Los ejercicios marítimos más grandes del mundo han recibido luz verde nuevamente este año a pesar de la pandemia del virus del PCCh, pero serán postergados hasta más adelante en el verano con un plazo de tiempo comprimido.
Los marineros que participen en los ejercicios RIMPAC tampoco se dirigirán a la costa para pasar tiempo libre en Hawái, y los ejercicios bienales de este año se limitarán a un evento en el mar, según la Marina de Guerra de los Estados Unidos.
Después de varias semanas de especulaciones de que el evento podría ser cancelado debido al COVID-19, la Marina de Guerra anunció el 28 de abril que sería anfitrión del evento del 17 al 31 de agosto, menos de la mitad del tiempo habitual.
Los RIMPAC (o Ejercicios de la Cuenca del Pacífico) han estado funcionando cada dos años desde 1971.
«Los RIMPAC están diseñados para fomentar y mantener relaciones de cooperación, críticas para garantizar la seguridad de las rutas marítimas y la seguridad en apoyo de una región Indo-Pacífica libre y abierta», dijo la Marina de Guerra en un comunicado. «El ejercicio, que tiene lugar en las aguas que rodean las islas hawaianas, es una plataforma de entrenamiento única diseñada para mejorar la interoperabilidad y las asociaciones marítimas estratégicas. En 2018, 26 naciones participaron en y alrededor de Hawái».
A China se le retiró la invitación a dichos ejercicios en 2018 y es poco probable que sea incluida en la lista final de este año.
«En estos tiempos difíciles, es más importante que nunca que nuestras fuerzas marítimas trabajen juntas para proteger las rutas marítimas vitales y asegurar la libertad de navegación en aguas internacionales», dijo el comandante de la Flota del Pacífico de EE.UU., el almirante John Aquilino. «Y operaremos con seguridad, usando medidas de mitigación prudentes».
Los ejercicios no incluirán eventos sociales en tierra, donde solo habrá «una huella mínima de personal en tierra para el mando y control, la logística y otras funciones de apoyo».
Algunos otros ejercicios militares conjuntos han sido cancelados debido al impacto de COVID-19.
Estos ejercicios conjuntos no son solo un do de pecho geopolítico, sino un ingrediente clave del poder militar, de acuerdo con Sidharth Kaushal, investigador en poder militar naval en el Royal United Services Institute.
«En un escenario de guerra, las tropas están operando casi en piloto automático», dijo Kaushal anteriormente a The Epoch Times. «Ese constante ritmo de ejercicios es crítico, particularmente si estás operando con aliados que no siempre trabajan contigo todo el año. Es esa preparación la que permite que las cosas se muevan como un reloj en tiempos de guerra».
Según Kaushal, si bien la falta de una ronda de ejercicios no degradaría mucho la eficacia, a largo plazo, el efecto sería más pronunciado.
En las últimas semanas, el ejército de los EE.UU. ha hecho hincapié en que la preparación sigue siendo alta, a pesar de la pandemia del virus del PCCh.
La Marina de Guerra de los EE.UU. se ha estado adaptando a los desafíos de la pandemia, tomando lecciones del brote a bordo del USS Theodore Roosevelt, que ahora está reembarcando a los marineros después de haber sido desmovilizado por más de un mes.
El Pentágono está dando prioridad a asegurarse de que las tripulaciones estén libres de virus cuando salgan al despliegue, lo que significa concentrar los test y la cuarentena en la ventana de tiempo justo antes del despliegue.
El portaaviones USS Nimitz zarpó para entrenar el 27 de abril, pero solo después de un período de cuarentena de 27 días y de hacer test a toda la tripulación.
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