El nuevo impulso de Nicolás Maduro por entablar relaciones comerciales y diplomáticas con el régimen de Corea del Norte estaría resguardando las intenciones del dictador venezolano de capacitarse con los comunistas para evadir las sanciones de Estados Unidos.
Los planes de Maduro y los detalles sobre sus intenciones con el régimen norcoreano, que también involucran a Cuba, fueron detallados al diario ALnavío por una fuente de inteligencia cercana al dictador chavista.
Maduro “quiere asesoramiento para evadir sanciones” y ratificar el desafío a EE. UU., estableciendo un eje Caracas – La Habana – Pyongyang, señaló la fuente, dando sentido a una variedad de eventos diplomáticos ocurridos en los últimos meses entre los que se pueden destacar el viaje del hijo de Maduro al país asiático, la apertura de una embajada en Pyongyang y el viaje de Diosdado Cabello como mensajero para entregar una carta a Kim Jong-un.
“Muy pronto iré a Corea. Tú abriste ya la puerta. El camino”, dijo Maduro hablando a Diosdado Cabello este miércoles y confirmando sus intenciones de visitar el país comunista después de tantos esfuerzos de acercamiento.
Diosdado Cabello se reunió con el Presidente del Presidium de la Asamblea Popular Suprema de Corea del Norte, Choe Ryong Hae en el Palacio de Congresos de Mansudae Vía @PartidoPSUV pic.twitter.com/razSxGagVN
— Sumarium (@sumariumcom) September 26, 2019
Al parecer, con la visita de Cabello a Corea del Norte el chavismo también ganó acuerdos que Maduro presumió al calificarlos de “tremendos” y diciendo que “se pierden de vista” de tantos que son.
El informante, sin embargo, en vez de poner el acento en estos acuerdos, destacó el mensaje desafiante del dictador chavista hacia el mundo: “Se ratifica el desafío del chavismo y de Maduro hacia EE. UU. y hacia la comunidad internacional. Demuestra que por muy bloqueado y acosado que esté, tiene margen de maniobra, actúa con independencia y escoge a los amigos. A los compañeros de viaje”.
Qué podría aprender Maduro en Pyongyang
El acercamiento acelerado de Maduro a Corea del Norte coincide con el recrudecimiento de las sanciones económicas impuestas por EE. UU. al régimen venezolano en un intento de que Maduro abandone el poder y Venezuela vuelva a recuperar la democracia.
Las medidas tomadas por el presidente Donald Trump han significado importantes pérdidas económicas y comerciales para el régimen chavista y en Corea del Norte podrían aprender a eludirlas.
Según el Centro de Estudios de Defensa Avanzada de EE.UU., para evadir sanciones comerciales el régimen norcoreano se vale de un “complejo sistema de traslados entre puertos, envíos secretos en mar abierto y empresas fachada”, además de contar con el apoyo de empresas extranjeras y el Partido Comunista Chino, todo lo cual también podría servir a Maduro.
Pero al parecer, Corea del Norte tiene una doble cara y la fuente advirtió al dictador chavista que es un aliado de cuidado. “No toleran la corrupción. Y ellos saben que en todas las instancias del gobierno [del régimen venezolano] hay corrupción”, señaló con conocimiento de causa tras participar de reuniones con funcionarios norcoreanos en Caracas.
Una afirmación similar también fue hecha por un miembro de la Cancillería de Maduro hace pocos días atrás cuestionando el acercamiento a Pyongyang: “Es un gobierno radiactivo. Nadie se les quiere acercar porque crea problemas”, señaló el funcionario desde el anonimato a ALnavío, y añadió que “Maduro se cierra caminos sin necesidad. Dejarse ver allí le complica la suerte a cualquiera”.
Sin embargo para Maduro representa una de las pocas opciones posibles para hacer frente, por un lado, a la crisis económica y política que su régimen socialista trajo sobre Venezuela, y por el otro, para escapar de las presiones internacionales que van acorralando los recursos de la dictadura para mantenerse en el poder, donde la administración Trump y sus sanciones juegan un papel clave.
El rol de Trump en sus negociaciones tanto con China como con Corea del Norte podría perjudicar indirectamente a Maduro.
Gracias a estas intervenciones, China, uno de los contribuyentes económicos más importantes de la dictadura venezolana, detuvo por completo sus actividades petroleras en Venezuela por temor a violar una orden ejecutiva firmada por Trump en la que se autorizaba sancionar a cualquier compañía internacional vinculada con EE. UU. que brinde apoyo a Maduro. Este fue un duro golpe al chavismo y ocurrió en medio de la guerra comercial mantenida entre Estados Unidos y China.
Por su parte, el régimen comunista de Corea del Norte, que durante mucho tiempo amenazó con lanzamientos nucleares al “imperialismo” estadounidense, cambió radicalmente su posición hacia Estados Unidos gracias al acercamiento de Trump y a una cumbre histórica que mantuvo con él en 2018, a la que le siguió una segunda y se espera una tercera en los próximos días, donde retomarán las negociaciones de desnuclearización, que si son exitosas podrían abrir el diálogo hacia otros acuerdos beneficios para ambos países y poner a Maduro en el peligro de perder otro posible aliado.
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