La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el lunes que la pandemia de COVID-19 sigue siendo una emergencia, tres años después de que comenzara a propagarse por todo el mundo desde China.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que esperaba que el mundo hiciera la transición de la fase de emergencia en 2023. Pero su agencia, respaldada por las Naciones Unidas, indicó que aún no es el momento.
“Tenemos la esperanza de que el próximo año, el mundo pase a una nueva fase en la que reduzcamos las hospitalizaciones y las muertes al nivel más bajo posible, y los sistemas de salud puedan gestionar el COVID-19 de forma integrada y sostenible”, dijo Tedros en un comunicado emitido el lunes. “No podemos controlar el virus, pero podemos hacer más para abordar las vulnerabilidades en las poblaciones y los sistemas de salud”, dijo, mientras presionaba nuevamente por la vacunación de las poblaciones “vulnerables”.
El Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional de la OMS celebró su decimocuarta discusión sobre la pandemia de COVID-19 la semana pasada, y Tedros indicó que debería seguir siendo una emergencia.
“Lograr niveles más altos de inmunidad de la población a nivel mundial, ya sea a través de la infección y/o la vacunación, puede limitar el impacto del SARS-CoV-2 en la morbilidad y la mortalidad, pero no hay duda de que este virus seguirá siendo un patógeno establecido de forma permanente en humanos y animales en el futuro inmediato. Como tal, se necesita de manera crítica una acción de salud pública a largo plazo”, dijo el lunes el comité de la OMS en un comunicado. “Si bien es muy poco probable eliminar este virus de los reservorios humanos y animales, la mitigación de su impacto devastador en la morbilidad y la mortalidad es factible y debe seguir siendo un objetivo prioritario”.
“El director general reconoce las opiniones del Comité de que la pandemia de COVID-19 probablemente se encuentre en un punto de transición”, agregó el comunicado.
Han pasado tres años desde que la OMS declaró que el COVID representaba una emergencia sanitaria mundial. Sin embargo, desde entonces, la situación de la pandemia ha cambiado considerablemente, dijo Tedros, particularmente a través del acceso a contramedidas.
Los asesores del comité de expertos de la OMS sobre el estado de la pandemia le dijeron a Reuters en diciembre que probablemente no era el momento de poner fin a la emergencia dada la incertidumbre sobre la reciente ola de infecciones en China.
Al mismo tiempo, el lunes, funcionarios de la OMS dijeron que su organización necesita más fondos. “Creo que la atención se centra en gran medida en el presupuesto del programa, luego en la financiación sostenible”, le dijo a Reuters Timothy Armstrong, director de los órganos rectores de la OMS, cuando se le preguntó sobre la agenda.
También en su lista estaba “la posición de la Organización Mundial de la Salud, reconociendo que existe la necesidad de un papel central reforzado para la OMS” en el sistema de emergencia de salud mundial, dijo. La organización de salud busca un récord de USD 6860 millones para el presupuesto 2024-2025. Armstrong dijo que aprobar esta suma sería “un movimiento histórico hacia una OMS más empoderada e independiente”.
Estados Unidos también permanece bajo una declaración federal de emergencia de salud pública luego de que la agencia de Salud y Servicios Humanos la renovara el 11 de enero por otros 90 días.
¿Por culpa de China?
Las muertes semanales por COVID-19 han disminuido un 70 por ciento desde febrero pasado en todo el mundo, según datos de la OMS. Pero ha habido informes de que el número de muertos está aumentando en China.
Si bien la OMS no mencionó los números de COVID-19 de China, es posible que la declaración del lunes se deba a la última oleada de muertes por COVID-19 dentro de China continental, que según algunos analistas y expertos está muy subestimada. Al principio de la pandemia, se acusó a Tedros de tener una relación acogedora con el Partido Comunista Chino (PCCh), concretamente después de que elogió al PCCh, a principios de 2020, por su respuesta a la pandemia, incluso en medio de informes de que el virus surgió del país antes de propagarse por todo el mundo.
En un artículo de opinión reciente, el sinólogo y asesor militar Ben Lowsen advirtió que los ciudadanos chinos podrían enfrentar potencialmente el evento de muerte masiva más grande del país desde la Gran Hambruna China, provocada por el desastroso Gran Salto Adelante del PCCh de 1959 a 1961.
Lowsen escribió que el régimen chino también ocultó el número de muertos durante la Gran Hambruna y dijo que podría ocurrir una repetición «siniestra». El régimen “esencialmente” ha renunciado a “proporcionar estadísticas sobre el COVID-19”, escribió.
Durante la Gran Hambruna China, que ocurrió bajo el régimen de Mao Zedong, murieron entre 15 y 55 millones de personas. Los historiadores culparon de la hambruna a las políticas económicas de línea dura de Mao que intentaron llenar las cuotas de producción de alimentos mientras colectivizaban las granjas.
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