Un grupo de aproximadamente 500 agentes de seguridad mexicanos desarticularon este lunes parte de una caravana migrante que salió el fin de semana desde el municipio de Tapachula, Chiapas rumbo a Estados Unidos.
Las fuerzas del orden–agentes del Instituto Nacional de Migración, el ejército y la Guardia Nacional de México–realizaron el operativo en el tramo carretero cercano al municipio de Mapastepec, en Chiapas.
Allí interceptaron a más de un centenar de inmigrantes procedentes de Cuba, Haití, Centroamérica, Colombia, entre otros. En el lugar, varios inmigrantes rompieron tres cercos que instalaron los agentes de la Guardia Nacional con equipos antimotines.
Durante el operativo, cerca de 700 inmigrantes lanzaron piedras y palos a los agentes que intentaron detenerlos.
El sábado pasado, las autoridades de migración mexicanas desplegaron fuerzas de seguridad para hacer frente a una caravana de inmigrantes que solicitaban un procedimiento agilizado de asilo en México, que partió de Tapachula, Chiapas con dirección a la ciudad de México.
Este lunes, una nueva caravana de unos 600 migrantes, partió también desde la ciudad de Tapachula hacia Estados Unidos.
La caravana está conformada por centenares de personas de diferentes nacionalidades. Entre estos, haitianos, cubanos, venezolanos, hondureños y salvadoreños.
El flujo migratorio aumentó en México desde octubre de 2018, cuando caravanas con miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, comenzaron a ingresar al país para llegar a Estados Unidos, por lo que el expresidente Donald Trump presionó a México para que los frenara.
Cuando el presidente Joe Biden llegó a la Casa Blanca suspendió el programa «Permenecer en México» de la era Trump, que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar su audiencia desde territorio mexicano.
Sin embargo, la semana pasada la Corte Suprema ordenó a la administración Biden restablecer la política, señalando que administración no demostró que no había actuado de manera “arbitraria y caprichosa” cuando rescindió de la política, que comenzó en 2019.
Los republicanos y algunos expertos argumentan que las políticas de la administración Trump eran legales y estaban funcionando bien para detener la inmigración ilegal antes de que la administración Biden modificara o revirtiera por completo dichas medidas clave.
El número de inmigrantes ilegales detenidos a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México aumentó un 12 por ciento en julio, llegando a casi 213,000–la cifra más alta en 21 años.
Las nuevas cifras no incluyen cuántos inmigrantes ilegales eludieron la captura. En los últimos meses, ese número se ha fijado en alrededor de 1000 por día.
Los extranjeros ilegales que se encontraban con más frecuencia eran adultos solteros, pero casi 19,000 eran menores no acompañados.
Eso estableció un nuevo récord mensual para la población y señaló el continuo fracaso de la administración Biden en detener lo que algunos expertos dicen que es una crisis a gran escala.
Con información de EFE.
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