El expresidente Donald Trump está decidido a arreglar Estados Unidos después de que su residencia fuera allanada por el FBI, dijo el 9 de agosto el senador Lindsey Graham (R-S.C.).
«El presidente Trump está decidido, ahora más que nunca, a enderezar este país», dijo Graham, el principal republicano de la Comisión Judicial del Senado, a los periodistas en una rueda de prensa en Carolina del Sur tras hablar con el expresidente.
Los agentes del FBI acudieron el lunes a Mar-a-Lago, el complejo turístico de Trump en Florida.
Sigue sin estar claro por qué se ejecutó la orden de registro, aunque los miembros de la familia Trump y los abogados han dicho que el objetivo era ver si Trump poseía algún documento que debería haber sido entregado cuando dejó el cargo.
Graham fue uno de los republicanos que criticó la redada, señalando que el FBI también estaba a cargo de la investigación de contrainteligencia contra la campaña de Trump en 2016 que giraba en parte en torno a un documento pagado por la campaña de Hillary Clinton, que era la rival de Trump por la presidencia en ese momento.
«¿Qué he aprendido de la investigación de Mueller? El FBI, cuando se trata de Trump, ha perdido el rumbo. Este interminable deseo de destruir a Trump y a su familia es frustrante para nosotros», dijo Graham, en referencia a la investigación sobre Trump y sus asociados realizada por el abogado especial Robert Mueller, que no descubrió ninguna colusión entre la campaña y Rusia.
Una revisión separada, llevada a cabo por la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia, encontró graves errores y omisiones en las solicitudes que el FBI presentó para obtener órdenes de espiar a Carter Page, un asociado de la campaña de Trump.
Kevin Clinesmith, un abogado del FBI, admitió ante el tribunal haber manipulado un correo electrónico de la CIA para afirmar que Page no era un activo cuando la versión original decía que sí lo era.
Clinesmith evitó la cárcel y mantuvo su licencia de abogado.
El FBI también se basó en parte en el dossier elaborado por el exespía británico Christopher Steele, partidario de Clinton, en su investigación sobre Trump y figuras vinculadas a él. La campaña de Clinton y el Comité Nacional Demócrata financiaron el trabajo de Steele.
El FBI ha dicho que cambió sus prácticas tras la revisión del organismo de control, y ha disciplinado, despedido y reasignado a varios funcionarios involucrados en la investigación.
Trump dijo en un comunicado que la redada se realizó sin previo aviso, a pesar de que había estado cooperando con las agencias gubernamentales. Describió lo sucedido como «la utilización del Sistema de Justicia». El FBI ha declinado hacer comentarios y el Departamento de Justicia no ha devuelto una consulta, mientras que la Casa Blanca dijo que no fue notificada de la redada antes de que ocurriera.
Trump, dijo Graham, «va a superar esto”.
«He hablado con él dos veces hoy», dijo. «Y le he dicho que hay sistemas legales en su país, que se acoja a ellos, y que el tiempo dirá lo que está pasando”.
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