en toda la bancada demócrata ni por el presidente Joe Biden.
Los legisladores dijeron que si Roberts, designado por George W. Bush, no «emprende investigaciones sobre posibles violaciones de la ética», entonces «eso deja al Congreso como el único foro» para investigar posibles conductas poco éticas.
La corte no ha respondido a las solicitudes de comentarios.
Johnson dijo que la revelación de la aparente filtración en 2014 indica que Alito pudo haber sido la persona que reveló la decisión en Dobbs vs. Jackson Women’s Health Organization. Un borrador de la sentencia en ese caso fue obtenido y publicado por Politico a principios de mayo. El fallo final, publicado unas siete semanas después, anuló el caso Roe vs. Wade.
Tras la filtración de Dobbs, Roberts emitió un comunicado calificando la aparente filtración como “una traición” y ordenó al marshal de la corte que investigara. Ni él ni la corte han identificado a la persona o personas responsables de la filtración del borrador del fallo.
Whitehouse dijo que la negación de Alito de que el fallo de Hobby Lobby se filtró no era creíble a la luz de lo que supuestamente dijo Alito hace años durante una reunión con el senador Ted Kennedy (D-Mass.) que él creía en los precedentes, y que el derecho a la privacidad en Roe estaba «resuelto».
Wright también ha negado haber recibido o proporcionado información secreta.
Schenck no respondió una consulta y Wright no pudo ser localizada.
Los legisladores no le dieron una fecha límite a Roberts, pero sugirieron que designara a una persona con conocimiento sobre los temas para que testificara ante ellos.
Crítica reiteradas
Whitehouse y Johnson se encuentran entre los demócratas que han criticado reiteradamente a los jueces en los últimos años. No les gustan muchas de las sentencias que ha dictado la corte, afirman que los jueces no recusaron en algunos casos a pesar de los claros conflictos de intereses y dicen que la falta de reglas de ética de la corte ha socavado la confianza en ella. Entre las soluciones propuestas: una ley que obligue a la corte a crear un código de conducta y establezca reglas sobre la divulgación de obsequios.
Ambos escribieron una carta en septiembre a Roberts sobre la campaña que Schenck dijo que dirigió para influir en las decisiones de los jueces en casos clave, incluida la organización de cenas en las que participaron uno o más de los jueces. Wright estuvo entre los involucrados, según Schenck.
Los legisladores dijeron que la supuesta campaña era alarmante y “confirma aún más la necesidad de que el poder judicial promulgue requisitos de ética más estrictos lo antes posible”.
Si bien los jueces tienen derecho a mantener relaciones personales y tener un cierto nivel de privacidad, los estadounidenses tienen derecho a jueces imparciales que deben ser transparentes en cuanto a sus vínculos financieros, añadieron.
En una respuesta fechada el 7 de noviembre que Whitehouse hizo pública tras las nuevas acusaciones, Ethan Torrey, asesor legal de la Corte Suprema, dijo que ya había abordado las cuestiones en una misiva del 12 de julio de 2021 dirigida a Whitehouse y al senador Lindsey Graham (R-S.C.). En esa carta, Torrey dijo que los jueces utilizan el código de conducta en vigor para los jueces de nivel inferior al evaluar posibles cuestiones de ética.
El código dice que los jueces deben evitar la apariencia de conducta impropia y permanecer imparciales.
Torrey también dijo que los jueces cumplen las normas de divulgación financiera aplicables a los jueces de nivel inferior.
La respuesta “señala la existencia del código de decoración de paredes, pero no responde a mi carta y no muestra signos de investigación o interés en lo que sucedió”, dijo Whitehouse.
Otros demócratas
Varios otros demócratas también dijeron que la nueva acusación de filtración era preocupante, incluido el demócrata número 2 en la cámara alta.
“El Comité Judicial del Senado está revisando estas graves acusaciones, que resaltan una vez más la inexcusable ‘laguna de la Corte Suprema’ en las reglas de ética judicial federal”, dijo el Senador Dick Durbin (D-Ill.), líder de la mayoría en el Senado y presidente del comité en un comunicado.
Durbin pidió al Congreso que apruebe una propuesta llamada Ley de ética de la Corte Suprema que exigiría que la corte adopte un código de ética para los jueces.
«No hay código de ética. No hay transparencia. Sin límites de mandato. La Corte Suprema no puede seguir operando con un poder casi ilimitado y cero responsabilidad, algo que los Fundadores ni siquiera consideraron», agregó Steve Cohen (D-Tenn.).
Ningún miembro republicano del Congreso pareció reaccionar a las nuevas acusaciones de filtración. Los republicanos criticaron rotundamente la publicación del borrador de la decisión Dobbs, mientras que prácticamente ningún demócrata se pronunció en contra.
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