El régimen comunista chino celebra el 1 de octubre como su fiesta nacional. Sin embargo, manifestantes de todo el mundo marcan el día como «Día Nacional de Luto», lamentando la pérdida de derechos humanos y libertades básicas para el pueblo chino continental durante más de siete décadas.
Estados Unidos
Cerca de 100 chinos se concentraron frente al Consulado de China en Los Ángeles el 1 de octubre para protestar contra la tiranía del Partido Comunista Chino (PCCh). Advirtieron al público sobre su influencia en Estados Unidos.
Los manifestantes portaban pancartas contra el PCCh y llevaron figuras rellenas de pasto de líderes comunistas chinos actuales y pasados hasta la fachada del consulado. Cuatro de ellos llevaron un ataúd negro hasta el lugar, deseando que el PCCh caiga pronto. En la concentración, quemaron la bandera roja de cinco estrellas del PCCh y representaron una breve obra de teatro, titulada «El asedio a la Universidad Politécnica de Hong Kong». La obra era para honrar a los estudiantes prodemocracia de Hong Kong que fueron víctimas de una ocupación policial armada de su campus en noviembre de 2019.
Fu Hanling, el subdirector de la rama de Los Ángeles del Partido Democrático Chino, pidió a más estadounidenses que se den cuenta de la opresión del PCCh sobre su pueblo. También señaló la responsabilidad del PCCh en la actual pandemia mundial debido a su encubrimiento y al retraso en la respuesta al COVID-19.
«Debemos levantarnos para recordar a todas las naciones y grupos étnicos que todas esas son vidas inocentes cobradas por el malvado PCCh», dijo Fu. «El PCCh debe pagar el precio por las calamidades».
Otro participante, Jie Lijian, colocó un globo de hidrógeno que simbolizaba el virus del PCCh, advirtiendo que el PCCh se acercaba y erosionaba la vida de todos exactamente como la pandemia.
En la costa este, en Boston, se produjo una discusión entre los partidarios del PCCh que izaban la bandera de cinco estrellas y los manifestantes frente al ayuntamiento el 30 de septiembre. Sin embargo, la bandera del PCCh que se elevaba se atascó cuando se rompió el dispositivo para izarla.
«Es la voluntad de Dios», dijo el soldado de infantería estadounidense retirado David Berard sobre que la bandera no pudiera izarse.
«Vivo aquí mismo, y este es mi patio trasero», descargó su ira a través de un altavoz. «No me gusta que la bandera del PCCh se ice en mi patio trasero. Especialmente, más de 100 veteranos enfadados viven cerca, ¡y vamos a arrancar esta bandera!».
«El PCCh quiere subvertirnos mediante sobornos e infiltraciones», continuó Berard. «Nuestro gobierno no ha resistido».
Los partidarios del PCCh cancelaron sus discursos programados y se retiraron entre consignas como «Liberen a Hong Kong», «Liberen al Tíbet», «Ningún comunista chino en Estados Unidos».
Chungchi Che, representante de Friends of Hong Kong & Macau en Boston, dijo que viene a protestar todos los años.
«El PCCh es un grupo mafioso, una organización criminal», dijo el anciano. «Estados Unidos debería rechazarlo».
Una señora apellidada Lu también participó en el acto. Se quejó con The Epoch Times de que el gobierno de Boston permitiera al PCCh izar su bandera todos los años y que la ceremonia provocara resentimiento y protestas, incluso de estadounidenses.
«Eso [el izado de la bandera] no representa la opinión pública», dijo Lu a The Epoch Times. «Por eso debemos venir a protestar».
Además, los manifestantes recordaron a los habitantes de China continental que habían venido a celebrar el 1 de octubre y el izado de la bandera de cinco estrellas, que no debían traicionar a Estados Unidos, que les había proporcionado libertad y beneficios en su suelo. En su lugar, dijeron, deberían estar agradecidos a este país y oponerse a la China comunista.
Canadá
Ocho grupos comunitarios se reunieron frente al consulado chino en Toronto el 1 de octubre, acusando al PCCh de emplear la diplomacia de los rehenes y de inmiscuirse en los asuntos canadienses.
Entre las organizaciones estaban la Asociación de Toronto para la Democracia en China, el Enlace Canadá-Hong Kong, el Comité Canadiense del Partido Democrático de China y la Federación para una China Democrática (FDC).
«Los 72 años de régimen despótico del PCCh han traído un sinfín de desastres y desgracias al pueblo chino y más allá», dijo la autora y vicepresidenta del FDC, Sheng Xue. «El régimen comunista chino es el peor en cometer de crímenes de lesa humanidad en la historia».
Reprochó al PCCh la imposición de políticas genocidas a las poblaciones tibetana y uigur, la persecución de los hongkoneses y el asesinato de los practicantes de Falun Gong por sus órganos.
Sheng subrayó que, aunque los dos canadienses detenidos regresaron a casa desde China, la diplomacia de los rehenes del PCCh ha sentado un peligroso precedente, que el PCCh reutilizará en el futuro.
Gloria Fung, presidenta de Enlace Canadá-Hong Kong, señaló que detrás del crecimiento económico de China había un lado oscuro de opresión y control social absoluto por parte del PCCh. En este contexto, los disidentes políticos desaparecían o eran declarados enfermos mentales.
