El último episodio de los archivos internos de Twitter sobre la campaña contra ciertos contenidos pinta un cuadro de una máquina de censura que no solo trabajó mano a mano con el FBI, sino que también recibió alertas relacionadas con el contenido y solicitudes de acción de una maraña de agencias estatales, contratistas privados y ONG afiliadas al gobierno, arrojando nueva luz sobre las profundidades del «estado profundo».
Los archivos fueron publicados el viernes por el periodista Matt Taibbi con el respaldo de Elon Musk, y sirven para reforzar las afirmaciones de que las grandes empresas de tecnología actuaron en colusión con una red de entidades —incluidas agencias gubernamentales— para reprimir la libertad de expresión de los estadounidenses.
Musk, que tras asumir el control de Twitter a finales de octubre prometió publicar archivos internos sobre la «supresión de la libertad de expresión», ha concedido desde entonces acceso a la colección de documentos a varias personas —Taibbi, la periodista Bari Weiss y el escritor Michael Shellenberger— que los han ido publicando por partes bajo el nombre de «Archivos de Twitter».
Musk compartió el 16 de diciembre el sexto episodio de los Archivos de Twitter, detallado por Taibbi.
KABOOM ????? https://t.co/TS3jFZ51VR
— Elon Musk (@elonmusk) December 16, 2022
En el hilo se incluyen capturas de pantalla de peticiones del FBI a Twitter para que censure posteos en la plataforma, así como otras que muestran a Twitter cumpliendo en una dinámica que Taibbi describió como una relación «amo-perro».
«La cualidad amo-perro de la relación del FBI con Twitter aparece en este correo electrónico de noviembre de 2022, en el que ‘FBI San Francisco te notifica’ que quiere que se actúe sobre cuatro cuentas», escribió Taibbi, compartiendo una captura de pantalla de un correo electrónico del FBI pidiendo «cualquier acción o inacción que se considere apropiada dentro de la política de Twitter» con respecto a las cuentas que «potencialmente pueden constituir violaciones».
Tres de las cuatro cuentas marcadas fueron suspendidas, y la que se salvó a veces posteaba contenido anti-Trump y de tendencia demócrata.
Twitter no devolvió una solicitud de comentarios, mientras que un portavoz del FBI dijo que la agencia notifica regularmente a las entidades del sector privado sobre «influencia maligna extranjera», pero cualquier acción es tomada independientemente por las compañías.
Durante años, los directivos de Twitter insistieron en que en la plataforma no se censuraba ni bloqueaba parcialmente a los conservadores, una afirmación que las revelaciones de los Archivos de Twitter han echado por tierra.
Las anteriores revelaciones de los Archivos de Twitter arrojaron luz sobre la inclusión en la lista negra de Twitter de algunas cuentas conservadoras, las deliberaciones internas sobre la prohibición de la cuenta del expresidente Donald Trump y el presunto papel del FBI en la supresión de una historia del New York Post sobre la laptop de Hunter Biden.
«Como si fuera una filial»
Al igual que las revelaciones anteriores, la sexta parte de los Archivos de Twitter ofrece una inusual visión del funcionamiento interno de la censura de las grandes empresas tecnológicas.
Los últimos archivos muestran que organismos como el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) enviaban regularmente a Twitter contenidos de redes sociales a través de diversos canales que estaban «marcados previamente para su moderación».
Algunos de los reportes enviados a Twitter por organismos gubernamentales procedían de líneas públicas de alerta, como la del Puesto de Mando Electoral Nacional, que evaluaba las amenazas relacionadas con las elecciones.
«Lo que llama la atención es la gran cantidad de informes procedentes del gobierno», escribió Taibbi, que también cuestionó si el gobierno marcó los posteos utilizando sus propios recursos o lo subcontrató a terceros.
En general, las comunicaciones entre el FBI y Twitter se describieron como «constantes y omnipresentes», la agencia desempeñó un papel dominante y Twitter actúo «como si fuera una filial».
«Demasiado intrusivas»
«Los #ArchivosdeTwitter están revelando más cada día sobre cómo el gobierno recopila, analiza y marca el contenido de tus redes sociales. El contacto de Twitter con el FBI fue constante y omnipresente, como si fuera una filial», dijo Taibbi al principio del hilo que dio inicio al sexto episodio de las revelaciones.
El FBI y el exjefe de Confianza y Seguridad de Twitter, Yoel Roth, intercambiaron más de 150 correos electrónicos entre enero de 2020 y noviembre de 2022, según mostraron los archivos.
Algunas de las comunicaciones del FBI con Roth eran bastante mundanas, como recordatorios para asistir a las llamadas regulares entre el FBI y Twitter.
Pero otras pedían a Twitter información sobre usuarios relacionados con investigaciones activas o solicitaban actuar sobre contenidos relacionados con las elecciones.
Las solicitudes para actuar sobre la «desinformación electoral», en particular, se señalaron en las revelaciones como «sorprendentemente altas» en número, incluso extendiéndose a cuentas con pocos seguidores y tuits de broma.
Aunque las acciones «demasiado intrusivas» del FBI no se limitaron a las cuentas de derecha, como señala Taibbi, los archivos muestran que los agentes de Twitter actuaron con más indulgencia con las cuentas de tendencia azul.
Una captura de pantalla de un posteo de una de las cuentas marcadas por el FBI, @fromMA, mostraba un mensaje que decía: «Quiero recordar a los republicanos que voten mañana, miércoles 9 de noviembre».
