Un hombre asiático de Flushing, que ha sido acusado de delitos de odio, podría enfrentar cargos adicionales después de que un neoyorquino presentara un informe a la policía en el que dice que el sospechoso lo golpeó el 10 de febrero.
Ese día marca el comienzo de un alboroto en el barrio de Flushing de Nueva York, que es popular entre los inmigrantes chinos, cuando el sospechoso de 32 años, Zheng Buqiu, supuestamente comenzó a destrozar los puestos de información sobre la persecución del régimen chino contra Falun Gong.
Zheng finalmente fue arrestado alrededor del mediodía del 15 de febrero, pero no antes de que supuestamente derribara y pateara mesas, golpeara y rompiera carteles y tirara folletos de los puestos en numerosas ocasiones durante cuatro días separados desde que comenzaron los ataques el 10 de febrero.
La policía ha acusado a Zheng de un delito de odio y de daños penales en cuarto grado. Quedó en libertad bajo fianza el 16 de febrero.
El 17 de febrero, Guo Jinfu, de 59 años, uno de los voluntarios que manejan los puestos de información, presentó un informe en la comisaría 109 del Departamento de Policía de Nueva York detallando las acciones hostiles de Zheng contra él.
«Vi a un joven, con el pecho desnudo y tatuajes en los brazos, sentado en el suelo y rompiendo los materiales de Falun Gong», dijo Guo, recordando lo que ocurrió durante su encuentro con Zheng en la acera cerca de la intersección de Main Street con la avenida 41.
Guo dijo que trató de convencer a Zheng de que dejara de hacer lo que estaba haciendo, pero el sospechoso no escuchó.
Después de romper los materiales impresos, Zheng levantó una mesa y la arrojó al suelo, según Guo.
Guo dijo que Zheng luego lo golpeó en el estómago. El golpe lo obligó a retroceder un paso, agregó.
“Sentí que me dolía el estómago. Si fuera una mujer, habría caído al suelo [después de recibir el golpe]”, dijo Guo.
Guo dijo que inicialmente no quería denunciar a Zheng a la policía, pero cambió de opinión después de enterarse de que Zheng supuestamente continuó con su agresión repetidamente hasta que fue arrestado.
«Intentaba socavar la fe de Falun Gong. Se trataba de odio. No era contra alguien en particular», explicó Guo.
“Ahora, algunos de los [voluntarios] mayores que manejan las gradas están un poco aterrorizados”, agregó.
El grupo de trabajo de delitos de odio de la policía de Nueva York está investigando el caso de Guo contra Zheng.
“Esta es una provocación grave y una violación a la libertad de creencias en Estados Unidos”, dijo Guo. “Espero que [Zheng] sea severamente castigado para que la libertad de creencia esté salvaguardada en Estados Unidos, y los derechos de las personas bajo la Constitución [de los EE.UU.] estén garantizados”.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una práctica espiritual que consiste en ejercicios de meditación y enseñanzas morales basadas en la verdad, la benevolencia y la tolerancia. La popularidad del grupo aumentó en China durante la década de 1990, con estimaciones que sitúan el número de sus practicantes entre 70 y 100 millones para fines de la década.
La popularidad de la práctica provocó la ira del entonces líder del Partido Comunista Chino, Jiang Zemin, quien lanzó una campaña nacional para perseguir a los practicantes de Falun Gong a partir de julio de 1999. Desde su fundación, el partido ha demostrado un historial de persecución homicida a personas con creencias religiosas con el propósito de obligar a los ciudadanos a someterse a la doctrina marxista-leninista del materialismo dialéctico del partido.
Dentro de China, millones de practicantes de Falun Gong han sido detenidos dentro de prisiones, campos de trabajos forzados y otras instalaciones en China, con cientos de miles torturados mientras estaban encarcelados, según el Centro de Información de Falun Dafa. Algunos de ellos se han convertido en víctimas de la sustracción forzada de órganos impulsada por el Partido Comunista Chino (PCCh).
El supuesto comportamiento de Zheng no es un incidente aislado. En 2008, también en Flushing, turbas de ciudadanos chinos agredieron físicamente, arrojaron piedras y acosaron verbalmente a los practicantes de Falun Gong durante varios meses.
En 2020 y 2021 se han producido ataques similares en los puestos de información de Falun Dafa en Hong Kong.
Linda Lin contribuyó a este artículo.
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