Una mujer de Texas fue sentenciada a seis años de prisión por someter a su hijo a procedimientos médicos innecesarios que lo dejaron en una silla de ruedas el 11 de octubre, según múltiples informes.
Kaylene Bowen-Wright, de 36 años, dijo que desde el nacimiento de su hijo, Christopher Bowen, tuvo alguna forma de enfermedad genética rara, así como cáncer y que solo le quedaban pocos meses de vida, según el New York Post. El Fort Worth Star-Telegram informó que en septiembre de 2009, Christopher Bowen nació prematuramente, después de haber pasado poco más de 33 meses dentro del útero de su madre antes de que él naciera.
Ryan Crawford, el padre de Christopher, dijo que se preguntaba si Bowen-Wright solo buscaba atención, «Siempre decía que Christopher estaba enfermo. Todas las semanas. Todos los meses. Ella siempre decía: ‘Algo está mal. Él tiene esto. Él tiene eso’”, dijo Crawford, según Fort Worth Star-Telegram.
Luego de ocho años del nacimiento de Christopher, el niño ha entrado y salido continuamente de los hospitales, llevado allí por su madre.
El Fort Worth Star-Telegram informó que, según la documentación médica, Christopher Bowen había ido al hospital 322 veces desde los años 2009 y 2016, así como a centros pediátricos en Houston y Dallas. Además, también se había sometido a 13 cirugías importantes en esos años.
Una de esas cirugías fue tener un tubo de alimentación implantado directamente en su intestino delgado. Eso resultó en múltiples infecciones a la sangre que amenazó su vida, según documentos judiciales, informó el New York Post.
El resultado es que Christopher ahora está conectado a un tanque de oxígeno y necesita una silla de ruedas para movilizarse, informó Fort Worth Star-Telegram. Bowen-Wright incluso hizo que su hijo fuese incluido en la lista de trasplante de pulmón, y ha sido admitido y dado de alta de la atención de hospicio, dijo el medio de comunicación.
En agosto de 2019, Bowen-Wright se declaró culpable de causar lesiones corporales graves a un niño. Los fiscales solicitaron que Bowen-Wright fuera sentenciada a al menos ocho años considerando la cantidad de daño que le había hecho a su hijo, según el New York Post. Los abogados de Bowen-Wright sugirieron que ella tenía el Síndrome de Munchausen por poder, ahora conocido como Trastorno Facticio por poder. Dijeron que debía recibir terapia para su trastorno en lugar de tiempo en prisión, informó el medio de comunicación.
Jennifer Sawyer, la fiscal del caso, dijo que Bowen-Wright, al someter a Christopher Bowen a estas cirugías innecesarias, le había quitado la infancia al joven.
«Es difícil incluso decir dónde se detienen sus víctimas», dijo Sawyer, según el New York Post.
«Me alegra que haya un juez que haya podido defender a Christopher», dijo Crawford después de la sentencia. Había estado tratando de visitar y obtener la custodia de su hijo durante mucho tiempo. Bowen-Wright siempre había usado la razón de que su hijo estaba enfermo y que la presencia de Crawford allí molestaría al joven, según Fort Worth Star-Telegram.
“Siempre fue la misma historia: Christopher se está muriendo. El padre no necesita estar cerca porque no sabe cómo cuidarlo», recordó Crawford que siempre decía Bowen-Wright, según el medio de comunicación. «Cada vez que iba a la corte, me hacían sentir que era el peor humano de la historia».
Crawford estaba frustrado porque a las autoridades les había llevado tanto tiempo darse cuenta de que algo andaba mal y hacer algo al respecto, según el Fort Worth Star-Telegram. Sin embargo, se alegró de que eso le hiciera tomar la custodia y cuidar a su hijo.
«Es horrible para mi hijo, o para cualquier niño, porque obviamente, mi hijo no es el único que ha tenido que pasar por este tipo de tortura. El sistema tiene que estar expuesto. Todas las debilidades que hay en el sistema, porque los niños no se lo merecen», dijo Crawford.
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