Annabell Whelan se despertó el martes y se puso a buscar desesperadamente a su huésped de la noche de vacaciones: Nowl, el búho nival, al que rescató de la rejilla de un vehículo el día anterior.
Whelan estaba con la familia de su novio el lunes en Duluth, Minnesota, cuando vio al búho «que estaba ahí, literalmente» luego que el ave chocara contra el automóvil, dijo a The Associated Press. El dueño del automóvil ya había pedido ayuda, pero la organización de rescate de animales que el ave necesitaba estaba cerrada, así que Whelan intervino y no por primera vez ese día.
Más temprano el lunes, Whelan encontró un búho gris herido en el suelo más al norte en Two Harbors, Minnesota. Los expertos de Wildwoods, un centro de rehabilitación de vida silvestre con sede en Duluth, le dijeron cómo atrapar al ave de forma segura.
«Definitivamente pensé que ya había tenido mi dosis de búhos con el primero», dijo Whelan, de 22 años, gerente de experiencia de visitantes del zoológico Lake Superior, quien se graduó a principios de este año con un título en biología y ciencias ambientales.
«Me di cuenta de que pasaba un momento difícil con uno de sus ojos», dijo. «Me tomé mi tiempo y me senté allí con él y hablé en voz baja y traté de convencerlo de que confiara un poco en mí».
Whelan recogió al búho en una manta, lo trasladó a una jaula para perros en el auto y dejó al gran búho gris en Wildwoods. Fue enviado junto con otro animal al Centro de Aves Rapaces de la Universidad de Minnesota en St. Paul.
Pero el búho nival que encontró horas después estaba en una situación mucho más aterradora, dijo.
«Obviamente, fue mucho más traumático», dijo.
Como Wildwoods ya había cerrado esa noche, Whelan envolvió a Nowl en una manta y la dejó en una jaula durante la noche en una habitación oscura y tranquila de su casa, para mantenerla a ella y a los curiosos gatos y perros de su primo a raya. La llamó Nowl, un juego de palabras con noel.
«Traté de prepararme por si al levantarme encontraba que ella no había sobrevivido a la noche», dijo Whelan. Pero expresó que lloró lágrimas de felicidad cuando vio a Nowl moverse y despertar, lo que la llevó a Wildwoods esa mañana.
Nowl «está bastante golpeada», publicó Wildwoods en Facebook el martes después de examinar al ave. «Le pusimos un vendaje en el ala, le dimos medicamentos y nos coordinamos con The Raptor Center para que la llevaran hasta allí».
El rescate de animales dijo que las personas deben disminuir la velocidad, mantenerse alerta y pedir ayuda cuando vean a un animal herido.
Los animales le tienen miedo a las personas y deben ser trasladados rápidamente a un espacio tranquilo y seguro donde puedan quedarse solos hasta que los profesionales puedan intervenir, dijo el rescate.
Por Hannah Fingerhut.
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