Comentario
Florida parece estar a la cabeza cuando se trata de asegurar que la ley estatal refleje la importancia de los derechos de los padres.
En comparación con estados como California, que parece que está tratando de destrozar el núcleo familiar y cualquier pizca de sentido común, las leyes de Florida buscan proporcionar pautas para los padres bajo la presunción de que, la mayoría de las veces, los padres saben lo que es mejor y tienen en mente los mejores intereses para sus hijos.
La senadora estatal republicana Kelli Stargel patrocinó la ley SB 1634 que, según Tallahassee Democrat, «permitiría a los padres mantener a sus hijos fuera de la clase los días en que se enseñan materias con las que pueden estar en desacuerdo, como la evolución, la educación sexual y la influencia humana en el clima».
Parece que los padres ya deberían haber tenido el derecho de hacer esto de todos modos, y Stargel aclaró que eso es cierto, pero su proyecto de ley lo establecería explícitamente.
El proyecto de ley fue presentado ante el Comité de Educación del Senado y debe pasar por otro comité antes de llegar al piso del Senado para su debate. Stargel explicó al panel que se aseguraría de que los padres puedan «dirigir la crianza, la educación y el cuidado de sus hijos», llamando a aquellos que quitarían a los niños y reemplazarían a sus padres con el estado solo para criarlos de manera diferente. No estoy segura de si Stargel estaba insinuando alguna afiliación política, pero he visto tanto a la extrema izquierda como a la extrema derecha hacer esto.
El proyecto de ley ha causado cierta controversia, lo que parece extraño. Es como si el sentido común se hubiera ido por la ventana. El senador republicano por el estado de Florida, Dennis Baxley, dijo que el hecho de que el proyecto de ley haya causado algún debate demuestra lo lejos que la sociedad se ha «alejado de la realidad» de que los padres deben mantener sus derechos.
Un blog en Patheos llamado «Ateo amistoso» criticó el proyecto de ley con lo que probablemente es una perspectiva inusual pero desafortunada, que me temo puede estar creciendo entre la izquierda progresista, es decir, el concepto de «derechos de los niños»:
«De hecho, los niños no son posesiones, y no ‘pertenecen’ a sus familias o al estado. Son seres humanos individuales con derechos e intereses propios.
«La triste realidad es que los niños cuyos padres más quieren controlar lo que aprenden sus hijos son los que más necesitan acceder a las perspectivas alternativas que pueden obtener de una educación integral. Y son exactamente esos niños cuyos padres son los más propensos a aprovechar los derechos que este proyecto de ley esboza».
Si bien es cierto que algunos niños son objeto de abuso, alcoholismo y extrema pobreza o abandono —y algunos padres deberían perder sus derechos, ya sea de manera temporal o permanente, debido a ello— existen disposiciones para esas situaciones en todos los estados.
Leyes como el proyecto de ley de Florida están orientadas a temas educativos que son progresistas, extremos y con los que los padres pueden estar en desacuerdo. Aunque las escuelas estatales están lejos de ser perfectas, si un administrador escolar confunde el derecho de los padres a proteger las opciones educativas de un niño con el abuso de los padres, esto plantearía un problema totalmente diferente.
Los legisladores de Florida también acaban de aprobar otro controvertido proyecto de ley sobre los derechos de los padres. Esta vez, este proyecto de ley requiere que los menores obtengan consentimiento si quieren abortar. El proyecto de ley establece que «el médico debe hacer intentos razonables, siempre que sea posible, y sin poner en peligro a la menor, de ponerse en contacto con el padre o tutor legal de la menor», y los médicos que realicen un aborto sin la prueba adecuada de que el padre ha dado su consentimiento podrían ser acusados de un delito grave de tercer grado y enfrentarse a la cárcel.
El proyecto de ley fue aprobado por 75-43, con un puñado de demócratas votando a favor del proyecto. Se espera que el Gobernador Ron DeSantis lo firme a pesar de que los grupos locales de aborto como Planned Parenthood, se opusieron al proyecto de ley y lo llamaron inconstitucional.
Contrasta esto con la acusación de California de eliminar los derechos de los padres, ya sea sobre el aborto, el control de la natalidad, los tratamientos hormonales para el cambio de sexo y más. Es absurdo en el mejor de los casos y espantoso en el peor.
Recientemente se reveló que la Asociación de Maestros de California (CTA) está impulsando una política que permitiría a los niños mantener de manera confidencial parte de la información más pertinente y potencialmente devastadora que un niño pueda albergar.
Como informó anteriormente The Epoch Times:
«La CTA cree que se necesitan clínicas de atención médica integral en las escuelas para brindar servicios de atención y respuesta a los jóvenes. Las clínicas deben proporcionar a los jóvenes cisgéneros, transexuales y no binarios un acceso igualitario y confidencial a los derechos de toma de decisiones para los estudiantes y sus familias».
El Consejo de Investigación Familiar informó que esta medida podría mantener a los padres en la oscuridad mientras sus hijos realizan actividades que podrían ser perjudiciales en última instancia. Señalaron que California ha permitido que los estudiantes asuman una identidad de género diferente sin notificar a los padres desde 2013, y que otros estados, como Michigan, Wisconsin y Nueva Jersey, han seguido el ejemplo.
Muchos niños no saben lo que es bueno para ellos —siempre bromeo que los míos comerían helado todo el día y faltarían a la escuela si pudieran—, así que ¿por qué las leyes y políticas estatales permitirían a los menores tomar decisiones importantes sobre cosas como el aborto, el reemplazo de hormonas e incluso cuestiones de educación, sin el conocimiento o la orientación de sus padres?
Por supuesto que ningún padre es perfecto, pero es lógico que la mayoría de los padres quieran lo mejor para sus hijos, e intentan proporcionarles un entorno hogareño seguro y saludable. Si bien debe haber disposiciones para situaciones extremas —como el abuso— en términos generales, es vital que los padres mantengan el derecho a criar a sus hijos de acuerdo con sus creencias y tradiciones, y las leyes estatales deben reflejar eso.
Nicole Russell es una escritora independiente y madre de cuatro hijos. Su trabajo ha aparecido en The Atlantic, The New York Times, Politico, The Daily Beast y The Federalist. Sígala en Twitter @russell_nm.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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