Según un estudio reciente, más del 80 por ciento del exceso de muertes en Estados Unidos entre 2020 y 2022 son atribuibles a COVID-19, y muchas de las muertes por enfermedades como el Alzheimer y la diabetes también están relacionadas con la infección.
El estudio trató de descubrir el número de muertes excesivas que se produjeron en el país entre el 1 de marzo de 2020 y el 1 de enero de 2022 y que estaban relacionadas con COVID-19.
«Encontramos que el 84 por ciento del exceso de mortalidad por todas las causas puede atribuirse estadísticamente al impacto directo de la infección por SARS-CoV-2. También estimamos una gran contribución directa de la infección por SARS-CoV-2 (≥67 por ciento) en la mortalidad por diabetes, Alzheimer, enfermedades cardiacas y en la mortalidad por todas las causas entre individuos mayores de 65 años», según el estudio del 22 de febrero publicado en la revista científica eLife.
«En general, a escala nacional, las mayores consecuencias de la pandemia de COVID-19 son atribuibles al impacto directo de las infecciones por SARS-CoV-2; sin embargo, los impactos secundarios dominan entre los grupos de edad más jóvenes y en la mortalidad por causas externas».
Los impactos secundarios se refieren a los causados indirectamente por el COVID-19 e incluyen las medidas aplicadas para controlarlo y los efectos del miedo a la infección.
En conjunto, se calcula que el número de muertes excesivas en Estados Unidos durante este periodo asciende a 1.06 millones. Con el 84 por ciento de las muertes atribuidas a COVID-19, la cifra asciende a 894,768. Entre el 1 de marzo de 2020 y el 1 de enero de 2022, Estados Unidos solo había notificado 848,886 muertes por COVID-19.
Entre las 25,300 muertes en exceso relacionadas con el Alzheimer, el 70 por ciento se atribuyeron a COVID-19. El 70 por ciento del exceso de muertes por diabetes y el 73 por ciento del exceso de muertes por cardiopatías también estaban relacionadas con COVID-19.
«Aunque los individuos menores de 25 años tuvieron un bajo exceso de mortalidad general durante la pandemia, observamos que la contribución de los efectos indirectos de la pandemia es aún mayor en este grupo de edad. En cambio, los mayores de 65 años sufrieron predominantemente las consecuencias directas de la infección por SARS-CoV-2», afirma el estudio.
Exceso de muertes por COVID-19
Otros múltiples estudios también han descubierto que el COVID-19 contribuyó a una parte significativa del exceso de muertes en Estados Unidos durante el periodo pandémico.
Un estudio publicado en diciembre de 2021 en la revista American Journal of Public Health estimó que se produjeron 16.6 muertes en exceso por cada 10,000 personas en los Estados Unidos en 2020. El estudio estimó que el 84 por ciento de este exceso de muertes podría «atribuirse directamente» a COVID-19.
«Los efectos de la pandemia de COVID-19 sobre la mortalidad y las disparidades sanitarias se subestiman cuando solo se consideran las muertes atribuidas directamente a COVID-19», señala el estudio.
Un estudio de diciembre de 2022 publicado en la revista SAGE estimó en 171,000 el exceso de muertes no relacionadas con COVID hasta finales de 2021, así como en 72,000 muertes no medidas por COVID-19.
Daños de la vacuna contra COVID-19
También se cree que las vacunas contra COVID-19 han provocado la muerte de miles de estadounidenses. Una encuesta publicada en la revista BMC Infectious Diseases estimó el número de muertes por vacunas contra COVID-19 en el país entre 217,330 y 332,608 solo en 2021.
Mientras tanto, en una encuesta realizada en diciembre de 2022 por Rasmussen Reports, el 34 por ciento de los encuestados admitieron que habían experimentado efectos secundarios leves al recibir una inyección de COVID-19, y el 7 por ciento experimentó efectos secundarios graves.
Hasta el 1 de febrero, el Programa de Compensación por Lesiones Causadas por la Vacuna contra COVID-19 del gobierno de EE.UU. había aprobado reclamaciones por lesiones causadas por la vacuna contra COVID-19 de 19 personas.
En 17 de estos casos, las personas vacunadas contra COVID-19 habían sufrido miocarditis, una forma de inflamación del corazón, o su afección relacionada, pericarditis, o ambas. Una persona sufrió una inflamación de la piel denominada angioedema, mientras que otra sufrió un shock alérgico grave. Aunque las 19 personas tienen derecho a indemnización, aún no han recibido pago alguno.
«Aprobar las reclamaciones pero no indemnizar realmente a los perjudicados no es diferente de denegar las reclamaciones», dijo a The Epoch Times en un correo electrónico Renee Gentry, abogada que representa a algunas personas que han presentado reclamaciones pero no han sido aprobadas.
«Estas personas no necesitan victorias morales. Necesitan que les paguen las facturas médicas y les reembolsen la pérdida de ingresos».
Con información de Zachary Stieber.
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