Fung también advirtió de que el PCCh supone una gran amenaza para Canadá por su omnipresente espionaje, manipulación e intimidación, así como por su diplomacia de rehenes.
«Es hora de que Canadá muestre su liderazgo en el escenario global, incluyendo una respuesta contundente a China, la prohibición de Huawei y el boicot a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 en Beijing», subrayó Fung.
Inglaterra
Grupos de derechos humanos formados por hongkoneses, tibetanos y uigures se concentraron en Londres el 1 de octubre y lanzaron el «Día de la Resistencia al PCCh» para protestar por las atrocidades que el PCCh ha cometido contra las poblaciones étnicas.
El Dr. Stephen Ng, que lleva 30 años viviendo en Reino Unido, es cofundador de Chinese for Labour y ha sido galardonado con la Orden del Imperio Británico (MBE).
«Lo que el PCCh ha hecho en Hong Kong desafía la lógica y el sentido común», dijo.
Se lamentó de la realidad de Hong Kong, donde los jóvenes estudiantes fueron detenidos, los grupos universitarios fueron disueltos, los medios de comunicación fueron silenciados y los grupos prodemocracia y las asociaciones industriales fueron obligadas a suspenderse.
«Es de vital importancia que los hongkoneses preserven sus vidas, su poder y su energía», añadió. «Este régimen autoritario y su injusto control no durarán mucho».
Tsering Passang, fundador y convocante de la Alianza Global para el Tíbet y las Minorías Perseguidas, calificó el 1 de octubre como un día triste para tibetanos, uigures, hongkoneses, taiwaneses y mongoles.
«El 1 de octubre de 1949, el entonces líder del PCCh, Mao Zedong, afirmó que el Tíbet había sido liberado», dijo. «Sin embargo, esa ‘liberación’ se convirtió en un baño de sangre que cobró la vida de millones de tibetanos y uigures».
Sin embargo, Passang se mostró optimista sobre la situación mundial contra el PCCh.
«Es increíblemente alentador que innumerables chinos del continente se unan al movimiento para renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas, y que más naciones se levanten contra el alcance global de la China comunista», dijo.
«Unámonos y luchemos contra nuestro enemigo común: el PCCh», dijo un manifestante tibetano.
Otro participante apellidado Zhou, que habla mandarín, contó a The Epoch Times cómo había pasado de ser un partidario fiel del PCCh a un activista en contra el PCCh.
«Cuando llegué a Gran Bretaña por primera vez, apoyaba al PCCh debido a la influencia de mi padre», dijo Zhou. «Cuando estaba en la escuela secundaria, uno de mis compañeros me dijo que Mao Zedong, Stalin y Hitler eran demonios».
«Me enfurecí tanto que protesté: ‘Estás insultando a nuestros líderes'».
Mientras buscaba pruebas para defenderse, Zhou encontró fuentes alarmantes que cuestionaban sus puntos de vista anteriores.
«Fue a través de 10 años de lucha mental que empecé a creer, como dijo el presidente Ronald Reagan, que el PCCh es un demonio, un villano anti-Dios», dijo el manifestante.
Australia
Dos días antes del 1 de octubre, se organizó un seminario online para centrarse en la persecución por parte del PCCh a los hongkoneses y exigir el fin de la tiranía del PCCh.
Joseph Yu-shek Cheng, residente en Nueva Zelanda y exprofesor de la Universidad de Hong Kong, afirmó que durante el primer año de vigencia de la ley de seguridad nacional se han deteriorado los derechos humanos, las libertades y el Estado de derecho de Hong Kong.
Afirmó que, en el marco de la ley de seguridad nacional, pocos hongkoneses acusados de «incitación» o «subversión» obtuvieron la libertad bajo fianza. Es probable que se enfrenten a largas detenciones, junto con la congelación de bienes y propiedades antes de las audiencias judiciales.
En su opinión, la ley de seguridad nacional del PCCh desbarata el estado de derecho y la libertad de información de Hong Kong, lo que va en contra de los intereses de todo el sector empresarial. El PCCh sacrificaría el estado de derecho y la libertad de información para asegurar su poder político, subrayó Cheng.
Ted Hui Chi-fung, exlegislador hongkonés, actualmente exiliado en Australia, dijo que con la ley de seguridad nacional, el PCCh había transformado completamente el sistema social local, convirtiendo un Hong Kong libre, abierto y semidemocrático en una sociedad autoritaria.
«Los hongkoneses ya no confiarán en la idea de ‘un país, dos sistemas'», dijo. «Tampoco confiarán en ninguna otra promesa que haga el PCCh».
China
Las autoridades de Hong Kong pusieron 8000 policías en las calles para frenar cualquier protesta el 30 de septiembre y el 1 de octubre, según Bloomberg.
Sin embargo, las imágenes de la Liga de Socialdemócratas mostraron que cuatro de sus miembros, incluido su presidente Chan Po-ying, se arriesgaron a salir a la calle y protestar el 1 de octubre. Fueron detenidos, registrados e interrogados por la policía antes de ponerse en marcha. Su actividad fue totalmente vigilada. Por el camino, los manifestantes gritaron consignas como «Liberen a todos los presos políticos» y «Lleven a cabo el sufragio universal para todo el país».
La policía los interceptó cuando llegaron a Central Plaza. Allí, el presidente hizo una declaración de 7 minutos antes de que el grupo se dispersara.
Con información de Xu Xiuhui, Huang Qin y Mai Lei.
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