El juez que actúa como perito especial en el caso de los registros incautados en la casa del expresidente Donald Trump dice que se pondrá en contacto con la Administración Nacional de Archivos y Registros (NARA, por sus siglas en inglés).
El juez de distrito de Estados Unidos Raymond Dearie, nominado por Reagan y que actúa como perito especial en el caso, dijo el 7 de noviembre que tiene la intención de ponerse en contacto con la NARA «en relación con sus prácticas y documentos de orientación relativos a la categorización de los materiales bajo la Ley de Registros Presidenciales».
Las partes en el caso —Trump y el gobierno— tienen hasta el 10 de noviembre para presentar una carta si quieren presentar argumentos sobre el contacto planeado.
La NARA no quiso hacer comentarios cuando se le preguntó si Dearie se había puesto en contacto y, de ser así, sobre qué había preguntado.
«No podemos hacer comentarios», dijo un portavoz a The Epoch Times por correo electrónico.
La orden por la que se nombraba a Dearie como perito especial decía que «podría consultar con» NARA cuando considerara si ciertos registros eran personales y/o presidenciales.
La Ley de Registros Presidenciales regula los registros creados por un presidente. Establece en parte que los registros presidenciales son públicos, pero que los presidentes pueden protegerlos del público durante cinco a doce años. También dice que todos los registros presidenciales se transfieren automáticamente al archivista, el jefe de la NARA, tan pronto como el tiempo de un presidente en el cargo termina.
Los agentes del FBI incautaron miles de documentos de la casa de Trump en Florida en agosto, después de que la NARA hiciera una remisión al Departamento de Justicia, la agencia matriz del FBI.
La remisión se derivó del hallazgo de registros con marcas clasificadas entre las cajas que Trump transfirió a la NARA aproximadamente un año después de dejar el cargo.
Los investigadores estadounidenses están ahora investigando a Trump por posibles violaciones de varias leyes, incluida la Ley de Espionaje.
La archivista en funciones Debra Wall, que dirige el NARA, tomó la decisión de permitir a los agentes del FBI acceder a los registros. Fue respaldada por el presidente Joe Biden y su administración.
Trump ha dicho que está siendo atacado políticamente y que había desclasificado los registros.
Dearie también fijó una reunión con las partes para el 1 de diciembre para repasar el acercamiento a la NARA, diciendo que «anticipa que esta reunión será una oportunidad para que las partes elaboren sus respectivas posiciones» antes del informe que debe presentar para el 16 de diciembre.
Dearie está encargado de resolver las disputas sobre determinados registros en relación con las reclamaciones de confidencialidad, incluidos los privilegios de abogado-cliente y ejecutivo. Ha recibido información sobre las disputas de los abogados que representan a Trump y de los abogados del gobierno. El informe incluirá las recomendaciones de Dearie sobre las disputas.
La jueza de distrito Aileen Cannon, nominada por Trump, nombró a Dearie. Cannon tomará la decisión final sobre los registros después de revisar el informe de Dearie.
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