Otra persona marcada para fue @clairefosterPHD, que dijo: «Soy un contador de votos en mi estado. Si no llevas mascarilla, no cuento tu voto», a lo que siguió: «Por cada comentario negativo a este posteo añado otro voto para los demócratas».
Pero de la media docena de cuentas marcadas en varios mensajes, ninguna de las de tendencia azul —@fromMA ni @clairefosterPHD— fue suspendida.
Otros mensajes reforzaron la idea de una relación cordial entre Twitter y el FBI.
En un mensaje con fecha del 6 de noviembre, el Puesto de Mando Electoral Nacional del FBI pedía a Elvis Chan, alto funcionario de la oficina del FBI en San Francisco, «coordinación» con Twitter para determinar cuáles de las 25 cuentas marcadas «pueden justificar medidas adicionales debido a que las cuentas se utilizan para difundir desinformación sobre las próximas elecciones».
Chan reenvió después el mensaje a su «gente de Twitter», pidiendo que se actuara sobre las cuentas, «que creemos que están violando vuestros términos de servicio al difundir información falsa sobre la hora, el lugar o la forma de las próximas elecciones».
Twitter respondió con una lista de acciones que tomó en respuesta, incluyendo suspensiones permanentes y temporales, y tuits «rebotados por violaciones de la política de desinformación cívica».
El «Estado profundo» va más allá
Una de las conclusiones más interesantes de los Archivos de Twitter es la amplitud de la red de entidades que colaboraban con Twitter en la represión de contenidos.
Había «múltiples puntos de entrada» para los informes marcados por el gobierno en Twitter, incluido Teleporter, una plataforma desde la que Twitter podía acceder a los informes del FBI.
El DHS también proporcionó «pruebas» al personal de Twitter sobre contenidos marcados para censura, con un mensaje que mostraba a un empleado de Twitter recomendando «rebotar» contenidos relacionados.
«Los gobiernos estatales también marcaron contenidos», escribió Taibbi, señalando que Twitter también recibió informes a través del Portal de Soporte a Socios, una entidad creada por una organización asociada al DHS llamada Center for Internet Security (CIS).
En un caso, los ejecutivos de Twitter recibieron una alerta de funcionarios de California a través del Portal de Soporte a Socios en relación con un tuit del expresidente Donald Trump que afirmaba que «California contrató a una firma puramente demócrata Sleepy Joe para contar y ‘cosechar’ votos», y que «California está en un gran problema».
No actuaron sobre el tuit de Trump y un mensaje de funcionarios de California exigió saber «por qué no se tomaron medidas».
Los archivos también muestran una instancia en la que un video fue marcado por el Proyecto de Integridad Electoral (EIP) en Stanford, «aparentemente en base a la información» del CIS.
«Si eso es confuso, es porque el CIS es un contratista del DHS, que se describe a sí mismo como ‘socios’ de la Agencia de Seguridad Cibernética y [de Infraestructuras] (CISA) en el DHS», escribió Taibbi, añadiendo que el EIP es «uno de una serie de think tanks afiliados al gobierno que revisan en masa el contenido, una lista que también incluye el Laboratorio de Investigación Forense Digital del Atlantic Council, y el Centro de Política Informada de la Universidad de Washington».
Taibbi concluyó su artículo caracterizando el llamado «Estado profundo» como una red de vínculos mucho más extensa de lo que mucha gente cree, y que va más allá de los burócratas del gobierno.
«La conclusión: lo que la mayoría de la gente considera el ‘Estado profundo’ es en realidad una enmarañada colaboración entre agencias estatales, contratistas privados y ONG (a veces financiadas por el Estado). Las líneas se vuelven tan borrosas que carecen de sentido», afirmó.
«En lugar de perseguir a depredadores sexuales de menores o a terroristas, el FBI tiene agentes —muchos de ellos— que analizan y publican en masa en las redes sociales. No como parte de una investigación criminal, sino como una operación de vigilancia permanente. La gente no debería estar de acuerdo con esto», dijo Taibbi en un posteo.
Los republicanos reaccionan ante la sexta parte de los Archivos de Twitter
Los legisladores republicanos han prometido tomar medidas tras la publicación de las últimas revelaciones sobre la supresión de contenidos.
«El FBI tiene mucho de lo que responder tras la última publicación de la parte seis de los Archivos de Twitter», dijo el representante Matt Gaetz (R-Fla.) en un tuit.
La cuenta del Comité Judicial de la Cámara de Representantes del Partido Republicano en Twitter preguntó en un posteo: «¿Alguien sigue confiando en el FBI?».
El representante estatal de Texas Troy Nehls, republicano y exsheriff, dijo en Twitter que el FBI se enfrentaría a una investigación cuando el Partido Republicano asuma el control de la Cámara en varias semanas.
«Los republicanos investigarán al FBI en enero. Se lo prometo», afirmó.
El senador Josh Hawley (R-Mo.) sugirió que otras grandes empresas tecnológicas fueron utilizadas de forma similar por el FBI para actuar sobre el contenido de los usuarios.
«Si el FBI utilizó Twitter para censurar, seguro que también utilizó Google y Facebook», dijo Hawley en un tuit.
Daniel Miller, presidente del Movimiento Nacionalista de Texas (TNM), una organización que promueve la independencia de Texas y que demandó a Meta por prohibir compartir en la plataforma enlaces a contenidos de TNM coincidió con esa opinión.
«Si la parte 6 de los Archivos de Twitter es así de explosiva, imagina cómo serán los archivos de Facebook», escribió Miller en un posteo en Twitter.
«Si Facebook censuró TNM por orden del FBI, vamos a averiguarlo», añadió.
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