El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R-Calif.), pidió a la Administración de Biden que desclasificara la información sobre los orígenes del COVID-19 para averiguar de dónde procedía el virus del PCCh (Partido Comunista de China).
«Es una crisis muy fuerte porque piensen en (…) lo que la gente ha tenido que pagar por esto: 3,8 millones de personas han perdido la vida porque China mintió al mundo: 600,000 de esos 3.8 [millones] son estadounidenses», dijo McCarthy a Fox News el domingo por la noche.
«Lo primero que deberíamos hacer es desclasificar la inteligencia. Eso nos mostraría que vino de Wuhan», dijo McCarthy, señalando que las empresas de redes sociales limitaron la capacidad de hablar sobre la procedencia y el nombre del virus.
El expresidente Donald Trump dijo al principio que el COVID-19 «vino de China» y a veces lo llamó el «virus chino». Su retórica y el manejo de la pandemia habían sido sometidos a escrutinio por los grandes medios de comunicación y la izquierda.
Los medios de comunicación convencionales habían calificado la hipótesis de la filtración del laboratorio de Wuhan como una «teoría conspirativa desacreditada» hasta hace poco, ya que ahora más expertos apoyan públicamente la idea de que el virus podría haber surgido del Instituto de Virología de Wuhan.
El 26 de mayo, Facebook anunció que ya no se prohibirían en la plataforma los posteos que promovieran la hipótesis de que el COVID-19 había sido creado por el hombre.
«Lo siguiente que deberíamos hacer es negar ya la función de financiar a Wuhan», continuó McCarthy. «Deberíamos negar al [Instituto Nacional de la Salud (NIH)] su capacidad de conceder subvenciones o subdonaciones a países como China, Irán, Corea del Norte o Rusia».
El director de los NIH, Francis Collins, reconoció en un comunicado el mes pasado que los NIH y el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés) «han apoyado durante muchos años las subvenciones para aprender más sobre los virus latentes en los murciélagos y otros mamíferos que tienen el potencial de pasar a los seres humanos y causar una enfermedad ampliamente propagada», pero negó que cualquiera de las dos instituciones «haya aprobado alguna vez una subvención que hubiera apoyado la investigación de ‘ganancia de función’ en los coronavirus que hubiera aumentado su transmisibilidad o letalidad para los seres humanos».
McCarthy continuó diciendo que el gobierno de Estados Unidos debería limitar las visas provenientes de China y levantar la inmunidad soberana, de modo que para esas 600,000 personas que murieron, «su familia pueda realmente tener justicia y demandar a China».
McCarthy también afirmó que los 24º Juegos Olímpicos de Invierno no deberían celebrarse en Beijing.
«Si China mintió al resto del mundo, ¿por qué el mundo debería recompensarlos?». preguntó McCarthy.
Los 24º Juegos Olímpicos de Invierno están programados para celebrarse en Beijing y algunas ciudades cercanas en febrero de 2022.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, confirmó en abril que la Casa Blanca no estaba discutiendo con sus aliados un boicot conjunto a los Juegos Olímpicos de Beijing.
«La Organización Mundial de la Salud (OMS) no debería recibir financiación de Estados Unidos, debería ser reestructurada», añadió McCarthy. «Pero una de las primeras cosas que hizo el presidente [Joe] Biden fue enviarles más de 240 millones de dólares sin condiciones».
Biden firmó una orden ejecutiva para detener la retirada de Estados Unidos de la OMS el 20 de enero, su primer día en el cargo.
«No podemos llegar al origen de esto escuchando a China o a la Organización Mundial de la Salud. Deberíamos desclasificar la información y averiguar, en primer lugar, de dónde procede y hacérselo saber al mundo entero», concluyó McCarthy.
La Administración de Biden no tomará medidas inmediatas sobre China para presionar al régimen comunista para que permita una investigación independiente sobre si el COVID-19 se originó en un laboratorio de Wuhan, dijo el domingo el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan.
El 26 de mayo, Biden ordenó a la comunidad de inteligencia que «redoblara sus esfuerzos» y presentara un informe en 90 días sobre los orígenes del COVID-19.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la Casa Blanca para obtener más comentarios.
Con información de Jack Phillips.
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