Este miércoles, la nominada del presidente Joe Biden para convertirse en embajadora ante las Naciones Unidas enfrentó cuestionamientos por sus elogios al régimen comunista de China en el pasado.
Durante un evento en 2019 organizado por el Instituto Confucio– una red apoyada por comunistas–, Linda Thomas-Greenfield habló positivamente sobre China y dijo a la audiencia que el país ha invertido en África de varias maneras, incluidos proyectos ferroviarios y otro desarrollo infraestructural.
Thomas-Greenfield agregó que África no se beneficiaría de la competencia entre Estados Unidos y China, y dijo que Estados Unidos podría «aprender de China y de su reciente éxito en el continente».
“En última instancia, el futuro se trata de África y su gente. Estados Unidos debería centrarse en construir una asociación sólida con África que se base en valores compartidos de paz, prosperidad, crecimiento económico sostenido y desarrollo, y un firme compromiso con la buena gobernanza, la equidad de género y el estado de derecho. No veo ninguna razón por la que China no pueda compartir esos valores. De hecho, China está en una postura única para difundir estos ideales dada su fuerte presencia en el continente”, dijo.
Durante su audiencia de confirmación el miércoles, los senadores presionaron a Thomas-Greenfield sobre el discurso. El presidente Jim Risch (R-Idaho) dijo que el mayor problema «era la falta de reconocimiento de las actividades malignas de China».
La nominada dijo a los senadores que ella tiene un largo historial de reconocimiento de esas actividades y expresó su pesar por aceptar la invitación para hablar en el Instituto Confucio de la Universidad Estatal de Savannah.
Thomas-Greenfield también dijo que estaba «sorprendida» de que el instituto participara en actividades de las escuelas secundarias y primarias en Georgia.
El senador Ted Cruz (R-Texas) dijo posteriormente que él ha creído durante mucho tiempo que la mayor amenaza para Estados Unidos es China y dijo que está cada vez más preocupado por lo que describió como un patrón entre los nominados a Biden “de avanzar y aceptar constantemente al Partido Comunista Chino».
El patrón empeoró, dijo Cruz, cuando el discurso de Thomas-Greenfield salió a la luz el martes, señalando que el Congreso aprobó una ley que reprime a los Institutos Confucio debido a su papel en la difusión de propaganda.
“Al mismo tiempo que el Congreso de los Estados Unidos y el gobierno de los Estados Unidos actúan para combatir el espionaje, la vigilancia, y la propaganda proveniente de los Institutos Confucio, dirigidos y controlados por el gobierno comunista chino… aparentemente usted visitaba un Instituto Confucio, dando un discurso pagado, y alabando a China. ¿Cómo compatibilizas esos dos [sucesos]?», preguntó Cruz.
El Partido Comunista de China está «socavando nuestros valores y socavando lo que creemos», respondió la nominado. “Ellos están socavando nuestra seguridad y nuestra gente. Tenemos que trabajar en contra de eso».
“Quiero decir en términos inequívocos que espero trabajar con este organismo para abordar estos problemas. Ustedes han dado pasos increíbles y yo apoyo todos esos pasos, y trabajaré enérgicamente contra los esfuerzos chinos en Nueva York”, agregó.
El senador Bob Menéndez (D-N.J.) dijo posteriormente que miró el discurso y creía que Thomas-Greenfield estaba «jugando un poco de jiu-jitsu, desafiando a China a promover buenos valores como la equidad de género y el estado de derecho».
«Esa era exactamente mi intención», dijo Thomas-Greenfield.
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