El expresidente de Odebrecht, Henrique Valladares, uno de los importantes delatores de la red de sobornos internacionales a altos cargos políticos para asegurar proyectos ilegales al conglomerado mundial de la construcción con sede en Brasil, fue hallado sin vida en su residencia, en Río de Janeiro.
La muerte fue indicada como “causa indeterminada” en el registro de la 14 Delegación de Leblon y será investigada por la Policía, informó Veja, el 18 de septiembre.
El Instituto Médico Legal realizó la necropsia y liberó el cuerpo a la familia. Valladares fue hallado por sus familiares la noche del 17, en el apartamento en que el exejecutivo vivía en el barrio de Leblon, en la zona sur de Río de Janeiro.
Valladares fue uno de los principales de entre cerca de un centenar de ejecutivos de Odebrecht que aceptaron colaborar con la Justicia, confesar sus crímenes y señalar a sus cómplices a cambio de reducciones en sus condenas y otros beneficios judiciales.
En una de las confesiones de Valladares, el expresidente reveló la entrega de 5,5 millones de reales (1,3 millones de dólares) para al exsenador Edison Lobão, quien fue ministro de Minas y Energía en el gobierno Lula da Silva y en el primer mandato de la presidenta Dilma Rousseff, informó Veja. Hasta el momento la defensa de Lobão ha desmentido las afirmaciones en su contra.
Valladares además dio cifras de cuánto le pagaba Odebrecht al jefe de una tribu indígena a través de una cuenta de su esposa, así como a la Central Única dos Trabalhadores (CUT) para que no hicieran protestas contra sus obras o por temas ambientales.
La noticia pone por segunda vez en los titulares internacionales, en una semana, a la Operación Lava Jato, que la justicia brasileña inició en 2014 e involucra a empresas como Odebretch y OAS en sobornos que relacionan a más de 50 países. Este lunes se reveló la confesión de presuntos pagos ilegales a la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, expresidenta de Chile.
Los pagos ilegales de OAS y Odebretch son los que llevaron a prisión al expresidente de Brasil Lula da Silva, fundador del Partido de los Trabajadores.
El exvicepresidente de Odebrecht había sido designado por otros denunciantes de contratistas como uno de los negociadores de los sobornos.
En relación a las acusaciones contra Bachelet, otro de los casos de Lava Jato relacionados en la red, el empresario Léo Pinheiro, expresidente de OAS, confesó en un interrogatorio un presunto pago de 101,6 millones pesos chilenos (140.000 dólares) en 2013 a la campaña presidencial de Michelle Bachelet en Chile, a través de un contrato ficticio con su recaudador.
Según el testimonio, OAS recibió la colaboración de Lula, quien entonces habló con el expresidente socialista chileno Ricardo Lagos. Con el pago a la campaña de Bachelet, también del Partido Socialista, tendría garantizado que la empresa constructora brasileña continúe trabajando en el país.
El fiscal nacional chileno, Jorge Abbott, en declaraciones a 24 Horas, dijo esta semana que está a la espera que en su oportunidad la Fiscalía de Brasil les haga llegar la declaración del señor Leo Pinheiro para incluirla en la investigación que lleva en el país.
“Sea quien sea, nadie está sobre la ley», dijo Abott.
El 21 de diciembre de 2016, Odebrecht SA, un conglomerado mundial de la construcción con sede en Brasil, junto con Braskem SA, una empresa petroquímica brasileña, se declararon culpables de cargos emitidos por las autoridades de Estados Unidos, Brasil y Suiza sobre pagos de cientos de millones de dólares en sobornos a funcionarios gubernamentales de todo el mundo, informó el Departamento de Justicia de EE.UU.
En esa fecha la empresa acordó pagar una multa total combinada de al menos USD 3500 millones. La empresa reconoció haber pagado más de USD 788 millones en sobornos para asegurarse proyectos ilegalmente en múltiples países, incluyendo “a empleados y ejecutivos de Petrobras; pagos corruptos a otros funcionarios del gobierno en Brasil; y pagos corruptos a funcionarios extranjeros en otros once países –con beneficios mal recibidos para Odebretch y sus conspiradores de aproximadamente USD 3336 millones”.
En marzo de 2016, el presidente de la sociedad, Marcelo Odebrecht, fue condenado a 19 años de cárcel por crímenes de corrupción, lavado de dinero y asociación a la delincuencia.
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