Un destacado republicano dijo que el régimen comunista chino está utilizando la tecnología estadounidense para desarrollar sus nuevos sistemas de armas. Señaló que el régimen está aprovechando los acuerdos internacionales depredadores para asegurar su acceso a infraestructura comercial vital.
El representante Michael McCaul (R-Texas) dijo que las armas chinas, incluido el misil hipersónico probado por el Partido Comunista Chino (PCCh) el año pasado, se han construido con tecnología estadounidense.
“¿Cuál es probablemente el mayor ejemplo destacado de esto? El misil hipersónico”, dijo McCaul durante una charla informal con el Atlantic Council, un grupo de expertos con sede en D.C. “El arma que vimos lanzar a China con gran precisión… y que en realidad puede llevar una ojiva nuclear”.
“Cuando lo estudias, te das cuenta de que en realidad se construyó sobre la base de la tecnología estadounidense”.
Los comentarios de McCaul siguen de cerca la publicación de un informe de la firma de inteligencia Strider Technologies, que encontró que, al menos, 162 investigadores de la principal instalación nuclear de Estados Unidos han trabajado para China desde entonces, muchos de ellos en el área militar, incluida la hipersónica.
Infiltrándose en Occidente
Tanto McCaul como el informe dijeron que muchos de los programas de divulgación en el extranjero del PCCh, como su programa de los 1000 Talentos, fueron diseñados explícitamente para cosechar propiedad intelectual de Estados Unidos.
“Lo que hacen es infiltrar a nuestros investigadores y les dan mucho”, dijo McCaul.
“Algunos, en el programa de los 1000 Talentos, le entregarán a la nave nodriza China estas investigaciones y desarrollos”.
McCaul, quien ahora es el miembro principal del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, dijo que la primera vez que se preocupó por la amenaza del PCCh fue en 1996. En ese momento, dijo, era un fiscal federal que trabajaba en casos de financiamiento de campañas.
Entre esos casos, dijo, estaba el de Johnny Chung, quien se vio envuelto en una demanda por financiamiento de campaña luego de entregar cientos de miles de dólares al Comité Nacional Demócrata. Al menos USD 35,000 de ese dinero, dijo Chung más tarde, provenían directamente del aparato de inteligencia militar de China y tenían la intención de influir en las elecciones estadounidenses.
“Realmente expusieron ese plan para influir en nuestras elecciones”, dijo McCaul.
Al interferir en las elecciones de EE.UU., dijo McCaul, el PCCh buscaba garantizar que las políticas de EE.UU. fueran favorables a China, incluso a costa de erosionar la seguridad nacional de EE.UU.
Un proceso similar se repitió en la ciudad de Nueva York el año pasado, como lo reveló una demanda del Departamento de Justicia que alega que agentes de inteligencia del PCCh conspiraron para atacar o silenciar a un veterano del ejército de EE.UU. que se postuló para un cargo estatal.
Expansión global
Más allá de Estados Unidos, McCaul dijo que el PCCh ha armado sus relaciones diplomáticas y económicas, creando dependencias en la cadena de suministro de las naciones donde hace negocios para explotar la relación y obtener acceso a nuevos puertos y aeródromos.
“China está en Afganistán firmando contratos de arrendamiento mientras hablamos y, fiel a su estilo, predigo que obtendrán acceso a la base aérea de Bagram”, dijo McCaul.
«Hay que darles crédito. No podemos limitarnos a decir que son malos», añadió McCaul. «Son muy inteligentes y son un adversario digno. Sólo tenemos que competir con ellos».
Para contrarrestar ese esfuerzo, dijo McCaul, Estados Unidos necesitará revitalizar sus acuerdos diplomáticos y económicos con naciones de todo el mundo, para garantizar que esas naciones sepan que Estados Unidos se preocupa más por su bienestar que el PCCh.
Por el hecho de que Estados Unidos permitió que el PCCh tuviera acceso ilimitado para hacer lo que quisiera en el escenario mundial durante los últimos treinta años y por el hecho de que EE.UU. no mantuvo activamente relaciones en todo el mundo, dijo, el régimen chino ha podido aprovecharse del sistema internacional.
En ese sentido, McCaul citó la perspectiva que le dio un alto oficial militar estadounidense hace algunos años.
“Realmente tratamos de traer [a China] a la familia de naciones, queríamos que avanzaran y fueran más una democracia”, recordó McCaul que dijo el oficial.
“Eso simplemente no funcionó”.
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